Capitulo 19

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A la mañana siguiente cuando desperté, lo primero que hice fue lavar mis dientes e ir a la cocina, de la cual venía un delicioso olor a chocolate y pan tostado. Hacia un frío tremendo y lloviznaba, pero era algo soportable.
Dalton estaba untándole mantequilla a un par de tostadas y se giró para darme una pequeña mirada no tan helada como la que suele dar.
Entonces recordé lo qué pasó anoche y mis mejillas no tardaron en ponerse rojas.

-Buen día.-dijimos al mismo tiempo y yo solo me senté en la mesa con cuidado. Dalton pone las tostadas y una taza con chocolate en frente de mi, le di una pequeña sonrisa. Él se sentó frente a mi y ladeó su cabeza.

-¿Te sientes mejor?-Su pregunta me hace levantar la mirada y dejar la taza sobre la mesa.

Aclaró mi garganta.

-Estoy bien, siempre me sucede.-digo lo último por lo bajo y este sonríe un poco. Tomo un sorbo de mi chocolate y suspiro, miro por una ventana qué hay en la cocina y la piel se me puso de gallina.

-¿Tienes frío?

-Un poco, pero el chocolate me hará entrar en calor.-le respondo y este se cruza de brazos.

-No mentía sobre lo que dije anoche.-dice de repente y yo lo miré algo sorprendida.-Te protegeré siempre, Alisa.

-¿Por qué?-le pregunté sorprendida y a la vez intrigada. ¿Porque razón Dalton me protegería? Apenas me conoce y eso que ha hecho bastante por mi, aunque sé que quiere algo a cambio. Cuando él separa sus labios para contestar, mi teléfono suena. Rendida, mire la llamada entrante.

"Hollie"

No podía rechazar la llamada así que solo le di una última mirada a Dalton, el cual con cara de al parecer alivio salió de la cocina dejándome sola. No tuve de otra que contestar.

-Hola, Hollie...






Rato después estaba lista para enfrentar a Dalton para que me diera explicaciones, y solo encontré una nota que decía que regresaría más tarde.
Rendida fui al cuarto a darme un baño y ponerme algo caliente, cuando había terminado vi los mensajes y llamadas perdidas de Caspian y Sebastian, unas cuantas de Dakota y Marco. Entre al grupo de la familia y envié un mensaje.

Yo: Chicos, estoy bien. Dejen de preocuparse.

Caspian: ¿¡Por que carajos con contestas el teléfono!?

Sebastian: ¿Como sabemos que estamos hablando con Alisa?

Yo: Porque solo Alisa sabe lo que vio en su departamento🌝

Sebastian: ¡Alis!

Caspian: Te llamaré y más te vale que contestes.

Dakota: Alis, cariño. Espero que  te la estés pasando bien, vuelve pronto.

Le inventamos a Dakota que estoy de vacaciones con Hollie, cosa que es más que obvio que no es cierta. Lo que tuve que hacer para que Hollie aceptara cubrirme.

Llamada entrante..."Caspian".

-Estoy viva, Caspian.-respondo rodando los ojos y lo escucho suspirar.

-No tienes idea de lo preocupados que estamos. Debes de dejar esta locura, Alisa. Olvida todo este asunto.-lo escucho del otro lado y me siento bastante enojada por su petición, no dejaré que Draco se salga con la suya, la muerte de mis padres no se quedara como si nada.

-Lo que me pides es mucho.-digo bajando a la sala con el celular en el oído y viendo todo a mi alrededor.

-Claro que no, lo que te pido es solo que tengas una vida tranquila y normal.

-Hablamos luego, Caspian.-digo y corto la llamada.

Miro fuera a través de una de las ventanas de la sala, ha dejado de lloviznar y al parecer tal vez salga el sol. Pero lo que más llama mi atención es un pequeño ciervo que juro me está observando desde la entrada del bosque. 
No sé porque salgo de la cabaña y me acerco a la pequeña criatura que me observa sin moverse. Entonces escucho un aullido, así como de lobo y el ciervo corre dentro del bosque. Algo me decía que fuera tras él, y solo pensé que estaba loca. Si Dalton llegaba y no me encontraba seguro que se enojaría muchísimo. Me giré y justo frente a mi estaba él. Solté un grito y él giró su cabeza.

-¿Qué haces?-pregunta y sonríe, pero era una sonrisa algo siniestra.

-Nada.-le respondo pasándole por el lado y entrando a la cabaña.-¿A donde fuiste?

-Fui a dar una vuelta.

Asentí y me senté en uno de los muebles. Dalton me miraba fijamente y era algo que incomodaba un poco igual que el silencio que había entre ambos.

-Dalton.-lo llamo y este parpadea.

-¿Si?

-Se que te tengo cansado con mis preguntas sobre tu pasado, pero...-El suspira rodando los ojos y yo arqueo mis cejas.- Pero quiero saber más de ti.

-¿Por qué?

Porque todo de ti me intriga, maldita sea.

-Curiosidad.

-Eres muy curiosa, risitos.-dice y yo muerdo una esquina de mi labio inferior mientras miraba el suelo.-Entonces, todo de mi te intriga.

Mis mejillas ardían y mire mis dedos.

-Si, ¿y eso qué?-le digo armándome de valor. Él se me acerca de más.

-No deberías jugar con fuego, Alisa.-Susurra cerca de mi rostro.

-Yo no le temo a las llamas, Dalton.-susurró más cerca de él, sus ojos azules fijos en los míos. Su nariz rozando la mía.

Sus manos que estaban tibias tomaron mi rostro y rozó nuestros labios, sentí mi piel ponerse de gallina. Mi corazón palpitaba muy rápido y los uno. No sé cómo tome valentía para besarlo, nuestros labios encajaban perfectamente, como si fueran hechos para estar así de unidos, profundizamos el beso. Sus labios se movían lentamente sobre los míos, mis manos fueron directamente a su cabello para hundir mis dedos en el. Ladeamos la cabeza para poder obtener más de ambos, sus labios suaves y firmes sobre los míos se sentían bastante bien. Podía sentir y de alguna manera sabía que lo hacía de esa manera para no lastimarme. Entonces pasa, me doy cuenta de lo que estamos haciendo y nos aparatamos.

Nuestras respiraciones agitadas y nuestras miradas fijas, me pongo de pie y subo al cuarto corriendo. Mi corazón estaba por explotar y sentí elefantes en mi estómago. Toque mis labios húmedos e hinchados por el beso.

Sonreí como una idiota.

Lo hice...

Acabo de besar a Dalton...

Stone ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora