Temprano en la mañana, Hai Yue Lan salió de su habitación y se dirigió a la cocina. Anoche estuvo charlando un largo rato con el Sistema, durmió tarde y ahora se encontraba un poco somnolienta. Hai Yue Lan ahogó un pequeño bostezo mientras abría la puerta de la cocina, últimamente el palacio se había vuelto un poco más 'cálido' y ya no necesitaba volver a cangear un paquete anticongelante en la tienda del Sistema. Ella no preguntó la razón detrás de esto, solo sintió que era muy afortunada.
Con una pequeña sonrisa colcando de su boca, la joven entró en la cocina. Sin embargo, antes de que pusiera un pie en el interior, su cuerpo se congeló momentáneamente. Hai Yue Lan levantó las manos y se frotó los ojos con ferocidad, retrocedió un par de pasos y cerró la puerta.
"Sistema, ¿Qué acabo de ver?"
[También quiero saber...]
Hai Yue Lan escuchó la respuesta poco confiable del sistema de su familia y se sintió más desconcertada. Sus hermosos ojos azules se fijaron en la puerta y sintió un inexplicable peso sobre los hombros.
"¿Debería entrar?"
[No lo sé, tú dime.]
"..."
La boca de Hai Yue Lan se crispó ligeramente. Respiró hondo y empujó la puerta.
En la cocina, la escena que apareció ante sus ojos la dejó deslumbrada.
Un hombre vestido de blanco, tan hermoso y distante como un Dios, se ató un delantal rosa en la cintura mientras utilizaba un cuchillo para cortar las verduras. El cabello plateado se peinó en una cola de caballo detrás de su cabeza, sus mangas se arremangaron, mostrando un par de esbeltos brazos blancos como raíces de un loto. Una mano sujetó un pequeño rábano, mientras la otra manejaba el cuchillo para cortarlo en rebanadas.
El hermoso rostro de Mo Bingxin permaneció estoico como siempre, pero sus cejas estaban un poco fruncidos debido a la concentración. Gracias a que se encontraba cerca de la ventana, la suave luz de la mañana iluminó su esbelta figura. El par de pupilas azules como el cielo brillaron intensamente, similar a un par de hermosos zafiros.
Al parecer el hombre escuchó el crujido de la puerta al abrirse, se detuvo un momento antes de girar y ver de quién se trataba.
Cuando su mirada se encontró con la de Hai Yue Lan, sus delgados labios se curvanron en un pequeño arco.
"Buenos días Lan Lan."
La joven no respondió, sus ojos lo miraron y su rostro estaba inexpresivo.
Sin embargo...
"Sistema."
[¿Qué pasa niña?]
"Creo que estoy a punto de tener una hemorragia nasal."
[...]
Mo Bingxin vio que la niña no respondía, parpadeó y bajó la cabeza para mirar el lindo delantal en su cintura. Pasaron los segundos, el emperador del invierno se dio la vuelta, levantó el cuchillo y continuó cortando verduras. Al mismo tiempo, abrió la boca y habló, sus palabras frías como de costumbre.
"Hoy prepararé el desayuno, ven a sentarte."
Hai Yue Lan escuchó eso y recobró el sentido. Sus ojos se fijaron en las orejas rojas de Mo Bingxin mientras caminaba y se sentaba en el comedor.
"Sistema, creo que finalmente lo he confirmado."
[¿Qué confirmaste?]
La mirada de Hai Yue Lan cayó sobre el cuerpo de Mo Bingxin, miró sus piernas largas, cintura delgada y hombros anchos y chasqueó la lengua.
"Tsk, el Sr.Mo es un hombre con una puntuación perfecta."
[¿Eh?]
El emperador del invierno, quien de repente sintió un poco de calor en la espalda, se estremeció y sus orejas se enrojecieron.
Lan Lan me está mirando...
Para ser honesto, a Mo Bingxin nunca le importó su apariencia física. Aunque sabe que se ve bien según los términos de la estética humana, ser feo o hermoso no era relevante para él. Como cultivador, tenía la creencia de que el cuerpo solo era un contenedor para el alma, algo que se podía destruir o cambiar según sus circunstancias.
Sin embargo, en este momento se alegró internamente de ser un hombre guapo.
Él sabe que a Lan Lan le gustan las personas bellas, así que para gustarle más debe convertirse en la persona más bella del mundo.
Mo Bingxin se recordó a sí mismo que la próxima vez que fuera a cazar bestias, debía proteger su rostro. Por supuesto, a él no le importa, pero a Lan Lan le gusta mucho su cara.
Con esto en mente, los labios del hombre se levantaron en una pequeña sonrisa, algo que ni siquiera él mismo notó.
No muy lejos, Hai Yue Lan, quien aún conversaba con el sistema, vio que la barra rosa sobre la cabeza del emperador del invierno subió a 98%. La joven se quedó atónita durante un buen rato, sin saber lo que sucedió.
...
Después de mucho tiempo, Hai Yue Lan miró la espalda de Mo Bingxin y preguntó.
"¿El Sr.Mo aprendió a cocinar?"
Mo Bingxin rompió un par de huevos en la sartén y respondió sin darse la vuelta, "Te vi hacer esto todos lo días, no es difícil."
Hai Yue Lan, "..."
Bueno, en realidad, antes de inscribirse en una clase culinaria era la reina de la comida oscura.
Recuerda haber trabajado años para librarse de ese título.
Hai Yue Lan apoyó su cabeza contra la mesa y se sintió un poco amarga por dentro. Esta era la diferencia entre un chef aficionado y un genio con memoria fotográfica, los cielos no son justos...
Finalmente, después de esperar casi media hora, Mo Bingxin se quitó el delantal y colocó los platos sobre la mesa. La joven lo observó, su rostro inexpresivo mostró un rastro de deleite. La artesanía de Mo Bingxin resultó ser inesperadamente buena, con arros blanco, huevos fritos, ensalada de verduras y una ligera sopa de loto. La fragancia que desprendían envolvió toda la cocina, Hai Yue Lan tragó saliva y rápidamente sujetó sus palillos.
Miró al hombre de cabello plateado y sonrió suavemente.
"Gracias por la comida Sr.Mo."
Mo Bingxin no dijo nada, pero sus ojos la miraron sin pestañear. El corazón, que estuvo congelado durante varios años, latió locamente dentro de su pecho.
...
El pequeño diario secreto de Mo Bingxin.
A ella le gusta mi comida, soy muy feliz.
Lan Lan... eres tan linda...
Mi cara arde, ¿Qué hacer?
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La Heroína Es La Villana Lan
Romance¡Una mujer de la era moderna ingresa al mundo dentro de un juego otome! A sus 34 años, Hai Lan se vio obligada a asumir el papel de la villana en el juego, misma que muere trágicamente en manos de los protagonistas. Pero... ¡Esto no puede suceder! ...