La Heroína Es La Villana Lan

Xiao Ye y el séptimo sentido de papá

Los cálidos rayos del sol entraban por las ventanas mientras que las finas y delgadas cortinas eran movidas por el viento.

En una enorme cama de terciopelo, dos delicadas figuras dormían entrelazadas, el joven era apuesto como un príncipe de cuentos de hadas, mientras que la niña era tan hermosa como una muñeca de porcelana. El joven tenía los brazos alrededor del cuerpo de la niña y su respiración era muy calmada y daba una sensación de comodidad.

Este era un sueño por el cual valía la pena dormir para siempre....

... Espera... ¡Espera!... ¡ESPERA!

¡Nada de sueño! ¡Esto es una pesadilla!

¡¿Cómo demonios llegué a esta situación?!

Hai Yue Lan está sufriendo un espasmo en este momento. Ella solo se subió a la cama para dormir ¡No para despertar en los brazos de un hombre!

[... Te dejo sola un momento y ya estás metida en problemas]

"¡Sistema, volviste!"

[... Si... Pero creo que estoy empezando a arrepentirme]

"¡Cruel! ¡Me pusiste todo encima y desapareciste sin dejar rastro!"

[Ya lo sé... Cambiando de tema... ¿Cómo llegaste a esta situación?]

"Sobre eso... Ayer encontré a la versión masculina de la bella durmiente, creí que lo había matado así que lo traje a casa..."

[¿Eres estúpida?]

"No tienes que decirlo de esta manera..."

[Se supone que tenías que estar a cien metros de distancia con las banderas de destrucción, ¿Por qué estás a menos de tres centímetros cerca de una?]

"... ¿Eh?"

[...]

"¡Demonios! ¡Lo olvidé!"

[*Suspiro*]

"Sistema~~"

[... Niña... Lo primero que tienes que hacer es encontrar una forma de sacar a Xiao Ye de la casa del primer ministro ¿Te has puesto a pensar en la reacción de tu padre?]

[Seguramente le dará un infarto]

"Papá..."

Mientras discutía con sistema dentro de su cabeza, el apuesto 'príncipe' comenzó a dar señales de despertarse.

"¡S-S-Sistema! ¡Está despertando!"

[Mantén la calma, has lo que te dije]

"... Buenos días" Una dulce e inocente voz sonó en la habitación.

Xiao Ye se sentó lentamente mientras bostezaba y se frotaba los ojos. Luego fijó su mirada en la estupefacta niña que lo miraba con los ojos saltones.

A Xiao Ye nunca le importó la apariencia física de las personas, o al menos hasta el día de hoy, esta era la primera vez que se encontraba con una niña tan hermosa como una muñeca, aunque ya la había visto mientras dormía, en la oscuridad no pudo distinguir bien sus rasgos faciales, pero ahora... Un poco más y pensaba que para encontrarse con un ángel tan hermoso valía la pena estar muerto.

Una cálida sensación pasó por sus brillantes ojos color ámbar mientras que una inocente sonrisa se formaba en sus pálidos labios.

"¿Fuiste tú la que me ayudó? Muchas gracias..." Su voz era tan delicada como el canto de los pájaros, que hacía que las personas tuvieran la necesidad de querer protegerlo.

"... Ah no... Esto.. no..." Hai Yue Lan no sabía si sentirse feliz por haberlo ayudado o espantada por tener a una bandera de destrucción sentado frente a ella y por encima de todo ¡En su propia cama!

"Disculpa... Creo que tú vives aquí ¿Cierto?... Se suponía que tenía que venir a hacerle una visita al primer ministro en nombre de mi padre, pero creo que me desmaye..." Xiao Ye dió un suspiro de impotencia, siempre ha tenido un cuerpo débil, es esa la razón por la que se desmaya muy seguido.

Cuando Hai Yue Lan escuchó que él vino con la intención de ver a su padre ¡Estuvo a punto de escupir sangre!

"Sistema... ¿Por qué mi padre es el causante de traer la desgracia a mi vida?"

[También me lo pregunto]

"Primero el compromiso con el príncipe heredero, luego el contrato de Zhao Feng Lin y ahora la visita de Xiao Ye... Papá..."

[No hay nada que se pueda hacer...]

Hai Yue Lan salió de sus pensamientos y luego se dirigió a Xiao Ye.

"El primer ministro... Es mi padre" Si Hai Yue Lan quería salir de este problema lo antes posible, lo mejor era tomar este camino.

Cuando Xiao Ye escuchó eso no pudo evitar sorprenderse ¿Ella es la hija del primer ministro Hai? ¿La que se dice que es grosera e impertinente? No importa por donde lo vea, ella no era ninguna de las dos cosas, es más, su calmada actitud casi la hacen parecer una adulta.

Esta niña le salvó la vida...

Esta niña cuidó de él...

Se dice que el príncipe heredero estaba decidido a romper su compromiso con ella... ¿Es idiota?

Si ese es el caso...

Entonces... Yo cuidare de ella...

❇❇❇❇❇❇

En la oficina del primer ministro, Hai Li Song acababa de sufrir una sacudida, tanto que soltó la taza de té en su mano, su hermoso rostro estaba pálido como el papel y su pulso cardiaco tenía una velocidad casi inhumana.

"... Te... Tengo un mal presentimiento... Mi sétimo sentido de padre me dice.... ¡Algo está apunto de pasarle a mi hija!" Hai Li Song tenía un rostro de horror casi como si hubiera visto un fantasma.

Este sentimiento era la misma hostilidad que sentía hacia el príncipe heredero y Zhao Feng Lin...

¡Definitivamente pasó algo!

¡Hay otro lobo hasechando a la inocente oveja!

"¿¡En donde está mi espada!?" Rugió Hai Li Song con una expresión paranoica en su bello rostro.

Uno de los guardaespaldas del primer ministro, Shiva, quien estaba parada en una esquina de la oficina, viendo las acciones de su maestro lo máximo que podía hacer era suspirar. En todos estos años de servicio siempre estuvo al tanto de las prioridades de su señor.

Su maestro, el primer ministro, era un hombre honorable y culto, que hacía a la perfección todo lo relacionado con su trabajo, tenía la reputación de un hombre tan frío como el hielo y calculador como el mismo diablo, pero cuando se trataba de sus hijos, en especial su hija... ¡Él era todo menos eso! ¡Incluso parecía un lunático paranoico!

Y cuando su maestro comenzaba con eso de 'su séptimo sentido de padre' era casi un hecho de que alguien estaba apunto de sufrir una desgracia.

"¡Shiva, tengo un mal presentimiento, vamos a la habitación de mi Yue Lan!" Dijo Hai Li Song mientras salía a grandes sancadas de la habitación.

"Si, maestro" Shiva era impotente en una situación cómo está, lo único que quedaba era seguir a su maestro.