Llegar de nuevo a esta ciudad y encontrarme con un mundo tan diferente me desubicó, esto hizo que más rápido de lo que pensaba me pusiera al frente del equipo de abogados y junto con ellos atendiendo las leyes del país, empezara a solucionar el problema de la inmobiliaria y la revisión de una serie de cheques que supuestamente habían sido girados pero que mis padres jamás recibieron. Aparte de la entrega de la casa que los inquilinos habían cogido como propia y alegaban quedarse con ella según una serie de leyes de dominio sobre la propiedad, siguieron situaciones engorrosas y difíciles que tuve que encarar. Por tal motivo decidí quedarme en un hotel para agilizar los trámites y dar solución a los problemas.
Las cosas no fueron fáciles y durante siete meses trabajando con dedicación, solucioné los problemas y recuperé la casa, que por obvias razones entregaron echa un chiquero y desvalijada. La reconstrucción de la casa me llevó otros buenos meses, los obreros trabajaron de la mejor forma y aunque lentamente, lo hicieron bastante bien. Para ese diciembre los muebles se habían refaccionado y empecé la decoración de la casa y ya sin muchas ganas de volver donde mis padres, organicé e hice una adecuación de lugares que me permitieran vivir ahí, realizar mis pinturas, tener una sala de lectura y un sitio reconfortable para descansar y crear mis poemas. Además una sala de recepción, por si alguien llegaba a visitarme, deje un cuarto con buena luz para mi hermano si venía de pronto a Colombia.
En esos primeros días me despertaba al amanecer y me asomaba por la ventana de mi habitación en el segundo piso, todo era tan diferente a lo que había vivido, este sitio había cambiado totalmente, era difícil ubicarme, yo diría que el cambio era total, las calles estaban descuidadas, se veían un tránsito de muchas personas dentro de un entorno sucio y descuidado. Dormía poco, me levantaba a observar el vecindario y a recordar, al lado de la casa, había a una familia de personas mayores, que tenían dos hijas y un hijo que estudiaba en un colegio oficial y nunca frecuentaba las reuniones de la iglesia, era un joven muy serio para su edad.
Como atraído por mi pensamiento, en la tarde apareció este señor, saludo y se presentó como Roberto, me contó que se sentía más solo porque Flor de Sol, su hijita, que quería ser bailarina y estaba matriculada en una academia para aprender el baile del vientre se había ilusionado y quería irse con la profesora para la Argentina a un sitio especial donde iba a triunfar. Lo invité a seguir, le ofrecí un vino y le pregunte por la familia. Me hizo un relato sobre la muerte de sus padres y como al morir el padre, él había tenido que dejar sus estudios y hacerse cargo de la casa. Agregó muy eufórico, este vino me ha caído maravillosamente, he estado deprimido por lo de mi hija, hoy voy a visitar a la profesora para ver de qué se trata el viaje y si podría viajar en su compañía.
Al salir a despedirlo reconocí a don Ernesto, un amigo que fue de mi abuelo y lo salude, me invitó amablemente a una taberna encantadora, quería preguntar por mi familia y contarme que él y su esposa habían perdido un litigio, motivo por el cual tenían pocos días para entregar la casa. Estaba triste, y me explicaba que ahí habían vivido desde siempre, que estaban dolidos y más su esposa que había por años cuidado sus hermosos rosales. Me puso al día sobre el barrio, me recalcó que esto había cambiado mucho, que ahora todo era diferente y había que tener mucho cuidado, porque había una mano de pícaros y de ladrones, que no me descuidara. Le pregunte por la casa tipo inglés de la esquina donde vivía una muy buena amiga de la abuela y de mi madre. Me explico que ahora era de un tipo que traficaba con droga y aparentemente tenía una librería. Me picó la curiosidad y le pregunte que había sido de la niña de los Brigartd que tocaba piano. La niña hermosa murió misteriosamente, aunque unos dicen que su padre la llevó a vivir con su familia a Estados Unidos. Quede sorprendido ante la respuesta y disimule preguntándole por mi amigo Luis Cano y su familia de periodistas. Esa familia hace mucho tiempo se fue de por aquí a vivir al norte, vendieron esa casa muy barata, ahora hay ahí una casa de oración, dirigida por un pastor que vive con su madre y un joven que parece tiene retardado mental. Don Ernesto estaba preocupado por la casa que debía entregar, así que me dejo su nuevo teléfono y quedamos de volver a conversar.
Parecía yo como un ser de otro mundo que acababa de bajarse en un planeta extraño, esto no tenía nada que ver con el sitio donde yo había vivido mi adolescencia. Que cantidad de cosas le suceden al ser humano desde que nace hasta que muere, en todos hay nostalgia, tristeza, hay rupturas bruscas y mucha soledad. Todo esto me ha dejado pensativo, me preocupa vivir en este mundo diferente, veo que tengo que dar muchas batallas, pero esto se me presenta como un reto, en donde el afecto es como una navaja que desgarra.
No he podido dormir a pesar de los buenos vinos que bebí, es un insomnio reflexivo. Si vuelvo a mi ciudad encantadora, a mi Ámsterdam del alma, si sigo con mis clases de pintura y gozo con mis paseos en bicicleta y con mis mujeres hermosas. De verdad me da miedo quedarme aquí, a las personas las veo que salen, trabajan, estudian van y vienen pero llevan encima de sus espaldas mucho dolor. Me da la idea que de pronto alguien misterioso les arrebata su alegría, parece que no extrañan a nadie, tal vez porque nunca han tenido un ser especial que les motive a tener una espera amorosa. Pero que puedo aporta yo, que he caminado como un gitano, haciendo la voluntad de mi padre. Estaba feliz y disfrutaba aquello que me gustaba, la pintura. Ahora aquí como una rueda suelta sin saber que hacer, ni de qué voy a vivir. Me siento libre en el sentido que no tengo el peso de mi padre exigiéndome, es mucha la libertad que he conseguido aunque ciertos patrones de conducta siguen ahí. Necesito conseguir un trabajo que me aporte económicamente y así pueda liberarme de mi padre.
ESTÁS LEYENDO
EL PINTOR
RandomMEMORIAS DE UN COBARDE MIRANDO LAS FICHAS DEL AJEDREZ YO ERA LA TORRE. HACIA DONDE ESTUVE DIRIGIENDO MIS PASOS EN ESTE TRASEGAR DE MI VIDA. ¿HA PENSADO USTED HACIA DONDE VA? PORQUE NO QUIERO QUE AL FINAL DE SUS DÍAS VEA QUE SE HA...