Belleza inmortal: Rey De Los Asesinos

El Rey del Caos tiene sospechas

"¡Maestro, la gente de Conde Fruury está llamando a la puerta! ¡Hay un séquito completo detrás de ellos!" Un guardia elfo entró en la mazmorra, su rostro atractivo estaba pálido como el papel.

El Duque Floriam arrugó las cejas en cuanto escuchó esas palabras, pero después de unos segundos de repente se rió y observó a Code con una expresión desdeñosa en el rostro, "Al parecer, ese viejo padre tuyo en verdad está tratando de tomar cartas en el asunto, ¡Buena! ¡Muy buena! ¡Eso hará que las cosas se vuelvan más interesantes!"

Code fingió no escuchar nada y sonrió con indiferencia, sus ojos frios aún observaban al Duque, aunque no había malicia en su mirada, se pudo detectar una intensa ola ansiedad.

Después de eso, el Duque Floriam y su esposa sacaron a Lian Xia y dejaron la mazmorra, todo mientras eran seguidos por la persona que cubría su rostro con una máscara demoníaca. Suly por su parte, decidió quedarse al lado de Code para tratar algunas de sus heridas empleando magia de sanación, por como se veían las cosas, ella no estaba para nada interesada en los problemas entre las dos familias.

El Duque llegó a la sala principal de su mansión, su rostro envejecido se volvió sombrío cuando vió las personas sentadas en el sofá, personas cuyos caras eran tan negras como la suya.

El primero era un anciano que parecía tener una edad aproximada a la del Duque, como todo elfo, poseía un par de orejas puntiagudas que sobresalían desde su cabello lleno de cañas blancas. A su lado, la mujer elfo era grácil y encantadora, aunque ya era una persona bastante mayor, los años parecían nunca haber dejado ninguna marca en su hermoso rostro. Sentado a la derecha de la mujer, estaba un joven no mayor de 15 años, era alto y muy delgado, su largo cabello plateado cubría parte de su rostro, tapando uno de sus brillantes ojos acaramelados, tenía los labios delgados y rasgos faciales extremadamente fascinantes, obviamente, este era la apariencia de un verdadero elfo.

El hombre mayor vió que el Duque ya había llegado, sus cejas se arrugaron con irritación y sus labios fornaronnuna mueca fría, "Pero que sorpresa, así que el Duque por fin se ha dignado a venir, pensé que serías tan hipócrita como para no querer dar la cara"

Un rastro de intensión asesina brilló en los ojos del Duque, pero al final fue forzado a tratarse su enojo y solo pudo levantar arrogantemente la barbilla, "Este señor tiene el derecho de venir e irse cuando quiera, ya que de todas formas esta es mi casa"

"Oh, ¿Es así? Que gracioso, el Duque en verdad tiene un buen sentido del humor" El conde Fruury se rió con desprecio.

"Esposo, no olvides la razón de nuestra visita" La hermosa mujer de mediana edad habló de repente.

El Conde miró a su esposa, es cierto, no debería seguir perdiendo el tiempo de esa manera.

"Libera a mi hijo" El Conde siempre fue un hombre al que no le gustaba saltarse por las ramas, así que cuando se dispuso a decir algo de manera clara, acostumbraba ir directamente al grano.

El Duque no le respondió, pero sus labios aún seguían curvados en un arco lleno de ridículo.

Pasaron los segundos, y finalmente habló, "De ninguna manera, ese niño encaprichó a mi hija, estaría loco si en verdad pensara en dejarlo salir sin pagar las consecuencias"

"¡Tú...!" El Conde se sintió tan enfadado que casi saltó de su asiento, si no fuera por su esposa tratando de calmarlo, seguramente ya hubiese ido a golpear la cara del otro hombre.

"Ansel, ya es suficiente" El joven que hasta ahora había mantenido la boca cerrada, finalmente se dispuso a hablar.

"Padre..." El conde apretó los dientes, pero definitivamente no quería hacer enojar al joven, así que se quedó callado.

No muy lejos, Wang Hua estaba completamente estupefacta, cuando escuchó la palabra 'padre' sus ojos por poco abandonaron sus órbitas. Sabía que entre más poder del árbol de la vida poseyera un elfo, más larga se volvería su vida y el tiempo se detendría para ellos. Hasta el día de hoy, nunca se había encontrado con un elfo como ese, pero ahora, después de ver a esta atractiva juventud sentada en el sofá, finalmente logró entender algo.

Mientras pensaba en ese, de pronto sintió un par de ojos clavados en su cuerpo, esto la hizo estremecer involuntariamente mientras levantaba la cabeza. A través de la máscara, los ojos verdes de Wang Hua se toparon con la mirada profunda del joven, el elfo parecido a un muchacho de preparatoria la observó en silencio, por un momento, sus labios parecían curvarse ligeramente hacia arriba.

Wang Hua estaba tan sorprendida que todo su cuerpo se congeló instantáneamente, lo volvió a mirar pero el joven ya había desviado la mirada, todo parecía seguir el flujo de las cosas, sin nada fuera de lugar. Si Wang Hua no hubiera sido testigo de cómo el joven la observaba fijamente, seguramente pensaría que solo era una estúpida alucinación creada por su mente.

Es de saber que cuando Wang Hua rompió la última capa del sello del brujo en su muñeca, desarrolló una habilidad especial que le permitía pasar desapercibida en frente de los demás sin ser notada. Aunque la técnica aún no estaba completa perfeccionada, por lo menos era muy útil a la hora de esconderse. Hasta hace unos diez segundos, Wang Hua nunca pensó que se encontraría con alguien que en verdad pudo ver a través de ella, esta fue la primera vez.

El joven sentado junto al Conde Fruury sonrio con suavidad, fue entonces cuando vió al niño pequeño que se quedaba detrás del Duque Floriam. Por un momento, un atisbo de conmoción apareció en sus ojos, e incluso se pudo detectar algo de pánico involuntario, pero debido a sus vastos años de experiencia sobre sus sentimientos, no tardó mucho en componer su expresión.

"¿Quién es este bebé?" Preguntó el joven.

El cuerpo del Duque se tensó, estaba a punto de responder, cuando la voz dulce e inmadura de un niño hizo que las palabras se atascaran en su garganta.

"Soy Lian Xia y este hombre" Apuntó al Duque Floriam, "Es mi abuelo"

Aunque los ojos de Lian Xia fueron claros y limpios cuando dijo esas palabras, la verdad era que en realidad estaba tratando de medir al tipo con cara de niño. Por alguna razón, esa persona no le dió muy buena espina.