Belleza inmortal: Rey De Los Asesinos

El general Wang

Después de la "entretenida" mañana, Wang Hua se despidió de sus hermanos y fue directo a ver a su abuelo, el general Wang.

Según los recuerdos de la propietaria anterior, el general Wang era un hombre de tercera edad de 55 años, debido a que fue dotado de un gran talento en la cultivación, asumió el puesto de general a los 23 años, sus grandes logros en el combate lo ayudaron a ganar gran influencia dentro de la capital, es más, más de la mitad de todo el ejército imperial está bajo su mando. Cuando los padres de los gemelos y de Wang Hua murieron, el abuelo Wang se hizo cargo de ellos. Los dos gemelos demostraron tener un gran talento en la batalla y su don en la cultivación era incuestionable, eso los reconoció a ambos como los genios de la capital, con un brillante y prometedor futuro.

Lamentablemente la tercera nieta del general Wang, Wang Hua, nació con un cuerpo enfermizo, no tenía talento en la cultivación ni en el la batalla, ganándose el título de basura. Estos rumores enfurecieron al general, quién fue a la corte para ver a su majestad, el emperador. Fue ahí cuando decidieron que el sexto principe, Nangong Chen, se casaría con Wang Hua cuando ella cumpliera los quince años.

Pero el sexto príncipe no estaba de acuerdo con este matrimonio, le rogó a su padre que se retractara, pero fue inútil... Eso sin mencionar que Wang Hua, en verdad se enamoró perdidamente del sexto príncipe, incluso sin conocerlo.

Demonios... Cada vez que recuerdo las acciones de la antigua Wang Hua, siento ganas de vomitar.

¿Por qué narices se fijaría en un tipo que ni siquiera conoce? ¡¿Es estúpida?!

Después de caminar un rato por los pasillos, finalmente llegó frente a la puerta de la oficina del general Wang.

Pero antes de que levantarse la mano para tocar la puerta, esta se abrió de golpe.

"¡¿Acaso piensas quedarte toda la vida parada ahí?! ¡Date prisa y entra de una vez!... Esta mocosa, atreviéndose a hacer esperar a este pobre viejo..."

La persona que habló era un hombre mayor, tenía una larga barba blanca, y una cara que parecía la de un perro enojado, llevaba una túnica de brocado azúl sujetada por un enorme cinturón de jade, sin duda alguna se trataba del general Wang, Wang Tian.

"S-Si, ya voy abuelo" los gritos del anciano hicieron que el pobre corazón de Wang Hua casi sufriera un infarto ¡Este viejo si que sabe gritar!

"Waaaa~~~ maestra, tu nueva familia es muy divertida ja ja ja"

Shui quien estaba flotando sobre la cabeza de Wang Hua no pudo aguantar la risa, primero estos extraños hermanos que eran como el fuego y el petróleo y ahora un anciano capaz de levantar incluso a los muertos con sus gritos, si a estas personas le sumamos al maestro, sin duda alguna serían la familia más graciosa del mundo.

"Shui... Agradece el hecho de que no puedo cocinarte al vapor"

Wang Hua le lanzó una mirada asesina al pequeño mientras rechina los dientes, si en verdad pudiera tocarlo, yo lo habría convertido en estofado.

"Maestra~~~ no se enoje, solo era una broma" El pequeño niño tembló de miedo, sabía lo que su maestra estaba pensando en este momento y no pudo evitar sentir un escalofrío.

Mientras hablaba mentalmente con Shui, Wang Hua entró en la oficina y vio a su querido abuelo sentado en la silla con el seño fruncido.

"Wang Hua saluda al abuelo" Wang Hua se inclinó en muestra de respeto mientras juntaba las manos.

"Levántate y mírame" la estricta voz de general Wang se escuchó en toda la oficina, parecía estar apunto de matar a alguien.

"Si" Claro que Wang Hua no era afectada por la intimidante aura del viejo, ya que en su vida pasada había enfrentada innumerables peligros. Incluso hubo una vez en la que peleó contra un enorme puma para pasar la prueba y calificarse como un asesino de élite.

Hubo un momento de silencio dentro de la oficina, era tan silencioso que se podía escuchar claramente el sonido de un alfiler cayendo al piso. Pero de pronto la voz del general destruyó el silencio.

".... ¿Te encuentras bien Hua'er?" La voz del general ya no era tan aterradora como antes, seguía sonando estricta, pero está vez Wang Hua sintió algo de preocupación en su voz.

"Si... Estoy bien abuelo... ¿Me llamaste para preguntarme esto?

Wang Hua estaba un poco desconcertada, no espero esa pregunta de parte del abuelo. Pero justo antes de abrir la boca para hablar, los gritos del viejo hicieron que todo su cuerpo saltara.

"¡¡Maldita mocosa!! ¡¿Por qué otra razón crees que te llamaría?! ¡Esta más que claro que me preocupó por tí! ¡Y todavía tienes el descaro de preguntar!"

La cara del general estaba tan roja que parecia estar a punto de hechar humo por las orejas, cada vez que gritaba su pecho se levantaba y su voz se hacía más fuerte.

Wang Hua se encontraba sin palabras ¿La había hecho venir para saber cómo se encontraba o para dejarla sorda?

..........

Una hora después....

"Así... Qué hah cuando... Hah aprenderás la lección... Solo entonces..." El general Wang gritó tanto durante la última hora que se quedó sin aliento.

"Solo espera... Hah... A que recupere hah.... El aliento... Para seguir regañandote..." La cara del general que inicialmente estaba roja de ira ahora estaba pálida por falta de aire.

Pero la que tenía la cara más pálida en este momento, era Wang Hua. No podía creer que este anciano que tenía como abuelo ¡Pasará más de una hora maldiciendo al sexto príncipe y regañando a su nieta!

Wang Hua pensó que en esta corta hora la habían regañado más que en toda su vida pasada.

¡Fue toda una tortura!

¡¿Este anciano general es alguna clase de demonio mal agüero?!

"... ¿Puedo hablar algo con usted, maestra?" La pequeña cara de Shui tenía el color del papel con una expresión parecida a la de una persona que acababa de fallecer.

"... Por favor, cállate..." Wang Hua también sabía cómo se sentía Shui en este momento ¡Ella también sentía que iba a morir!

"¡Bueno! ¡Ya recuperé el aliento! Y ya no pienso desperdiciarlo contigo" el general Wang se aclaró la garganta y volvió a sentarse en si asiento.

"Gracias abuelo, Hua'er ya entendió... Así que se irá de inmediato" ¡Gracias Dios mío! Tuviste piedad de tu pobre hija. Pero justo cuando estaba por salir, otro gritó del anciano la hizo estremecer.

"Si vuelves a tratar de tirarte al río por ese estúpido príncipe ¡Te encerraré en tu habitación hasta que tú cabeza tenga canas! ¡Ahora, largo!"

Terminó de decir eso y cerró la puerta en la cara de Wang Hua.

¡Ese maldito anciano!