Perdoname, mamá. Estuve pendiente todo el día al celular.
Llegó la noche, después de pasar todo el día juntas.
Me senté a tu lado y me pediste un abrazo. Me abrazaste fuerte y dijiste que hacía mucho tiempo que no nos abrazábamos; tenías razón.
El abrazo siguió, yo sentí como cada parte de mi alma volvía a unirse.
Luego fuimos interrumpidas por ese estúpido teléfono.
Era el llamado de papá, avisando que era hora de irme del hospital.
Le pedí 10 minutos más, solo para poder seguir abrazándote.
No me arrepiento de nada.
Si hubiese sabido que en menos de una semana no ibas a estar más, no hubiese pedido solo 10 minutos.
Esos 10 minutos fueron suficiente en ese entonces, hoy ya no.
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Me gustas, ¿cómo te lo digo?
PoetryUn nuevo amor apareció en su vida. Ella no se anima a decirle lo que siente. Pero le escribe poesías casi todos los días.