Viejo Mo, eres un balde de vinagre

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Durante los siguientes días, Hai Yue Lan notó un ligero cambio en la actitud de Mo Bingxin. Todas los días, cuando se levantaba a preparar el desayuno, el hombre guapo y de expresion fría se sentaba obedientemente en la mesa y la observaba en silencio mientras cocinaba. Por las tardes, Mo Bingxin encendía la chimenea y la obligaba a permanecer frente al fuego para calentarse. Hasta ahora Hai Yue Lan no entendía como se las arreglaba para encender fuego en un palacio hecho de hielo. Y finalmente, durante las noches, el hombre la acompañaba a su habitación y se paraba frente a la puerta, solo se iría cuando Hai Yue Lan estuviera dormida. Por supuesto, esto último fue algo que el Sistema le informó al día siguiente.

Ante esta situación, cierta persona linda y tonta se rascó la nuca con desconcierto. No obstante, Hai Yue Lan fue una mujer de mente simple, solo lo pensó un momento y luego se olvidó por completo del asunto.

En cuanto al emperador del invierno, Mo Bingxin no sabía sobre los pensamientos en la cabeza de la joven. Desde el momento en el que escuchó la frase 'Me gusta Mo Bingxin' había estado experimentando una serie de sentimientos que nunca antes había sentido. Aunque su rostro no fluctuó frente a la niña, cada vez que se encontraba con ella sentía que su cara se calentaba.

Ahora que la joven había decidido quedarse con él, Mo Bingxin planeaba darle la más cálida hospitalidad. Sabía por experiencia que la niña era intolerante al frío de su castillo, así que deliberadamente usó su poder para hacer que el piso, las paredes y el techo perdieran algo de su frialdad. La niña se tomó la molestia de cocinar para él, Mo Bingxin se sentido conmovido y un poco angustiado, quiso ahorrarle problemas y decidió sentarse en el comedor media hora antes del desayuno. Por las noches, mientras ella dormía, él salió del castillo y cazó una gran cantidad de bestias, les quitó la piel y usó su habilidad para crear abrigos y ropa.

Ese día, Hai Yue Lan abrió la puerta de su habitación y se encontró con una enorme cantidad de abrigos. Por el rabillo del ojo pudo notar el borde de una túnica blanca escondida al otro lado del pasillo. Hai Yue Lan fingió no darse cuenta y sonrió para sí misma.

De esa manera, empezó una extraña pero divertida convivencia entre los dos.

Sin embargo, había alguien que no estaba feliz.

Shu Shu, el emperador del verano, acarició su brillante cabello dorado mientras observaba la tierra blanca que se hacía cada vez más lejana. Esta mañana, un barco llegó desde la isla del verano para recogerlo, Shu Shu se despidió de Mo Bingxin y Hai Yue Lan antes de abordar y regresar a su hogar.

Sin embargo, incluso ahora no podia quitarse de la cabeza lo sucedido aquella noche. No estaba particularmente enojado, pero se sorprendió al escuchar la respuesta de la niña. Y pensar que en este mundo existía alguien lo suficientemente osado como para afirmar que le gustaba el temible emperador del invierno. Esta sensación fue bastante extraña, pero de alguna manera también fue novedosa.

De repente, un antiguo recuerdo apareció en su cabeza.

Fue la imagen de un hombre alto parado en la cima de un acantilado. Su largo cabello plateado bailaba con el viento mientras sus ojos miraban fríamente a las personas que lo acorralaban. Su tunica blanca se pintó de rojo, el color carmesí se extendió como una rosa en plena floración. La sangre goteó por su cuerpo y en poco tiempo se creó un pequeño charco bajo sus pies. Sin embargo, la mirada del hombre continuó fría y tiesa como un trozo de hielo, sus ojos ganaron un intenso color azul, como un lobo en una noche desierta.

Shu Shu sonrió, pero sus ojos no sonreían. Después de cientos de años, ese recuerdo aún permanece fresco en su cabeza, como si todo hubiera ocurrido ayer.

"Señor."

En ese momento, un hombre de mediana edad se acercó a Shushu y preguntó con cuidado, "¿El señor asistirá a la reunión de las cuatro estaciones de este año?"

El emperador del verano soltó una risita, miró a su ayudante y respondió casualmente, "Por supuesto, algo me dice que la reunión de este año será muy interesante."

El hombre obviamente no entendía el significado detrás de esas palabras, miró a Shushu y frunció el ceño con perplejidad. Aunque no sabía lo que le sucedió a su maestro en la isla del invierno, tuvo que ser algo importante, de lo contrario nada explicaría la extraña actitud que tuvo desde que regresó.

"Por cierto..." Shushu se paró en la proa del barco mientras observaba los gigantescos glaciares que se extendían imponentemente a su alrededor. "¿No sientes que el número de glaciares ha aumentado un poco desde que vine?"

El asistente lo miró confundido, después giró la cabeza y descubrió que realmente habían más glaciares que la última vez. Su rostro se puso blanco mientras corría a la cabina del capitán y gritaba, "¡Viejo Bu! ¡¿Escogiste el camino equivocado?!"

Una voz vieja gritó después, "¡Idiota, esta es la ruta que seguimos siempre! ¡Deja de molestarme, ya tengo suficientes problemas aquí!"

Shushu los escuchó discutir, estuvo aturdido durante un rato antes de sujetar su estómago y comenzar a reír. Se rió tanto que le salieron lágrimas. Volvió a mirar la isla del invierno que cada vez se hacía más pequeña.

"Viejo Mo, eres un balde de vinagre."

❇❇❇

En el palacio de hielo, un hermoso hombre se agachó frente a la chimenea. Se arremangó las mangas, revelando un par de fuertes brazos blancos. Sujetó la leña seca y la lanzó a la chimenea, sus ojos miraron fijamente el fuego naranja.

De repente, su nariz se crispó y un fuerte estornudo resonó en las paredes de la sala.

.....

El pequeño diario secreto de Mo Bingxin.

Hoy es especial, ella hizo un poco de curry.

Ese tipo desapareció, la vida se siente un poco más alegre.

Me pregunto que cocinará esta noche. No importa. Todavía es delicioso.

La Heroína Es La Villana LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora