Largos minutos transcurrieron para que Otabek decidiera recuperar su forma humana, pues no podía continuar bajo el resguardo de la adorable imagen de ese hurón. Y aún cuando volvió a presentarse como el adolescente que era, el silencio se prolongó un rato más entre el par de amigos. Sino derribaba él esas barreras, aparentemente ninguno lo haría.
— En ningún momento fue mi intención la de violar tu privacidad, Yuri. Solo quería visitarte, saber si estaba todo bien... no pensé que me llevarías a la lechucería a escribirle al abuelo. — Se humedeció los labios con la lengua de manera compulsiva, porque ahora mismo no estaba seguro de que hubiera algún argumento que de verdad pudiera utilizar a su favor. — Hay muchas cosas en las que no pensé, supongo.
Todavía incomodaba el recordar el distanciamiento en esos días, después de la noche de Halloween y el picnic nocturno. Se vio obligado a bajar la mirada y morder su labio inferior... Bien, ahí iba al traste su intento de amistad con el pequeño mago. Caló profundo el notar que los pies del chico retrocedían otro par de pasos.
— Debiste transformarte antes de llegar a la lechucería... — le reprochó Yuri, y solo entonces logró levantar la mirada para contemplar como era ahora el menor quien permanecía sin despegar sus ojos del suelo, haciendo que el rubio cabello los resguardara de su propio escrutinio. — Al menos debiste hacerlo en cuanto viste que comencé a escribir a mi abuelo... — masculló apretando los puños.
¿Qué más podía decir?
— Sí, debí hacerlo. — suspiró. — Pero jamás se me pasó por la cabeza el contenido de tu carta, Yuri. Créeme que enterarme de esa forma de algunas cosas... no es algo de lo que me sienta orgulloso.
No, no se sentía en absoluto orgulloso y tampoco podía decir que se sintiera del todo culpable, no cuando su corazón todavía se aceleraba al recordar lo que indirectamente Yuri le había confesado con respecto a sus sentimientos.
— Te estoy conociendo y mi primer pensamiento fue que te ibas a enojar. Si ya estabas... ¿molesto? O si las cosas ya se veían extrañas, ¿que podía hacer frente a ello?
Las últimas palabras de Otabek le hicieron levantar el rostro de golpe e inevitablemente dejó salir lo peor de él. Porque Yuri siempre sacaba lo peor de él con propios y extraños, porque... ¿Por qué Otabek sería la excepción? Estaba demasiado acostumbrado a andar solo en Hogwarts y en cualquier sitio como para que siguiera restringiendose, especialmente ahora que se sentía herido.
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Auténtica Amortentia
Fanfiction¿Conoces el secreto para encontrar el amor verdadero? ¿Es la Amortentia el único método infalible para asegurarlo? Yuri Plisetsky y Otabek Altin, durante el último año en Hogwarts del Ravenclaw, descubrirán que lo suyo es auténtica Amortentia. Ese p...