Después de un arduo trabajo, Wang Hua se apresuró a volver a la cueva. En el camino no se olvidó de despedir a la criatura de escamas rojas, ya que no quería que su presencia asustara al mocoso de cabello plateado. Después de unos cuantos minutos, Wang Hua por fin llegó a la boca de la cueva, la fogata en el suelo casi se habia apagado, pero las tenues brasas rojas aún continuaban presentes.
Wang recorrió cada centímetro de la cueva, y después de un momento, pudo notar al pequeño bulto acurrucado en la esquina más remota del lugar. Su pequeño cuerpo estaba envuelto en la colcha, al perecer padeció algo de frío, ya que después de todo este tiempo, aún no paraba de temblar.
Los ojos de Wang Hua se suavizaron sutilmente, aunque su rostro aún continuaban siendo frío e indiferente como en un inicio, se acercó silenciosamente y se sentó al lado del dormido Lian Xia. Apoyó su cabeza en la fria pared de roca, liberó un leve suspiró mientras trataba de relajar su cuerpo.
Fuera de la cueva, el sol ya había comenzado a salir desde el horizonte, su luz parecía poder engullirse cada rastro de oscuridad. Esa escena maravillosa se reflejó en los ojos claros de Wang Hua, y por un momento, una ondulación, casi indetectable, apareció en la superficie de sus ojos.
Le gustó este amanecer, porque representaba todos los sentimientos que sintió desde el primer día en el que abrió los ojos y se despertó en este mundo lleno de aventuras inimaginables. Por un tiempo creyó que la muerte había acabado con ella, pero luego se le dió una nueva oportunidad de vida, algo que ella misma estaba dispuesta a atesorar.
En su vida pasada fue un asesino de sangre fría y de corazón de hierro, fue entrenado por un padre escoria y tuvo la desdicha de tener una madre interesada, que solo buscaba cazar hombres con dinero. Lo único que le gustó de esa vida, fue la bendición de haber tenido un hermano amoroso. Pero a parte de Wang Rui, no tenía nada que valiera la pena proteger o atesorar, lo cual era una sensación bastante triste.
¿Qué podría esperar? Wang Hua se burló de si mismo. La primera vez que mató a alguien fue cuando tenía diez años de edad. Nunca olvidaría ese momento por el resto de su vida. En ese entonces, su padre tenía la tarea de matar a un magnate del tráfico ilegal de armas, se suponía que debía hacerlo sin llamar la atención de nadie, pero su padre tomó esto como una oportunidad para entrenar a su hijo. Wang Hua fue llevado al crucero de la alta sociedad, su escoria padre aprovechó su apariencia infantil para tratar de ganarse la atención de la mujer del traficante.
Recordando lo sucedido, Wang Hua apretó los puños y cerró los ojos, sus labios se curvaron en una sonrisa amarga.
Para cuando llegó el momento de matar, las luces del crucero se apagaron todas a la vez. Las personas gritaron y los guardia de seguridad no tardaron en llegar. Pero para entonces, ya era demasiado tarde. Su padre ya había degollado al objetivo, y él, un niño de diez años, tuvo que hacer lo mismo con la amable esposa del hombre.
Wang Hua recordaba perfectamente la cara horrorizada de esa mujer, sus ojos contenían lágrimas llenas de decepción y odio. Bueno, no podían culparla, ¿Quién esperaría morir a manos de un niño pequeño? Wang Hua entendió eso y no se sintió mal. No dudó en trazar una línea sangrienta en el cuello de la dama, la sangre caliente brotó a borbotones. El color carmesí siniestro y antiestético, se pareció mucho a una magnífica flor de amapola roja. A los ojos de Wang Hua no se veía horrible en lo más mínimo, todo lo contrario, ese encantador color escarlata lo fascinó por completo.
Sabía que no era correcta matar gente para conseguir dinero, desde el momento en el que su 'yo' del pasado cogió un cuchillo, supo de inmediato que sería un asesino. No se quejó, si esa era la vida que Dios o el diablo le daba, era muy flojo para discutir, así que decidió aceptarlo sin poner resistencia.
Ese fue el nacimiento de la 'Flor Del Infierno', un asesino a sueldo famoso por sus falta de escrúpulos y maneras viciosas de matar. El mismo asesino que se convirtió en un dolor de cabeza para las personas del gobierno, el rey del bajo mundo y el asesino más buscado y temido de todo los tiempos.
Después de hechar un vistazo a sus recuerdos, Wang Hua cerró los ojos y trató de dormir. Al principio le costó un poco de trabajo, pero después de forzar su mente, su respiración se volvió estable y se sumió en un sueño profundo.
Mientras tanto, el niño que hace unos segundos parecía totalmente dormido, abrió los ojos. Esa intensa intención asesina no era algo que un niño de su edad pudiera tener. Asegurándose de que la otra persona se encontrará en el mundo de los sueños, Lían Xia se incorporó para después sentarse a horcajadas en el suelo. Su pequeña mano regordeta se estiró hasta tocar una roca cercana, segundos después, una diminuta serpiente negra apareció.
"Huo She"
La pequeña e inocente serpiente tembló ante ese llamado, reunió todo el coraje desde la cola hasta la cabeza, miró a su maestro y habló con cuidado, "... La señorita... se encontró con algunos elfos en el bosque..."
"¿Algo más?" Lian Xia sonrió con una sonrisa que no era una sonrisa, sus ojos eran fríos como un iceberg de mil años, sin el menos rastro de calor.
Huo She tuvo intensas ganas de llorar pero no tenía lágrimas, solo le quedó la opción de soltar todo y salir corriendo.
Después de un breve silencio, Huo She abrió la boca, "... La señorita salvó a esos elfos, pero a cambio pidió que el príncipe elfo le dedicara su vida y después..." Huo She hechó un vistazo al semblante oscurecido de su maestro, antes de cerrar los ojos con impotencia, como si aceptara su horrible destino, "Después... la señorita lo mordió"
"... Mmm.. ¿Qué dijiste?" Lian Xia pensó que había escuchado mal.
El cuerpo de la pequeña serpiente tembló incontrolablemente, se tambaleó y respondió torpemente, "La señorita reclamó al príncipe elfo como suyo y lo mordió para dejar su sello de esclavo..."
Lian Xia entrecerró los ojos, la intensión asesina dentro de sus pupilas color oro se intensificó a una velocidad sin precedentes, "¿Y él? ¿Cómo reaccionó el príncipe elfo?"
Huo She tragó saliva, "Este subordinado solo lo vió sonreír con afecto sospechoso mientras observaba la marca en su mano... Pero es posible que su subordinado se haya equivocado... ¿Maestro? ¿Mi Lord?"
Los brillantes ojos de la pequeña serpiente se abrieron con terror al ver como su maestro se ponía repentinamente de pié.
Los ojos de Lian Xia eran totalmente nefastos, "Vuelvo en seguida"
"¡¿Mi Lord?!"
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Belleza inmortal: Rey De Los Asesinos
RomanceEn el siglo XXI en la moderna china, hay una belleza capaz de volcar la ciudad completa, ni siquiera las sexis modelos de las revistas se comparan con la "belleza" inmortal, los hombres pierden el aliento cada vez que la ven. "Hola hermosa señorita...