Belleza inmortal: Rey De Los Asesinos

El continente 'Luz de luna'

En la taberna más bulliciosa de la ciudad, los aventuros y los más peligrosos caza-recompensas se reunían para tomar un par de tragos y celebrar la victoria obtenida en cada una de sus misiones. Este lugar normalmente era muy ruidoso y lleno del repugnante olor a musgo, así que los únicos hombres que solían venir aquí, en su mayoría eran bárbaros vulgares.

Pero hoy el lugar se había vuelto inusualmente silencioso.

Los hombres grandes y repletos de músculos tenían expresiones bastante raras en sus rostros. Todos y cada uno de ellos mantenían los ojos clavados en los dos niños sentados no muy lejos de ahí.

Hace unos momentos, el joven que parecía estar entre sus 14 o 15 años de edad había noqueado a uno de los guardias por impedirle el paso. Lo más aterrador de todo fue que solo usó un golpe para dejar inconsciente a un poderoso practicante de Dou Qi. Aparte, el joven cogía la mano de un niño mucho más pequeño que él, ambos parecían estar muy maltratados, ya que sus ropas estaban hechas jirones.

Sin prestarle atención a la gente del lugar, se abrieron camino y se sentaron directamente en una de las mesas, el niño pequeño balanceaba inocentemente sus pies en la silla mientras el joven adolescente se recostaba y cerraba los ojos.

Ahora todos estaban desconcertados, pero nadie se atrevía a ir contra el par de mocosos.

Por otro lado, Wang Hua tenía que luchar contra el horrible dolor de su cuerpo.

Había pasado medio año desde que ella y su pequeño bollo blanco emprendieron su viaje por todo el continente en busca de un objeto mágico con la habilidad de cambiar el género de las personas. En todo el camino no habían tenido ningún problema, bueno, al menos no lo tuvieron antes de 'ese' pequeño incidente...

Al recordar lo sucedido, el rostro de Wang Hua se llenó de líneas negras y no pudo evitar ver con mala cara a cierto niño que fingía inocencia.

¡Mocoso, todo esto fue tu culpa!

Hace más de dos horas, Wang Hua y Lian Xia se encontraban en camino a la ciudad de Lun Xi a orillas del mar azúl. Para llegar tuvieron que atravesar un denso bosque, fue ahí cuando llegaron a un pequeño claro lleno de aguas termales. Como ambos estaban cansados, decidieron pasar el rato en ese lugar. Wang Hua mandó a que Lian Xia se bañara en la fosa detrás de los arbustos, mientras ella se desnudaba del otro lado. Pero fue en ese momento cuando de repente sintió que sus pies tocaban algo frío y escamoso, pero cuando bajó la cabeza se encontró con una peculiar serpiente negra. Wang Hua no le tenía miedo a las serpientes, lo que sí hizo que gritara fueron las palabras que salieron de la boca del reptil.

"¡Lo siento señorita, le juro que no vi nada!"

Tal vez su grito pareció alarmar a Lian Xia, ya que el niño salió corriendo desde los arbustos. Wang Hua se sorprendió al ver que el mocoso agarraba despiadadamente a la pequeña serpiente antes de arrojarla sin el menor rastro de piedad.

Después de terminar su cometido, Lian Xia se acercó con una expresión preocupada, pero fue entonces cuando el mocoso dió un mal paso y tropezó...

La expresión de Wang Hua se volvió aún más sombría al recordar lo que sucedió después.

Cuando el niño se cayó, aterrizó sobre ella.

Wang Hua pensó que como máximo ambos caerían al suelo, pero resulta que los malditos dioses quisieron jugarle una broma, ya que atrás de ella no se encontraba el duro suelo de tierra ni las pintorescas aguas termales, sino que en lugar de eso había un enorme acantilado muy bien escondido entre la maleza.

En ese momento Wang Hua sintió ganas de vomitar, sus ojos se convirtieron en un par de espirales mientras ella y el mocoso rodaban cuesta abajo. Esa también fue la razón por la que ambos tenían su actual apariencia.