Me contaron que no vas a regresar. Te vas a quedar a vivir en el exterior. Y yo que pensaba que cuando regreses me ibas a volver a buscar, para reanudar lo que dejamos pendiente, para seguir escribiendo nuestra historia; que íbamos a unirnos para no volvernos a separar.
¡Qué tonta que fui!
No debí hacerme falsas ilusiones.
Era sabido todo esto.
Y, aunque digas que nos extrañas, tus ganas de regresar cada vez son menos.
Fueron muchos años de amistad y algunos meses de noviazgo. Pero, joder, valieron la pena.
Es una lástima que las posibilidades de volverte a ver sean casi nulas.
Ni hablar de las posibilidades de amarnos nuevamente. ¿Para qué engañarme? No existen.
Y yo que tenía ganas de volver a besarte.

ESTÁS LEYENDO
Me gustas, ¿cómo te lo digo?
ŞiirUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.