Capítulo 3

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-Pero que hermosa estas, Alisa.-escucho el comentario de mi vieja amiga Hollie. Era una rubia guapa de ojos verdes, piel algo bronceada y una sonrisa encantadora, su cabello que estaba hasta sus hombros caían en rizos perfectos, siempre envidie su cabello.

-Gracias.-dije y le sonreí cuando me pasó una taza con café. Vine a su casa a visitarla esta tarde para invitarla a la cena o más bien fiesta de mañana. Era algo así como mi casi mejor amiga, era una de las pocas personas con las que hable después del asesinato de mis padres  y es una gran persona que me dio mi espacio cuando lo necesite. -Espero que vayas mañana a la fiesta. Lleva a un par de amigos, los que quieras.

Ella me dio una sonrisa de boca cerrada.

-Si, llevare a Oliver y a Pablo.-dijo y asentí, le di un sorbo a mi café.-¿Y que piensas estudiar?

La miré. -Aún no me decido.

-Mmm, ¿entre cuales profesiones?

-Entre administración de empresas o derecho.-le respondo y ella asiente.

-Te iría muy bien en administración, ya que puedes poner tu propia empresa con el dinero que has heredado  de tus padres...dicen que fue una gran fortuna.-dice lo ultimo por lo bajo y yo arrugue la frente mirando mi taza de café.

-Te creo, puedo pagar mi profesión y poner mi propia empresa con el dinero.-dije.-Una empresa de diseño de hogares.

-Me contratas.-reímos al unísono.

Tomé mi teléfono el cual le había llegado un mensaje, lo desbloque y leí lo que decía.

Sebastian: Ali, invite a 4 personas más.  Espero que prepares esa delicia de arroz con Leche porque dije que es uno de los brindis.

Bufé.

Yo: Cómo sea, Sebastian.

Deje el móvil en su lugar y seguí hablando con mi vieja amiga. Charlamos alrededor de una hora más y decidí que era hora de que me fuera. Eran las 5 y prefería pasar a visitar a Dakota, para ir a casa a ver una serie o lo que sea.
Afuera hacia un poco de frío, mi cabello se movió cuando el aire choco con ellos, subí a mi auto y fui directo a casa de Dakota.

-Hola, cariño.-saluda y la abrazo enseguida.

-Hola, Dakota.-ella me invita a pasar y no dudo en sentarme en un sillón al lado de la chimenea, veo bajar corriendo a los chicos y Caspian se abalanza sobre mi.

-¡Pecas!-comienzo a reír y Sebastian se acerca, me da un pequeño golpe en la frente y se sienta en el suelo.

-Chicos, ¿como están? -pregunté.

-Todo va excelente, y espero que hayas comprado todo para la fiesta de mañana.-dice Sebastian que empieza a escribir algo en su teléfono.

Rodé los ojos.

-Lo de arroz con Leche no. Cuando salga en camino para la casa lo compraré. -dije y este sonrió.

-Yo te acompaño. Tengo que comprar unas cosas.-escucho a Caspian y sonrío.

-Bien. Entonces vamos...¿vienen  Dakota y Sebastian?

-No, yo saldré ahora con alguien.-respondió Sebastian algo nervioso se podría decir.

-Y yo debo hacer la cena.-dice Dakota.

Asentí y Caspian sale conmigo. Subimos a mi auto y él encendió la radio. La voz de Halsey  inundó de manera agradable todo el auto.

Comencé a cantar junto con Caspian mientras conducía hasta el supermercado. 5 minutos después habíamos llegado. Tomamos un carrito y me subí en el, mientras el me llevaba a cada pasillo por cada ingrediente, la gente nos miraban raro, incluso uno de los de seguridad nos llamó a la atención, pero me dio lo mismo. Me divertía siempre con Caspian.

-Espera aqui, iré por algunas cosas.-dijo él y yo me baje del carrito.

-Yo también, así que lleva el carro contigo.-dije y él asintió. Fui al pasillo de toallas femeninas, cogi unas extra grandes y luego fui a por un paquete de galletas oreos porque moría de hambre. Lo abrí y comí una, uno de los encargados me vio y yo arque una ceja.-Lo pagaré, ¿okay?

Puse los ojos en blanco y giré, tome mi móvil que había empezado a vibrar y por no mirar a donde iba choque con algo duro como una piedra.

Stone

Caí de culo, mi teléfono rodó a no se donde y lo que más me dolía eran mis galletas, solo cayeron tres, pero aun así dolía.

-¡Mierda!-gruñi y al alzar la vista sus ojos azules fue lo primero que vi. Me sonroje al instante.

-Chocas conmigo y en vez de disculparte dices una grosería.-su voz sonaba tranquila, yo sonreí un poco nerviosa. Me tendió la mano. La acepte con gusto, pero estaba fría, como el hielo.

Cold

-Gracias. Y lo siento. No te vi.-me disculpe y él sonrió.

-Estabas pendiente a tu teléfono.

Mire al suelo y él lo tomó, yo recogí las galletas y las toallas.

-Gracias, otra vez.-dije y el empezó a teclear algo en mi móvil.-¿Qué haces?

-Te doy mi número. Ya que te encuentro en todos lados me gustaría hablar contigo cuando no.-dice lo más tranquilo, mira el paquete de toallas y me sonrojo aún más.-Extra grandes.

Comienzo a reír nerviosa.

-Siii, bueno. Lo siento otra vez y gracias.-dije, me giré y volví a chocar con un cuerpo pero no tan duro como el de Dalton.

-Ali, te estaba buscando.-escucho la voz de Caspian que suena bastante irritada.

-Si, es que vine por algo y me tope con Dalton.

-Qué casualidad.-dice Caspian y yo asiento.-Vamonos.

Asentí, me despedí con un gesto de Dalton y fuimos a pagar todo. Caspian estaba tenso lo notaba, y eso me molestaba un poco. No tenía razones para odiar a Dalton, no lo conocía. Yo tampoco, pero aun así debería conocerle antes de que le cayera mal.

Al subir al auto tampoco habló,  eso hizo que le lanzara una de mis preciadas galletas. Me miró y yo al frente.

-¿Qué tienes?

-Nada.-respondió y lo mire mal.

-Algo te sucede que no hablas desde que vimos a Dalton en el mercado.

El gruño.

-Te dije que nada, pecas.

Estacione el auto en frente.

-¿No cenaras con nosotros hoy?

-Hoy no. Tengo cosas que hacer.-le respondo y el asiente. Me da un beso en la frente, tomas sus bolsas y sale.

-Nos vemos mañana.

-Nos vemos.

Salí rumbo al departamento para preparar todo para la fiesta, me sentía un poco nerviosa porque por dentro tenía el presentimiento de que Dalton si asistiría. Y eso me agradaba, y tal vez demasiado para mi gusto
Pero no importa.

Mañana sería un gran día y era el inicio de una nueva yo.

Stone ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora