Al percibir que Yuri le correspondía y que sus ojos se habían cerrado, Otabek imitó al contrario. Sus diestra se posicionó en la mejilla del menor con cariño. Sus labios se acoplaban y deslizaban sobre los otros, despacio, explorándose, recreándose en la textura de aquellos labios que sentía tan finos y dulces, como si nunca nadie los hubiera probado antes.
Su pulgar acarició despacio el pómulo, atreviéndose a tocar con el ápice de la lengua los labios ajenos, recorriendo el inferior con mucha cautela, como si estuviera probando terreno. No deseaba que nada le fuera tomado a mal, ni siquiera su poca o mucha experiencia en todo esto. Y entonces, pensando que todo marchaba bien...
— No... — susurró un Yuri jadeante y con el rostro completamente congestionado; bajando la mirada, pero sin alejarse más de la cuenta. — Nunca... — balbuceó con los verdes ojos clavados en algún punto muerto por encima de su hombro, quizás en cualquier sitio que no fuera su rostro. — No se... Besar con lengua. — admitió con el ceño fruncido.
Le sorprendió aquella detención repentina y mucho más la confesión que le siguió. El mismo no se consideraba ninguna clase de experto, pero... ser el primer beso de Yuri Plisetsky, era algo que le gustaría recordar.
— Déjame intentarlo... Déjate llevar — le pidió en un susurro, alzando cuidadosamente el rostro del menor para tener esos verdes y preciosos ojos a la vista. No lo iba a obligar a nada, por supuesto, pero de algún modo, no quería quedarse con las ganas de probar más de aquel muchacho.
Antes de recibir alguna aceptación clara, Otabek volvió a unir sus bocas en un beso lento, sin presionar al rubio. Le daría la oportunidad de decidir por él mismo; porque ya estar besando esos labios se sentía como una gran victoria.
"Dejarse llevar" era lo que venía haciendo prácticamente desde que había decidido que respondería con arrogancia a ese prefecto aquella noche en medio del campo de quidditch... Bien podría haber huido corriendo, intentar desaparecer con algún hechizo, pero acabó decidiendo quedarse y esta vez... Haría lo mismo.
Otabek se hizo con su boca y él no pudo no jadear ante la sorpresiva invasión. ¡Quería besarle! Deseaba tanto aprender sobre la marcha y si Otabek no le tomaba a mal que lo estropeará con sus intentos... Que hiciera con su boca lo que quisiera. Yuri acabó por descansar las manos sobre los hombros del Ravenclaw, incitandolo a que volviera a invitarle a profundizar el beso.
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Auténtica Amortentia
Fanfiction¿Conoces el secreto para encontrar el amor verdadero? ¿Es la Amortentia el único método infalible para asegurarlo? Yuri Plisetsky y Otabek Altin, durante el último año en Hogwarts del Ravenclaw, descubrirán que lo suyo es auténtica Amortentia. Ese p...