Sombra

21 1 0
                                    

Te veo, me acechas mientras duermo. En realidad atacas mientras tengo parálisis del sueño.
Veo mi habitación, escucho los sonidos de mi alrededor. Allí estás tú.
Me hablas al oído, me susurras cosas horrendas. Trato de ignorarlas, pero es imposible.
Esta vez dijiste estás tan calladita. Me asustaste mucho.
Despierto, pero algo hace que me vuelva a dormir. De pronto, veo tus manos sobre mis sábanas: negras, con uñas largas y filosas, que tratan de destaparme.
Intenté moverme, pero no pude. Logré despertarme, pero el sueño volvió a capturarme, me dejé llevar por este. Entonces, apareces nuevamente. Vienes caminando, lentamente, mientras sueltas una risa malvada, con una voz muy grave.
Por fin te veo completamente. Eres alto, todo negro, pareces una sombra.
Mi respiración se acelera, el latido de mi corazón también, lo único que puedo mover son los dedos de los pies y las manos. Tú me agarraste mis manos y te sentaste en mi cama, me presionaste fuertemente el pecho y yo ya no sabía qué hacer. Me rendí a ti y me entregué.
Desperté sana y salva, en mi habitación, de donde nunca me moví. Aunque ahora no estás tú y deja de ser tan aterradora... por lo menos por ahora.

Me gustas, ¿cómo te lo digo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora