Me perecía como una traición el haber puesto en mi corazón a Cecilia, era otro estilo de persona, mas sofisticada, moderna, de mirada imponente, muy segura de sí misma y porque no decirlo desafiante, me atraía sin conocerla. Me dediqué a la pintura, aquella bella imagen de un ser humano convertido en ángel, me exigía algunos retoques, me obligaba a recordar mi juventud, a volver a vivir mi adolescencia, no entendía por qué no se veía la mirada de ese ángel de paz que había dibujado. Sus manos blancas, lánguidas, dulces, acariciaban el aire al no encontrar a nadie a su lado. No podía diseñar su boca y no aparecía bien definida su cara, el conjunto era melancólico y la candidez que demostraba tenía una cierta sexualidad que invitaba al deseo y casi a la lujuria.
Pensé, que la vida es una combinación de dos elementos indiscutibles: nostalgia y placidez, si se da el uno casi inmediatamente aparece el otro y ese conjunto llega a desesperar, a confundir el odio con amor y el amor con odio, la esperanza con desesperanza. La contemplación del cuadro me iba sosegando, me tranquilizaba el saber que lo que allí había no era solo una figura plasmada en el lienzo, había vida, emociones, sentimientos, deseos, anhelos. La imagen tenía, una expresión de una sutileza que invitaba no solo a la meditación, iba a la contemplación, al éxtasis. Me llevaba a perder el contacto con lo real, con lo cercano, con lo material y ahí quedé suspendido muchas horas.
Amanecí melancólico y triste, pensé en Roberto, en mi amigo Ernesto, necesitaba tener contacto íntimo con alguien, fui a la librería en busca de Cecilia, pero ella estaba muy ocupada despachando un pedido y revisando unas facturas, me guiño el ojo y me insinuó que la esperara, durante ese tiempo pude detallar su finura, su delicadeza. Una mujer así sería una excelente compañera para mí. En ese momento apareció su esposo, marido o compañero. En que puedo atenderlo porque ella esta muy ocupada en este momento. Gracias le dije, volveré en otra ocasión y salí precipitadamente.
Ese hombre con su actitud ponía una barrera entre Cecilia y lo que de pronto yo deseaba. Me puse a ver fotos de mis abuelos, padres, hermanos y primos, a todos los recordaba con nostalgia. Mire las fotografías tomados por un joven de nombre Eduardo que solía sacarlas cuando nos reuníamos con el padre José. Esa era su afición y luego nos las regalaba, ahí estábamos todos los chicos del barrio, pero la niña del piano, no. Me detuve ante una foto donde estábamos mi hermano y yo, era un hermano de verdad, había sido padre, amigo, además de hermano. Había un retrato importante de mi padre cuando lo condecoraron como un alto oficial de la Marina y yo estaba ahí junto a él, él orgulloso de su hijo y yo de mi padre.
Esa noche volvió un sueño que aparecía de vez en cuando, era una mujer joven, una adolescente envuelta en tules vaporosos que me sonreía y me agradecía mi fidelidad, me tendía sus dos blancas manos, yo le tendía igualmente las mías, pero en el momento de querer tocarla desaparecía. Sentí tristeza de hablarla traicionado con mi deseo de acercarme a Cecilia me levanté, quedé un tanto impresionado por lo que había pasado con el sueño.
Voy para ocho años, de vivir en esta ciudad, en este sitio, divagando sobre mi vida, sobre el amor y ahí montado en una cuerda floja que nunca me lleva a ninguna parte. Yo creo que pasar la Navidad con mi familia me va a ayudar bastante, estoy planeando la forma de dejar muy organizado mi trabajo, ver el tiempo del que puedo disponer y concretar a Adiela para que se haga cargo de la casa. Tan motivado estoy que poco interés presté al ver a Cecilia que se excuso por no haberme atendido y venía a preguntarme si tenía un Video Bean que le pudiera facilitar. La hice seguir, se lo entregué sin decirle nada, fui parco en palabras, lo recibió y prometió llevarlo en la noche.
Ya tengo casi todo listo, el pago respectivo que reciba por el trabajo hecho, es el dinero del que voy a disponer para mi viaje a Londres y pasar Navidad en familia. Desde hoy mismo voy a dedicarme a la pintura, para llevarle a mi hermana, a mis padres y sobre todo a mis sobrinas unos cuadros navideños interesantes y pienso usar unas nuevas técnicas que están de moda. Vino en la tarde la secretaria del arquitecto, quería que le facilitara un libro de consulta, para un trabajo específico que debía realizar, lo buscamos entre los dos. Me di cuenta que es una chica joven, muy simpática y agradable, le insinué como debía hacer su trabajo y estuve muy bien en su compañía.
En la noche vino Cecilia a entregarme el video bean, me gusto su sonrisa y la forma amable y amistosa como agradeció el préstamo, quise corresponder pero recordé que es la compañera del mafioso, además estoy casi seguro que no vuelvo más a este país. Mi interés es empezar a armar mis maletas, en dos días salgo para encontrarme con mi querida familia. La expectativa de verlos me produce una ansiedad como nunca antes había sentido. He pensado que lo mejor es quedarme con ellos, olvidar estos ocho años en donde no he hecho nada meritorio, simplemente me estoy escondiendo de algo que no se que será. El haber conseguido un buen empleo no es para mi solución, lo que deseo es dedicarme de lleno a mi pintura y a escribir. Creo que es lo mejor y allí lo voy a conseguir. Vivir al lado de ellos y dejar todo este mundo tan heterogéneo por uno más pacífico y uniforme me será de gran agrado, además qué he hecho aquí en estos ocho años.
Organice el dinero que debía dejarle a Adiela, ella me tenía convencido que ahora que la casa quedaba sola, mandara hacer los arreglos de albañilería y algunos otros daños que hay a nivel de electricidad por unas salidas de agua y luego la mandara pintar. Al otro día en la tarde vino el esposo de ella, quien va a hacer los arreglos. Se acordó una suma para compra de materiales y otra por la mano de obra. Así no vuelva la casa necesita estos arreglos.
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EL PINTOR
RandomMEMORIAS DE UN COBARDE MIRANDO LAS FICHAS DEL AJEDREZ YO ERA LA TORRE. HACIA DONDE ESTUVE DIRIGIENDO MIS PASOS EN ESTE TRASEGAR DE MI VIDA. ¿HA PENSADO USTED HACIA DONDE VA? PORQUE NO QUIERO QUE AL FINAL DE SUS DÍAS VEA QUE SE HA...