-Pero que hermosa estas, Alisa.-escucho el comentario de mi vieja amiga Hollie. Era una rubia guapa de ojos verdes, piel algo bronceada y una sonrisa encantadora, su cabello que estaba hasta sus hombros caían en rizos perfectos, siempre envidie su cabello.
-Gracias.-dije y le sonreí cuando me pasó una taza con café. Vine a su casa a visitarla esta tarde para invitarla a la cena o más bien fiesta de mañana. Era algo así como mi casi mejor amiga, era una de las pocas personas con las que hable después del asesinato de mis padres y es una gran persona que me dio mi espacio cuando lo necesite. -Espero que vayas mañana a la fiesta. Lleva a un par de amigos, los que quieras.
Ella me dio una sonrisa de boca cerrada.
-Si, llevare a Oliver y a Pablo.-dijo y asentí, le di un sorbo a mi café.-¿Y que piensas estudiar?
La miré. -Aún no me decido.
-Mmm, ¿entre cuales profesiones?
-Entre administración de empresas o derecho.-le respondo y ella asiente.
-Te iría muy bien en administración, ya que puedes poner tu propia empresa con el dinero que has heredado de tus padres...dicen que fue una gran fortuna.-dice lo ultimo por lo bajo y yo arrugue la frente mirando mi taza de café.
-Te creo, puedo pagar mi profesión y poner mi propia empresa con el dinero.-dije.-Una empresa de diseño de hogares.
-Me contratas.-reímos al unísono.
Tomé mi teléfono el cual le había llegado un mensaje, lo desbloque y leí lo que decía.
Sebastian: Ali, invite a 4 personas más. Espero que prepares esa delicia de arroz con Leche porque dije que es uno de los brindis.
Bufé.
Yo: Cómo sea, Sebastian.
Deje el móvil en su lugar y seguí hablando con mi vieja amiga. Charlamos alrededor de una hora más y decidí que era hora de que me fuera. Eran las 5 y prefería pasar a visitar a Dakota, para ir a casa a ver una serie o lo que sea.
Afuera hacia un poco de frío, mi cabello se movió cuando el aire choco con ellos, subí a mi auto y fui directo a casa de Dakota.-Hola, cariño.-saluda y la abrazo enseguida.
-Hola, Dakota.-ella me invita a pasar y no dudo en sentarme en un sillón al lado de la chimenea, veo bajar corriendo a los chicos y Caspian se abalanza sobre mi.
-¡Pecas!-comienzo a reír y Sebastian se acerca, me da un pequeño golpe en la frente y se sienta en el suelo.
-Chicos, ¿como están? -pregunté.
-Todo va excelente, y espero que hayas comprado todo para la fiesta de mañana.-dice Sebastian que empieza a escribir algo en su teléfono.
Rodé los ojos.
-Lo de arroz con Leche no. Cuando salga en camino para la casa lo compraré. -dije y este sonrió.
-Yo te acompaño. Tengo que comprar unas cosas.-escucho a Caspian y sonrío.
-Bien. Entonces vamos...¿vienen Dakota y Sebastian?
-No, yo saldré ahora con alguien.-respondió Sebastian algo nervioso se podría decir.
-Y yo debo hacer la cena.-dice Dakota.
Asentí y Caspian sale conmigo. Subimos a mi auto y él encendió la radio. La voz de Halsey inundó de manera agradable todo el auto.
Comencé a cantar junto con Caspian mientras conducía hasta el supermercado. 5 minutos después habíamos llegado. Tomamos un carrito y me subí en el, mientras el me llevaba a cada pasillo por cada ingrediente, la gente nos miraban raro, incluso uno de los de seguridad nos llamó a la atención, pero me dio lo mismo. Me divertía siempre con Caspian.
-Espera aqui, iré por algunas cosas.-dijo él y yo me baje del carrito.
-Yo también, así que lleva el carro contigo.-dije y él asintió. Fui al pasillo de toallas femeninas, cogi unas extra grandes y luego fui a por un paquete de galletas oreos porque moría de hambre. Lo abrí y comí una, uno de los encargados me vio y yo arque una ceja.-Lo pagaré, ¿okay?
Puse los ojos en blanco y giré, tome mi móvil que había empezado a vibrar y por no mirar a donde iba choque con algo duro como una piedra.
Stone
Caí de culo, mi teléfono rodó a no se donde y lo que más me dolía eran mis galletas, solo cayeron tres, pero aun así dolía.
-¡Mierda!-gruñi y al alzar la vista sus ojos azules fue lo primero que vi. Me sonroje al instante.
-Chocas conmigo y en vez de disculparte dices una grosería.-su voz sonaba tranquila, yo sonreí un poco nerviosa. Me tendió la mano. La acepte con gusto, pero estaba fría, como el hielo.
Cold
-Gracias. Y lo siento. No te vi.-me disculpe y él sonrió.
-Estabas pendiente a tu teléfono.
Mire al suelo y él lo tomó, yo recogí las galletas y las toallas.
-Gracias, otra vez.-dije y el empezó a teclear algo en mi móvil.-¿Qué haces?
-Te doy mi número. Ya que te encuentro en todos lados me gustaría hablar contigo cuando no.-dice lo más tranquilo, mira el paquete de toallas y me sonrojo aún más.-Extra grandes.
Comienzo a reír nerviosa.
-Siii, bueno. Lo siento otra vez y gracias.-dije, me giré y volví a chocar con un cuerpo pero no tan duro como el de Dalton.
-Ali, te estaba buscando.-escucho la voz de Caspian que suena bastante irritada.
-Si, es que vine por algo y me tope con Dalton.
-Qué casualidad.-dice Caspian y yo asiento.-Vamonos.
Asentí, me despedí con un gesto de Dalton y fuimos a pagar todo. Caspian estaba tenso lo notaba, y eso me molestaba un poco. No tenía razones para odiar a Dalton, no lo conocía. Yo tampoco, pero aun así debería conocerle antes de que le cayera mal.
Al subir al auto tampoco habló, eso hizo que le lanzara una de mis preciadas galletas. Me miró y yo al frente.
-¿Qué tienes?
-Nada.-respondió y lo mire mal.
-Algo te sucede que no hablas desde que vimos a Dalton en el mercado.
El gruño.
-Te dije que nada, pecas.
Estacione el auto en frente.
-¿No cenaras con nosotros hoy?
-Hoy no. Tengo cosas que hacer.-le respondo y el asiente. Me da un beso en la frente, tomas sus bolsas y sale.
-Nos vemos mañana.
-Nos vemos.
Salí rumbo al departamento para preparar todo para la fiesta, me sentía un poco nerviosa porque por dentro tenía el presentimiento de que Dalton si asistiría. Y eso me agradaba, y tal vez demasiado para mi gusto
Pero no importa.Mañana sería un gran día y era el inicio de una nueva yo.
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Stone Cold
Vampire¿Es posible amar a un ser que no tiene alma? Entra a la historia y lee el prólogo , te aseguro a querrás saber que más sucede. Todos los derechos reservados, prohibido copiar.