Prólogo

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14 de junio del 2015

Estaba en mi cuarto encerrada leyendo . No era nada nuevo el que me fuera a leer desde que terminara de cenar, pues a mis padres les encantaba eso. Decían que el que leía aprendía miles de cosas nuevas y las personas que leen son de mente más abierta. Yo les creo, siempre lo he hecho.
Pero a excepción de otra noche, esta era más oscura. Más fría que las anteriores y sentía que alguien nos vigilaba. Pero tal vez eran cosas mías, aun así a los 15 años creía en cosas sobrenaturales y más cuando veía una película de terror basado en hechos reales. Bueno, debía relajarme, y mantener la calma. Así que para continuar con mi lectura decidí bajar por una taza de chocolate caliente. Lo que se me hacia extraño era que todo estaba en silencio total, y eso que eran las 10:30 p.m. casi siempre a esta hora mis padres estaban despiertos, tal vez decidieron dormir temprano hoy.

Baje las escaleras y había un extraño olor por toda la oscura sala, lo ignore y entré a la cocina, tome el chocolate y una fuerte corriente de aire frío hizo que mi piel se pusiera de gallina. Tal vez papá o mamá dejaría una ventana abierta en algún lugar. Salí a la sala y pide con mis pies descalzos algún líquido tibio y algo pegajoso.
Hice una mueca de asco, mientras caminaba a encender la luz para ver que rayos pisé. Escuche un extraño ruido, me puse algo nerviosa y entonces, al encender la luz la escena que vi me puso la piel helada y quede sin aliento.

Mis padres en el suelo y un extraño sobre mi padre devorando su cuello, grite como nunca y este al mirarme con sus ojos rojos y largos colmillos hizo que mi cuerpo temblará y saliera corriendo. Había sangre en todo lugar, gritaba y corría. Mientras me negaba a creer la escena en la sala. Mis padres no podían estar muertos, lloraba desconsolada mientras me escondía bajo la cama con el teléfono en la mano y llamaba a la policía. Lo escuche subir las escaleras, mi cuerpo no dejaba de temblar.

-911, ¿cual es su emergencia?

-Por favor, necesito una ambulancia y a la policía, por favor.-lloraba y trataba de no hablar muy alto para que el agresor y asesino de mis padres no me encontrara.- él esta cerca.

-Mantén la calma cariño, dame la dirección y mandare a dos patrullas y una ambulancia. Trata de no hacer tanto ruido.- la voz de la señora era algo paciente, le di la dirección y cuando lo vi abrir la puerta mi corazón comenzó a latir muy deprisa.

-Está aquí.-susurre.

-Tranquila, llegarán en máximo 3 minutos.-dijo y entonces lo escuche reír.

-Vamos pequeña...sal, ya te escuché, te puedo oler...-lo vi rodear mi cama y solté el teléfono.- ¡Y se donde estás!

Grite cuando me tomo de los pies y me estampó contra la pared. Pude distinguir el color de su cabello, era negro y largo hasta los hombros, sus ojos eran rojos y eso me asustaba aún más.

-¡Sueltame! ¡AYUDA!-grite y este me tomo del cuello, apretó con fuerza y me susurro al oído.

-Puedo oler la sangre corriendo por tus venas, pequeña.-lamió un lado de mi rostro y sentí asco. Me lanzo contra el armario y me golpeé fuerte la cabeza, veía todo borroso. Chille al sentir un líquido tibio salir de mi cabeza, me tomó de la muñeca y apretó fuerte. Grité y este sonrió.

-Por favor, no me haga daño. Por favor.-le suplicaba, pero era en vano. Escuche las sirenas de las patrullas y este me miró mal.

-Tienes suerte, bonita. Nos veremos algún día.-dijo y me golpeó tan fuerte que perdí el conocimiento.

Solo quería que fuera una pesadilla y que mis padres estuvieran bien.












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HOLA!!!
Aquí el inicio de todo, espero les guste mi historia. Subiré el primer capítulo pronto, por favor voten y compartan. Seria de gran ayuda.


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