Cuando baje del cuarto para preparar una rica cena, ni siquiera sabía cómo iba a reaccionar si me topaba con Dalton. Hoy nos habíamos besado y debo admitir que su presencia me hacía sentir nervios, pero no nervios malos, más bien esos elefantes en el estómago que no te dejan en paz.
No quisiera decir que Dalton empieza a gustarme de más, pero era cierto. Dalton estaba sobrepasando esa línea entre gustarme a empezar a enamorarme.Solo fue un beso idiota, no es como si estuvieras asfixiada por él.
Eso pensé antes de entrar a la cocina y darme cuenta que no se encontraba, gracias a Dios. Pero al girarme para buscar algo en la despensa, allí se encontraba. De brazos cruzados recostado al lado de esta, me sobresalte y al poner mi mano en el pecho este sonrío.
-Ho-la.-tartamudo y me siento bastante patética.
-Alisa, no quiero que te sientas incómoda en mi presencia. Lo que sucedió sólo fue un impulso, no volverá a suceder.-dice y siento una gran decepción, ¿la razón? Tal vez el hecho de que ha Dalton solo le pareció un impulso y no lo volverá a intentar.
Pero yo quiero que vuelva a suceder.
No lo voy a negar.
Sonrío y negó varias veces mientras se acercaba a mi.
-Te dije que no jugaras con fuego.-me susurra en el oído y luego me mira fijamente.-Ten cuidado con lo que piensas.
Abro la boca un poco sorprendida y sentí mi rostro arder. Él ha estado escuchando mis pensamientos, siento que no tengo privacidad.
Me armo de valor para decirle.
-Entonces dame un poco de privacidad y deja de escucharlos, sé que puedes hacer eso.-digo y este me da esa hermosa sonrisa de lado.
-Puedo, pero tal vez no quiero.
-Dalton.-digo y este se da vuelta.
-Las chicas vendrán pronto. Ya mañana será el baile.-dice mientras salía de la cocina.
-De acuerdo.
Tomé mi teléfono y contesté todos los mensajes de los chicos, de Dakota, Marco y Hollie. Esta última estaba muy emocionada porque muy pronto entraríamos a la universidad, la verdad había olvidado por completo aquello. Solo pensaba en el baile y lo nerviosa que estoy porque hablaré con la reina.
Pronto los vengaré, mamá y papá.
De la despensa solo tomé una sopa instantánea y con eso cené. No me encontré a Dalton por ningún sitio y aunque la cabaña no era tan grande quise investigar un poco, soy algo curiosa la verdad.
Entre en un cuarto y todo estaba limpio, pero algo llamó mi atención y fue un libro arriba de una mesita, lo tomé y me di cuenta que en realidad era un álbum de fotos. Al abrirlo vi varias fotos en blanco y negro, y una en donde estaba Dalton y Jessica.-¿Te perdiste?-la voz de Dalton me hizo sobresaltarme y soltar el álbum que cayó al suelo.
-Debes dejar de hacer eso.-digo y él mira al suelo.-Ya lo recojo, lo siento.
-Es solo un viejo álbum de fotos.-dice acercándose.
-Ya veo. ¿Tú y Jessica se conocen desde hace mucho?-le pregunto sintiendo mis mejillas arder.
-La verdad, es que llevo mucho tiempo conociéndola. -me mira y sonríe.-No debes sonrojarte por esa pregunta.
Bajo la mirada.
-Lo siento.
-Y dejar de disculparte por cosas sin importancia.
Sonreí.
Luego recordé lo del baile y tuve ganas de saber más, tal vez como debería comportarme.
-En el baile, ¿notarán que no soy como ellos?-le pregunto y este se recuesta en la cama.-Quiero decir,que no soy vampiresa.
-Rosaura te dará algo para que no reconozcan tu olor.-dice y yo asiento.
-¿Como debería comportarme?
-Se tú misma, siempre.-me mira y luego guiña un ojo.
-No entiendo como puedes ser frío, luego amable y después coqueto.-me pongo una mano en la frente y este ríe.-Estás loco.
-Te falto sensual.
-La verdad siempre lo eres.
¿Dije eso en voz alta?
Me sonroje cuando escucho su risa y me doy cuenta que si lo dije en voz alta. Me siento a su lado y río con él. Aveces Dalton no resultaba ser tan idiota.
-De vez en cuando no es tan malo estar contigo.-dice y yo lo miro arqueando una ceja.
-Idiota.-le digo.-Pero no miento cuando digo aquello.
-Lo sé. No mientes al decir que soy sensual.
-No me refería a eso en específico, piedra.-digo y él se acerca de más a mi.
-Si, aveces soy coqueto.-susurra y mi respiración se para.-Como ahora.
En ese instante escuchamos un ruido y él se separa de mi muy rápido, pude respirar una vez más. Me puse de pie y salí del cuarto tras él, abajo estaban Rosaura y Jessica. Ambas nos miraron, Rosaura me sonríe y yo a ella.
-Bienvenidas.-digo y Jessica me da una mirada helada antes de subir por las escaleras.
-Gracias, Alisa.-responde Rosaura quien se sienta en el sofá y deja unas maletas en el suelo.-Quiero mostrarte el vestido que conseguí para ti. Es hermoso y la máscara igual.
Me le acerco y la verdad es que ella me da confianza, no le temo. Es como si la conociera de mucho tiempo.
-Oh, gracias.-digo y ella me toma de las manos. Las de ella no estaban frías, sino tibias, casi calientes.
-Desde que lo vi supe que era para ti, es que ya sabes que aunque es un baile de máscaras usaremos vestidos grandes.-dice mientras habría la maleta y saca el vestido, era hermoso, color lila, mangas largas y con detalles en gris.
-Oh, es hermoso. Muchas gracias.-dije y luego saco unos tacones que combinaban.
-Esto es para ti, y el vestido se le quita la gran cola y falda para que sea uno largo elegante.-dice y yo le sonrío.
-Es precioso.
-Gracias. Mañana nos arreglaremos e iremos al baile. Prepárate para hablar con la reina.-dice y yo asiento con una sonrisa.
-Les agradezco mucho esto que hacen por mi. De verdad.
-No es nada, se lo debemos a tu padre.-dice y yo pongo cara confundida.
-¿A mi padre?
-¡Rosaura, te necesito aquí!-escuchamos la voz de Jessica y Rosaura me mira algo nerviosa, para levantarse e irse.
¿Que habrá querido decir Rosaura con eso?
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Stone Cold
Vampire¿Es posible amar a un ser que no tiene alma? Entra a la historia y lee el prólogo , te aseguro a querrás saber que más sucede. Todos los derechos reservados, prohibido copiar.