Capítulo 13

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Estábamos dando un recorrido por mi antiguo hogar, una vez a la semana Dakota manda a alguien a limpiarla, pero siempre tengo ese olor implantado en mi nariz. Tenia tiempo que no entraba, todo se veia limpio como si nada hubiera pasado. Saylas miraba todo interesado, al parecer le gustaba éste estilo victoriano de la casa. Subí las escaleras, los recuerdos llegando a mi mente.

Flashback

Corría escaleras arriba gritando y riendo. Papá estaba detrás de riendo, diciendo que me iba a atrapar.

-¡Mami! ¡Rápido!-grito riendo.-¡Papi me va a atrapar!

Mamá salió del cuarto y me tomó en brazos mientras corría a mi cuarto, la ventana estaba abierta y el sol entraba, papá se quedó parado en la puerta y mamá me miró.

-Ya la cierro.-digo, cierro la ventana y con las cortinas la tapo. Sonreí y seguí riendo. Papá me tomó en brazos y me hizo girar.

-¡Te atrape!-grita y caímos en la cama. Los tres. Juntos. Como una hermosa familia.

Fin

Sentí un par de lágrimas caer cuando abrí mi antiguo cuarto. Todo seguía igual que antes, me acerqué a mi cama y me senté en ella. Abrí una de las gavetas de mi mesita de noche y encontré una caja. Confundida la tomé y vi una marca en forma de rombo, también había una carta. La abrí.

Para: Alisa Becker.

De: Madre y Padre.

Nunca había visto esto aquí. Limpie mis lágrimas y sentí que alguien me miraba, Saylas estaba en el marco de la puerta y me miraba curioso. Sus ojos azules viajaron de mi rostro a la caja. Se acercó y me puse de pie.

-¿Sucede algo?-pregunta y niego.

-Es solo que este lugar me trae muchos recuerdos.-respondo.

-Entiendo.-dice y mira la caja.-¿Qué hay dentro?

-No lo sé, pero al parecer va dirigido a mi.-respondo-¿Y que te ha parecido la casa?

-Me gusta. Y mucho. Quisiera ver el jardín trasero.-dice y asiento. Bajamos al patio trasero donde habían muchas de las flores favoritas de mamá, orquídeas blancas y las rosas negras. Pero estaban descuidadas, incluso secas.

-Vaya. Esto me recuerda un lugar muy importante para mi.-dice tocando una rosa.

-Eso decía mi padre.-digo de repente y escuchó mi estomago rugir. Saylas me mira.

-Te invito a comer algo.-dice y niego.

-No es necesario, en serio.

-Vamos, o me voy a ofender.-dice y yo le sonrío.-De verdad que lo haría.

-Claro.-le digo y él me sonrie.-Pero vamos a una cafetería cerca.

-Bien.

Subimos a nuestros autos y fuimos a la cafetería más cercana. Dejé la caja en el asiento de copiloto junto con la carta y flores, salí del auto, Saylas ya me esperaba en la puerta y sonreía.
Nos sentamos en una mesa cerca de una ventana y pedimos algo de comer.

-No eres de por aquí, ¿o si?-le pregunto a Saylas el cual sonríe y niega.

-La verdad vengo de muy lejos.-dice.

Stone ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora