En la próspera ciudad secreta de los elfos, una nueva noticia se hizo el tema de conversación más candente de los últimos días. ¡Un brujo acaba de colocar un negocio cerca de los disturbios! Aunque nadie sabe exactamente cuál es la dirección, gracias a algunos elfos que afirmaban haber entrando por casualidad, los rumores fueron tomando fuerza hasta expandirse por todos lados. Se dice que nadie puede encontrar la tienda a voluntad, solo se la puede ubicar de casualidad o coincidencia. La persona que atiende el lugar, al parecer es un brujo joven que vino a visitar a algunos familiares. Aunque para ser más precisos, nadie sabe con claridad de quién se trata.
Al principio, la noticia de tener un brujo viviendo entre las personas de la ciudad, no fue muy bien recibida. De todos modos no es de sorprender, la fama de los brujos puede considerarse un tabú enfre muchas de las razas. Algunos incluso muestran abiertamente su desdén hacia las personas que practican la brujería.
Bueno, aunque los elfos eran una rara extremadamente ortodoxa, no eran ignorantes ni tampoco prejuiciosos. Solo se sentían algo confundidos, nunca habían teniada a ningún brujo entre los de su especie. La mayoría de ellos eran magos y solo había una minúscula población que practicaba las artes marciales. Un brujo, fue ciertamente, un tema bastante interesante.
Fue debido a esto,que muchos elfos en la capital comenzaron a deambular por las calles, probando su suerte, ¿Quién sabe? Tal vez en verdad podrían toparse con la misteriosa tienda mágica del brujo.
Otra razón por la que esta tienda ganó fama, fue por la intensidad de las pociones y pergaminos malditos que vendía. Las pociones mágicas de los brujos eran totalmente diferentes a las de los magos, la mayoría de personas que practicaban el arte de la brujería, solían inventar fórmulas y polvos extremadamente extraños, al mismo tiempo que su precio excedía con creces el precio de una poción normal. En cuanto a los pergaminos malditos, bueno, lo correcto sería decir que en esos papeles se encontraba una pequeña maldición escrita por el brujo. Los pergaminos malditos, aunque su nombre no sonaba muy bien, en realidad era algo bastante útil. Por ejemplo, cuando un mago se viera en desventaja contra un caballero, siempre podía usar el pergamino maldito para lanzar una maldición y tener tiempo de escapar. Algunas de las maldiciones podían tener efectos de cambio de forma, como convertir al caballero en una rana o en algo peor, en otras ocasiones lo dejaba inmóvil durante unas cuantas horas, incluso llegó a haber pergaminos a que se comían, literalmente, al oponente.
Esas fueron las razones del por qué de repente la capital élfica se sumió en el alboroto. Todos, en especial los magos elfos, querían encontrar esa tienda. Algunos por curiosidad, otros por amor a la magia, algunos con malas intenciones, incluso hubo quienes trataron de encontrarla para conseguir emplear al misterioso brujo y traerlo a su lado.
Por otro lado, en el caso de Wang Hua, bueno, las cosas no eran muy diferentes.
Pasó una semana desde que ella y Lian Xia encontraron la entrada secreta a la ciudad de los elfos, pero fue entonces, cuando de repente se toparon con un pequeño percance.
No tenían dinero.
A diferencia del continente en el que Wang Hua había nacido, en el continente Luz de Luna, se utilizaba una especie de cristale luminoso del tamaño de una perla. Estos cristales fueron llamados por la gente de la ciudad, como Asys. Asys era el nombre oficial de estos cristales, y se dividían en tres categorías: Los Asys de color rojo, que eran los más comunes. Los Asys de color azul, que en realidad eran algo inusuales, ya que uno solo de estos cristales azules valía díez cristales rojos. Finalmente estaban los Asys de color púrpura, uno tenía un valor aproximado a díez cristales azules o cien cristales rojos, los de color púrpura eran usados mayormente por la nobleza.
En este continente, en especial la ciudad de los elfos, no se valoraba mucho al oro o las joyas, ya que prácticamente eran muy comunes por aquí. Al final, Wang Hua solo pudo cerrar los ojos y evitar llorar con amargura, esto no era algo que había previsto. En su dimensión especial se encontraban decenas de miles de monedas de oro, incluso habían grandes cofres llenos de joyas cuyo precio era inestimable. Tenía la intención de intercambiarlas por algo, pero se dió con la sorpresa de que en este lugar, cien monedas de oro, no valían ni tres platos de comida.
Debido a esto, tanto Wang Hua como el pequeño Lian Xia, tuvieron que subirse a un árbol para pasar la noche. Esta vez, incluso un mendigo tenía más dinero que ellos. Por primera vez, desde el momento en el que reencarnó, Wang Hua probó el amargo sabor de la pobreza. Su único consuelo fue haber metido comida en su espacio dimensional, de esa forma, ni ella ni Lian Xia se murieron de hambre.
Después de algunos días, Wang Hua por fin tomó una decisión. Aunque no podía exponerse a ella misma, no impedía que ganara dinero montando un puesto ambulante, verdad? Al final, ella no sería la única, desde que llegó a la ciudad de los elfos, se sorprendió gratamente al encontrarse con distintos negocios cada vez que doblaba en una esquina. Algunos hombres vendían armas, otros comida, y así sucesivamente.
Con esto en mente, Wang Hua empleó sus poderes de brujo para intentar manipular el flujo del espacio y hacer desaparecer una casa completa. Bueno, en realidad, la casa se hizo invisible. Gracias a eso, a menos que la persona cumpliera algunos requisitos, sería imposible toparse con la tienda. Lo que una persona necesitaba para llegar al lugar, era tener una mente limpia y pensamientos desinteresados, solo ellos podía entrar y comprar algún producto.
Claro que Wang Hua no era una persona estúpida, sabía que su apariencia destacaba incluso entre criaturas hermosas como los elfos, así que sin más remedio, tuvo que cubrir su cuerpo con una capa oscura y ocultar su rostro bajo una máscara demoníaca, la cual era realmente aterradora.
Aunque su pequeña tienda solo tuvo algunos clientes, las pociones y pergaminos se vendieron muy bien. Algunos de los clientes incluso compraban diez o quince pociones mágicas, dándole a Wang Hua una muy buena cantidad de Asys.
Hoy, como de costumbre, Wang Hua se sentó frente al mostrador, la máscara roja y negra en su cara era decorada con una nefasta sonrisa llega de dientes afilados, cualquiera que lo viese probablemente sentiría un escalofrío. A su lado, el pequeño Lian Xia se encontraba dormido sobre una silla de paja tejida, su pequeño pecho subía y bajaba, junto a algunas respiraciones menores. En resumen, el ambiente estaba muy tranquilo.
Fue en ese momento, cuando la campanilla sobra la puerta de repente tintineó. Una mujer hermosa y joven entró nerviosa mientras sus grandes ojos azules lo observaban todo con curiosidad. Cuando vió a Wang Hua, no pudo evitar temblar incontrolablemente, todo su cuerpo parecía estar hecho de gelatina.
Wang Hua se sorprendió, estaba apunto de hablar, cuando, para su sorpresa, pudo ver cómo la dama abría la boca y lloraba, su llanto fue tan fuerte, que incluso despertó a Lian Xia y lo hizo caer del asiento.
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Belleza inmortal: Rey De Los Asesinos
RomanceEn el siglo XXI en la moderna china, hay una belleza capaz de volcar la ciudad completa, ni siquiera las sexis modelos de las revistas se comparan con la "belleza" inmortal, los hombres pierden el aliento cada vez que la ven. "Hola hermosa señorita...