Ni-ju-hachi.

283 46 16
                                    

–¡Karamatsu –exclamó una voz entre la gente que se encontraba allí, llamando la atención de algunos y siendo ignorado por otros. Un chico de traje azul y cabello negro fue uno que perteneció al primer grupo, girándose confuso al oír aquella voz que buscaba a la persona mencionada. Decidió caminar hacia ella siguiendo de donde venía hasta que se topó con un chico de rostro familiar y traje verde tan característico.

–¿¡Choromatsu!? ¡Cuánto tiempo! –exclamó el chico, con una inmensa alegría que muchos podrían comprender. Se abrazó al chico de verde con fuerza, el cual se sorprendió al verle, al ver el entusiasmo que le había causado.

–L-Lo mismo digo.

–La verdad es que quería veros, pero no encontraba el momento. –confesó, y el menor de ambos ladeó la cabeza levemente por la confusión que le había causado la sonrisa inocente que le dedicaba.

–¿Qué tal en la comida familiar de ayer? Es una idea... –respondió algo sarcástico y molesto, ya que era una oportunidad perfecta para reencontrarse de nuevo con todos. Y fue entonces cuando aquel argumento se rompió.

–¿Ayer? Pero... Yo no fui avisado. –comentó, sorprendiendo al tercer Matsuno que acababa de acusarlo por no ir a la comida organizada.

–¿Qué? –cuestionó, pero no tardó demasiado en recordar quién se encargaba de avisar al hermano que ahora residía en Tokio, frunciendo el ceño. –¡Ichimatsu!

–Veo que Ichimatsu sigue odiándome. –comentó algo dolido por oír que el morado no quería su presencia allí. Pero creyó poder entenderle.

–Bueno...

–¿Y los demás? –preguntó con curiosidad, y Choromatsu se paró a pensar en qué podía decirle sobre qué pensaban de él.

–Sólo están enfadados contigo. –aclaró, asegurándole que no era odio lo que aquellos sentían. Simplemente algo de molestia por no dar señales.

–¿Osomatsu recibió mis cartas?

–Espera... ¿Qué cartas? –recordó algo acerca de unas cartas y sabía de lo que hablaba, pero prefería escuchar su explicación.

–Envié una carta a Jyushimatsu y a Todomatsu felicitándoles por su relación. Y en nuestro cumpleaños... Envié una carta a todos. –explicó, y Choromatsu ya sabía toda aquella información.

–Sí, yo la respondí.

–Todos lo hicieron. Excepto él. –murmuró ahora cabizbajo al recordar la cantidad de cartas escritas desde el corazón. No eran confesiones de amor, pero sí había amor en cada palabra plasmada en el papel.

–Quizás no la recibió.

–Quizás me odia demasiado para responder. 

–Karamatsu... –murmuró algo preocupado por ver su actitud negativa y su sonrisa apenada que pretendía estar bien. Pero realmente era insoportable.

–En fin, dejemos de hablar de mis cartas. ¿Qué tal todo por allí?

–Todo bien. Jyushimatsu... Va a casarse. –informó, y los ojos del azul se agrandaron y llenaron de brillo en aquel instante en que la frase acabó.

–¿¡De veras!? Oh, estoy muy feliz por my sunshine... –dijo, llevándose las manos a las mejillas, conmovido por tal gratificante noticia. –¿Cómo os va a Ichimatsu y a ti?

–Realmente bien. Hemos decidido vivir juntos. –contó, con una sonrisa avergonzada. Aún no podía creerse que vivieran juntos, a solas, por el resto de su vida.

–¡Ya veo...! También es un gran paso, enhorabuena. –le felicitó, alegrándose al ver que también les iba bien.

–Gracias. Sobre Todomatsu debes estar informado.

Sakura No Ame. | OsoKaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora