La cuenta regresiva llegó a cero. Llegó el día en el que, finalmente, te iba a volver a ver.
Mis nervios aumentaban a medida que pasaban las horas.
En la noche tuve insomnio, como de costumbre. Pero, esta vez, la razón eras vos.
Me imaginaba mil situaciones diferentes, conversaciones, abrazos, miradas. Intentaba recordar lo que había hecho en las vacaciones, para contarte todo con lujo de detalles.
A las 12 llegué a la universidad. Estabas parado ahí, eras vos, no fue difícil reconocerte. Fui corriendo hacia donde estabas. Y nuestro encuentro se selló con un abrazo.
Se sintió lindo volver a abrazarte.
Fuimos a clases. Extrañaba estar sentada junto a vos.
Cuando salimos de clases me invitaste a comer. Al lugar de siempre, obvio.
Me contaste mil anécdotas, nos reímos, también nos pusimos serios.
Me olvidé de todo, completamente.
Me acompañaste a tomar el tren, como lo hiciste siempre.
Llegó el momento de la despedida.
Te dije: te extrañé mucho.
Quisiste abrazarme, pero no te animaste. Te abracé yo. Te di un beso en la mejilla y nos fuimos cada uno por su lado.
Hasta pronto, nos vemos otro día.
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Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoetryUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.