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Llegué directo al Santuario pedí perdón a Rosalina y lloré la suerte de toda esta gente y el lío tan tremendo en que Eduardo me había metido, fue una manera estúpida y habilidosa. Por qué lo hizo, pienso que Eduardo anda por ahí, que la tal Lucy no era él, lo hubiera reconocido. No quiero quedarme, siento miedo y no tengo el suficiente carácter para hacerle frente a esta nueva situación. Si salgo bien librado como espero, vendo las casas, pago las deudas, sigo trabajando a distancia y vuelvo a Ámsterdam mi ciudad querida. No quiero vivir más en este sitio, ni en este país, si me uno con Carmenza y adoptamos a Andreína, será bajo mis condiciones.

Agradecí a mi hermano su gentileza, le dije que ahora lo valoraba más que antes y que nunca iba a olvidar sus lecciones, nos despedimos y ya en la soledad del Santuario recordé los papeles envueltos que había encontrado debajo de las mantas, los saqué, los desarrugué y vi un escrito salpicado de lágrimas, que decía:

"No quiero juzgar a nadie y si me equivoco perdónenme, mi vida se ha movido entre el odio y el amor, siempre tuve miedo a ser feliz, porque había sido muy feliz y de pronto no lo fui más, sino unos pocos ratos. Era una muñeca hermosa que mostraban como trofeo, me forzaron a aprender notas que no me interesaban, lo que me gustaba era dejar que mis manos jugaran sobre el teclado y que ellas produjeran sonidos, esto solo lo logre con mi abuelita Rosita, era feliz con ella. Gozábamos cuidando el jardín y contando las nuevas flores que salian. Inventábamos juegos, igual lo hacía con mi hermano Luisgonzaga, pero me prohibían jugar con él, porque estaba enfermo y era delicado. Parecía que hubiera en algún lugar un escrito que dijera: no puedes ser feliz.

No se porqué amé hasta la locura a "Mi pintor", desde que lo vi lo amé, pensaba solo en él y morí pensando en lo felices que hubiéramos sido, como hubiéramos gozado con la pequeña Andreína, enseñándole a pintar y a tocar piano, bailando en el aire y luego trasladando mi Santuario, cerca al mar, para que nuestra imaginación aumentara. Me siento demasiado débil, me da fuerza el recuerdo de Andrés y de Andreína, si me muero, desde lo más etéreo los estaré cuidando y bendiciéndo. Con todo mi amor. Rosalina".

Hay personas habilidosas que saben buscar personas sin carácter, como yo, para tejer sus astucias y echarnos encima culpas y desgracias. Siempre hay una persona sin carácter en quien se apoyan. Por qué ella habían acabado tan tristemente con su vida, de qué estaba hecha Alba Rosa y su madre.

La tristeza que me embarga es infinita, el no sentirme culpable no satisface mi dolor. Mi único refugio es este sagrado Santuario donde ella vivió, soñó y sufrió. Era un ángel, es un ángel. Dime mujer qué puedo hacer para resarcir en algo esta pena. Me anima el recuerdo de mi profesor de pintura que siempre me enseñó a vivir el presente, sin pensar ni en el atrás, ni en el adelante, esa era su manera de actuar y tengo que hacerlo, no dejaré nunca de hacer presencia en el aquí y en el ahora.

Adiela vino a buscarme para que me fuera para mi casa, llevaba ya dos días sin dormir, ni comer. Estaba preocupada, me aconsejaba que me fuera a vivir con mis padres y me decía que adoptara la niña, sería una recompensa por lo que sufrió Rosalina. Ámela, siga trabajando, váyase porque los recuerdos van a acabar con usted. Valórese, si lo que le gusta es la pintura y escribir, dedíquese a eso, no siga llevándole la idea a todo el mundo. Ya que puede váyase a la ciudad de sus sueños, aproveche que tiene una hermosa familia, se imagina en estas circunstancias y sin ellos.

Adiela se portó en estas mis peores circunstancias, como una madre, me estímulo, me dio su apoyo y junto con Carmenza fueron mi fuerza en esos momentos tan difíciles por los que pase. Hoy me ayudó a hacer mi equipaje, a organizar las casas y se comprometió a estar pendiente mientras se van vendiendo. Me dio su palabra de estar pendiente del Santuario, arreglarlo y orar pidiéndole a Dios me hiciera un hombre de carácter.

EL PINTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora