Juani

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Ese día tenía examen, llegué tarde y ya no había espacio en el aula, para colmo no figuraba en la lista.
Ahí te conocí, te pasó lo mismo que a mí. Entonces te dije que me sigas, que yo sabía en dónde estaba el aula que nos correspondía.
Me comenzaste a hablar, con demasiada confianza. Me contaste tu vida, yo conté la mía. Todo el mundo creía que nos conocíamos desde hace mucho, y se sorprendían al saber que nos habíamos conocido ese mismo día.
Sos alto, rubio, con unos ojos hermosos. Me dijiste tu nombre y nunca más lo olvidé.
Llegó el momento del examen, nos sentamos juntos, íbamos casi sincronizados. Y, cuando vos terminaste tu examen, yo también lo hice.
Querías que no me vaya, que te espere. Pero, lamentablemente, debía irme. Te saludé con un beso en la mejilla y me fui.
Aprobé ese examen, pero eso significaba que no te iba a volver a ver.
Una parte de mí quería que no me vaya tan bien, para verte nuevamente.
Me robaste el corazón en tiempo récord, me pareciste encantador. Después, no podía dejar de hablar sobre vos.
Personas como vos no se conocen todos los días. No te olvidaré nunca.

Me gustas, ¿cómo te lo digo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora