Capítulo V

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"Desconozco si estas en clase a esta hora o si pasas horas de estudio en la biblioteca

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"Desconozco si estas en clase a esta hora o si pasas horas de estudio en la biblioteca. Solo quería comentar lo curioso que me pareció no verte durante el desayuno esta mañana. Espero que todo este marchando bien para ti, Yuri Plisetsky".

Hacía unos días que Otabek había obsequiado a Yuri una pluma de tinta invisible, la clase de regalo que JJ le hiciera cuando recién se conocieron en primer grado, aunque en ese caso el canadiense solo la hubiera estado utilizando para desahogar las penas y chismes referentes a una supuesta novia que el chico decía tener en el colegio americano de Ilvermorny. Otabek y Leo en ese entonces estaban seguros de que era una novia imaginaria y que la tal Isabella Yang solo existía en la mente de su alocado amigo.

Sin embargo, en el caso de Yuri ni siquiera entendía el uso que en realidad deseaba darle a ese par de plumas, solo sabía que era la primera vez que le escribiría un mensaje y que lo hacía con una velocidad impresionante, casi desesperado fue que esperó a que las letras desaparecieran en cuanto terminó de garabatearlas en uno de sus apuntes de Astronomía, esa asignatura que aún en otras clases se la pasaba estudiando, pues estaba seguro de que sería la que más dolor de cabeza le daría al momento de presentar sus EXTASIS.

Una vez que el mensaje se desvaneció se dio la chance para disfrutar de un pequeño bombón relleno, de sus favoritos venidos de Honeydukes y que solía adquirir en sus visitas en Hogsmeade. Eran la clase de golosinas que llevaba guardadas en los bolsillos de la túnica para entretenerse cuando más sueño comenzaba a tener durante las clases. Era mejor mantenerse despierto comiendo que caer en la tentación de dormirse sobre el pupitre.

"Me he quedado dormido y he tenido que ir a clase sin desayunar. Creo que no fue buena idea quedarnos hasta tan tarde jugando ajedrez, porque al volver a mi habitación he tenido que desvelarme para conseguir concluir con mi tarea pendiente. Y ahora me tienes cabeceando terrible en clase de Adivinación".

Otabek solo fingía prestar atención a la lección del día de Encantamientos, tanto así que prefería repasar anotaciones de Astronomía o, mejor aún, escribirse con su nuevo amigo Slytherin... y con Leo, con quien compartía otra línea de mágicos mensajes invisibles. Al castaño le relataba un poco de sus aventuras nocturnas con Yuri y de la Iglesia le insistía en que le brillaba la mirada cada que veían aparecer cierta cabellera rubia por los pasillos. Otabek de verdad se esforzaba en negarlo.

"Ugh... Adivinación. Debo decir que no tengo la mejor de las opiniones acerca de tan noble y aburrido arte. Yo estoy realmente entretenido en clase de Encantamientos, empezando la preparación de los EXTASIS. Me siento un poco ansioso aunque no deseo que el tiempo transcurra tan rápido durante este año. Seguro que es la nostalgia. Por cierto, no prometo nada acerca de no hacerte participe de un nuevo juego de ajedrez mágico, eres un rival digno de reconocer".

Por una parte el Ravenclaw era rápido en escribir, pero la verdad era que Yuri o estaba muy aburrido en sus lecciones o le gustaba lucirse en velocidad para responderle. No transcurrieron ni dos minutos, en los que Otabek aprovechó para medio levantar la mirada y enterarse en qué iba la clase, y la caligrafía de Yuri Plisetsky volvía a aparecer en la esquina de una de las páginas de su ejemplar aburridisimo de "La búsqueda de la quintaesencia" abierto por ahí de la página cien y tantos.

Auténtica AmortentiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora