Me encanta tu forma de ser.
Nunca querés aceptar los regalos que te doy. Bah, regalos... más bien son detalles.
Era una simple lata de gaseosa, y no la querías aceptar. Hasta que cediste. Dijiste: ¡Ay, qué chula! ¡Muchas gracias!
Resultado: una sonrisa tonta en mi cara, que me quedó todo el maldito día.
Quizás pueda conquistarte a base de comida, es tu debilidad.
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Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoetryUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.