Disculpame, yo no era así. Antes era realmente feliz, vivía sonriendo, sin preocupaciones. Y no estoy hablando de la niñez, sino que te hablo de poco tiempo atrás.
Pero todo cambió. Este corazón sufrió varios golpes que lo hicieron más débil. Pero, al mismo tiempo, más fuerte.
Perdí muchos seres queridos, mucha gente que amaba. Y sí, me ponía triste. Pero no me afectaba tanto como este; fue como el golpe más duro que pudieron darme. Y, a partir de ese momento, todo cambió.
Intentaba disimular mi angustia, mantenerme fuerte, seguir adelante. Pensé que lo estaba logrando.
Pero seguí recibiendo más golpes; no tan duros como ese. Aunque sentía que dolían mucho. Es que yo ya estaba frágil, y cada cosa que pasaba me afectaba mucho más que antes.
Ahora soy como una montaña rusa de emociones. Por momentos me siento la chica más feliz y afortunada del mundo, con muchas ganas de vivir y con una sonrisa gigante. Y, por otros, me siento sin ganas de nada, que la vida no tiene sentido. Sólo tengo ganas de llorar.
Desearía que hubieses conocido a mi versión anterior. Para darte lo mejor de mí. Y no como ahora, que además de mostrarte mi lado positivo, te muestro mi lado oscuro, el que desearía que no existiera.
Así soy yo.
ESTÁS LEYENDO
Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoesiaUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.