Muchas veces los aniversarios son buenos: el primer año de amistad, el primer año de noviazgo, el primer año de casados. Este aniversario no lo es...El sábado hizo un año que te fuiste, ayer fue el día de la madre. Y ese día ya no tiene sentido para mí. Ya no estás, ya no te tengo. No hay motivo por el cual festejar. Solo es un día más. Aunque, en realidad, no lo es. Si fuese un día como cualquier otro, no estaría pensando en todo esto.
Pasó un año, un año muy difícil. Llegó octubre y el simple hecho de volver a pensar todo lo que vivimos me destroza.
Llegó la primavera, vida en todos lados. Las hojas de los árboles más verdes que nunca, el canto de los pájaros más hermosos, las plantas llenas de flores...
Ellas volvieron a florecer, al igual que el año pasado. Nada más que este año no lo pudiste ver.
Ya pasó un año... que hasta me olvidé lo que era tenerte en casa; ya pasó un año y ya me es difícil recordar cómo era tu voz.
No te imaginás la falta que me hacés. El vacío que dejaste en mi corazón, el vacío que dejaste en mi vida...
Vos eras una de mis razones para continuar.
Quería devolverte todo lo que hiciste por mí y más; comprarte cosas lindas, darte lindos regalos, llevarte a pasear, hacerte feliz; que me veas crecer, que me enseñes a cocinar, para poder cocinarte, que me veas cumplir mis metas, que me veas tener hijos para darte nietos; que te hagas viejita, cuidarte mucho, mimarte y disfrutarte.
Pero, el camino que vivimos juntas me pareció tan corto. Aunque fueron 20 años y parezca mucho, me quedaron muchas cosas que hacer junto a vos. Hay miles de cosas que nunca te pregunté, que nunca me contaste y cosas que nunca te dije. Hay abrazos que no te di, besos que no te di y "te amo" y "te quiero" que nunca dije.
Y uno, hasta que no le falta algo, no se da cuenta el valor que tiene. No estoy diciendo que no te supe valorar... Lo que trato de decir es que no me di cuenta todo el esfuerzo que hacías por mantener las cosas bien, ocuparte de la casa, de mí y de mi hermana para que estemos bien.
Ahora no estás y todo es un caos. Me siento tan sola...
Trato de aprender a hacer lo que hacías pero, hasta ahora, me resulta imposible. Ya nada es como antes y no hay nadie como vos.
Y tampoco me di cuenta lo bien que te hubiese hecho que yo te ayude con algunas cosas. Qué estúpida que fui... Me arrepiento tanto. Por lo menos sé qué fui una buena hija, nunca te hice enojar y nunca me peleé con vos. Nos llevábamos tan bien. Pero me hubiese gustado poder hacer más.
También sé que estabas orgullosa de mí, de lo que logré y de lo que estoy haciendo ahora. Y eso me deja tranquila.
Me encantaría poder hacerte bajar del cielo por un ratito, para poder darte un abrazo gigante y poder decirte todo esto. Es que con solo verte en mis sueños no me alcanza...
Y me es muy extraño no decir estas palabras: ma, mamá, mami. Las echo de menos.
Todo esto me hizo darme cuenta que soy más fuerte de lo que pensaba y que, a pesar de todo, nunca me rendí. Ahora no me queda otra que seguir adelante. Dando lo mejor de mí, como siempre. Tratar de disfrutar de la vida y llevando siempre una sonrisa.
Feliz día, mami. Te amo mucho 💖
Pd: gracias por venir a visitarme en un sueño el sábado.

ESTÁS LEYENDO
Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoetryUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.