Jyu-shi.

361 66 4
                                    


[...]

–¡Tengo el trabajo! –exclamó el de verde, con una gran sonrisa formada en sus labios, transmitiendo orgullo a los mayores y alegría a los menores.

–¡Enhorabuena, Choromatsu nii-san! –exclamaron los dos menores, con una enorme sonrisa también. El de verde miró al de rosa, el cual realmente parecía satisfecho.

–Muchísimas gracias, Totty. Sin ti no hubiese sido capaz de esto. –agradeció, tomándole de las manos y mirándole con gratitud, demasiada a su parecer.

–No me las des. Yo sólo presenté a Atsushi a dos posibles empleados. Él te eligió. –confesó, pues si bien era verdad que había podido tener la entrevista gracias a él, había sido el tercero quien había logrado convencer al trajeado.

–Aún así, gracias. –volvió a agradecer, y Todomatsu le dedicó una sonrisa conmovida.

–Entonces, ¿cuándo empiezas a trabajar? –preguntó el de morado con curiosidad, sorprendiendo al de verde con su áspera voz.

–Bueno, en teoría a finales de semana o principios de la siguiente. –respondió no muy seguro de ello, ya que aún no le habían dicho nada. –Karamatsu, me han comunicado algo.

–¿La fecha para la entrevista? –cuestionó, sintiendo unos nervios recorriendo desde el estómago hasta llegar a todo su cuerpo.

–Exacto. Tienes fecha para mañana por la mañana. –comentó, y Karamatsu asintió con la cabeza lentamente.

–Mañana tendré una entrevista de trabajo... –murmuró, aún sin poder creer aquello. Estaba ansioso por que llegara. Osomatsu en cambio, miró a su hermano apenado. Temía que se alejara, ya que estaba seguro de que conseguiría el empleo. Aunque el de azul tenía sus dudas.

–¿Tú cuando empiezas, Ichimatsu? –preguntó Choromatsu, con la misma curiosidad que él anteriormente.

–Chibita dice que puedo empezar cuando quiera. Así que cuando todos lo hagáis, yo lo haré. –admitió, puesto que no quería empezar a trabajar antes que los demás. –¿Jyushimatsu?

–¡El lunes! –exclamó con alegría, como de costumbre. Se giró hacia el sexto –¿Todomatsu?

–El mismo día que tú, Jyushimatsu nii-san. –respondió, sonriente, recibiendo un abrazo amistoso por parte del amarillo.

–¿Osomatsu nii-san? ¿Ya tienes algo? –dijo de nuevo Choromatsu, esperando a que esos días hubiese buscado algo en lugar de holgazanear como siempre.

–No, por el momento nada. –negó, y dos suspiros destacaron entre los murmullos.

–Eres un desastre, Osomatsu nii-san... –dijo Todomatsu, preocupado por la situación del mayor. Sabía que estaba en un momento difícil, era el que más dependía de sus hermanos sin dudarlo. Y en el fondo, todos lo sabían. Pero debía ponerse a ello sino quería quedarse así de por vida.

–Supongo que sí. –esbozó una sonrisa burlona como respuesta, hasta que notó un brazo que rodeaba su cuello amistosamente.

–No hay presión tampoco. No tiene porqué encontrar trabajo esta semana. Dadle tiempo para demostrar lo que vale. –lo apoyó el de azul, con su ya tan común actitud amable y dolorosa según sus hermanos.

–Kusomatsu, dueles. –dijo Ichimatsu, mirándole con desprecio.

–Dueles mucho. –añadió Totty, riéndose del puchero del azul al oír aquello.

–Tan doloroso como siempre. Gracias. –murmuró sonriendo con ternura, pudiéndolo oír solo el azul, que se sorprendió pero no dudó en sonreír de la misma forma.

Sakura No Ame. | OsoKaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora