No puedo dejar de pensar en la maldita foto que me mandaste.
Simplemente quedó grabada en mi memoria.
La vi en tus redes sociales. Y, para colmo, luego me la envías.
Con lo débil que soy yo... Ya he perdido mis tres vidas y tuve que reiniciar el juego.
He caído en la tentación, me he vuelto a enamorar de ti.
Esa foto es mi perdición. Sonreíste, saliste hermoso.
La miro y causa alegría en mí,
la miro y mi mundo se alborota,
la miro y soy feliz.
Sonríe para mí, chico. Nunca dejes de hacerlo.
Y sigue enviándome fotos así.

ESTÁS LEYENDO
Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoetryUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.