Capítulo 77

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Cuando Ryan se fue, mi amiga Isabel junto con su hija se hospedaron en mi casa para cuidarme.

- Buenos días Isabel- Saludé al entrar en la cocina.
- Buenos días bella durmiente, siéntate, ya casi está listo el desayuno.
- Hola Kimberly- Saludé a la hija de mi amiga.
- Hola Elisa ¿Cómo está Elizabeth?- Preguntó.
- Muy bien ¿Y tú cómo estás?
- Bien tía, tu casa es muy bonita y cómoda, es mucho más grande que la nuestra, no quiero irme nunca de aquí- Me abrazo.
- Y yo no quiero que te vayas, preciosa- Le di un beso en la frente.

Me hacía feliz tener a Isabel y a Kimberly en mi casa. Isabel me ayudaba mientras que Kimberly me alegraba mis días.

- Tía ¿Cómo esta mi prima Elizabeth?- Preguntó mientras tocaba mi vientre.
- Está muy bien- Respondí con una sonrisa.
- ¿Puedo darle un beso?
- Sí, claro.
- Gracias- Dijo y beso mi vientre.

Esa era su rutina diaria al menos cinco veces al día.

- ¿Es lindo no?- Preguntó Ludwig.
- ¿Qué?
- Estar en paz y que tú única preocupación sea tu bebé- Respondió.
- Sí, es muy lindo, me gusta que sea así.
- ¿Crees que a tu hija le guste la música clásica?- Preguntó.
- No lo sé Ludwig, espero que sí, pero lo que a ella le agrade estará bien para mí... Lo que ella quiera hacer estará bien, yo la apoyaré en todo- Respondí.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Qué si ella quiere hacer algo, yo apoyaré sus proyectos, no quiero ser quien le impida cumplir sus sueños. Sí ella desea tocar el piano, lo hará, sí quiere ser bailarina, la apoyaré y lo logrará, sí quiere ser patinadora también... Haré lo que sea por ver a mi hija feliz.
- Quieres ser la madre que no tuviste ¿Cierto?- Preguntó.
- Así es, mi hija merece la mejor madre del mundo.
- Ya la tiene Elisa, a los mejores padres del mundo.

A la mañana siguiente recibí una llamada de mi abuela.

- ¿Cómo estás Elisa?- Preguntó.
- Muy bien, mi bebé y yo estamos bien- Respondí.
- Elisa, no quiero que estemos distantes, sabes que ya soy muy mayor y estoy enferma, no creo vivir mucho tiempo más así que me haría muy feliz que me visitaras- Dijo.
- ¿No decías que era una desgracia estar embarazada sin haberme casado?- Pregunté.
- Entiendeme, viví en otros tiempos y quizás esperaba que te casaras primero... Elisa, por favor ven hoy, tengo algunas cosas que decir a la familia- Suplicó.
- Está bien, ahí estaré.
- Enviaré a mi chófer por ti, te amo mi niña.

- ¿Está todo bien?- Preguntó Isabel.
- Sí, es solo que habrá una reunión familiar... Tengo que ir a casa de mi abuela.
- ¿Cómo te sientes respecto a eso?
- Un poco nerviosa, tiene cinco meses que no veo a mi abuela, pero tiene razón en lo que dijo, ella ya es mayor- Dije.
- Sí, cualquier cosa puede pasar.
- No quiero arrepentirme después por no haber pasado tiempo con ella en sus últimos años, después de todo por ella pude cumplir mi sueño... Ella me cuido cuando mi mamá me abandono.
- Sí Elisa, pero recuerda que ella fue la culpable de tu sufrimiento y cuando tu madre volvió ella acepto y apoyo todo lo que hizo- Me recordó.
- Lo tengo presente, pero creo que será mejor para mí olvidar eso y no guardarle rencor- Dije.
- Está bien, entonces te ayudaré a que te veas muy hermosa.

Isabel eligió un hermoso vestido para mí, me ayudó a maquillarme y a peinarme.

- ¿Te gusta el resultado?- Preguntó.
- Me veo increíble, muchas gracias, no tenía idea que sabías maquillar y peinar.
- Mi madre me enseñó, me gustaba pero decidí tomar otro camino y ahora estoy a gusto con ser freelance ya que puedo disfrutar a mi hija todo el día- Confesó.
- Eso es importante, que disfrutes de la pequeña Kim.
- ¿Y tú? ¿Haz pensado en que harás cuando nazca tu hija?- Preguntó.
- No realmente. Sabes que mi pasión es el piano, quisiera volver pero... No creo que sea posible.
- ¿Por qué lo dices?
- Por qué tendría que dedicarle mucho tiempo y me da miedo no disfrutar de mi hija- Confesé.
- Yo te ayudaré, no te preocupes, encontraremos la manera de hacerlo funcionar- Me tomo de la mano.
- Gracias Isabel, no sé que haría sin ti, eres mi mejor amiga.

Después de unos minutos llego el chófer de mi abuela así que me dirigí a aquella casa que me traía muchos recuerdos.

La que sueña con BeethovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora