No te vayas, es lo único que pido. No soportaría que no estés conmigo. Ya me acostumbré a tu presencia.
Ir a clases no tendría sentido. Siempre estás sentado a mi lado.
A veces te miraba de reojo, y ahí estabas, prestando atención, muy serio y con los ojos bien abiertos. Otros días, sin ganas, te acostabas sobre la mesa y dejabas que los minutos pasen. Mirabas el reloj, parece que la hora no avanza, me decías.
Sea como sea, estabas ahí, al lado mío. Eras la razón por la cual me hacía feliz entrar a la universidad a la mañana temprano. Y ni hablar de cuando íbamos a almorzar juntos. Me llenabas de felicidad, me hacías olvidar de todo.
Y si te vas a otra universidad ya no vas a estar ahí, junto a mí. Ni vamos a estudiar juntos.
Mi rutina va a cambiar completamente. Casi ni nos vamos a ver.
Y yo, por las dudas, te voy a guardar un lugar en clases, junto a mi asiento.
No voy a perder la esperanza. Sé que vas a regresar.

ESTÁS LEYENDO
Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoetryUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.