Dios mío...
Mi padre es aterrador, pero no puedo enojarme con él....
Hai Yue Lan dió un suspiro de impotencia mientras se quejaba dentro de su corazón.
¡¿Por qué una pequeña niña tiene tanta mala suerte?!
"Sistema...."
[... Mis más sinceras condolencias]
"Al menos trata de consolarme..."
[Sigue adelante y evita tu muerte]
"... Maldita máquina sin corazón..."
Desde que Hai Yue Lan reencarnó dentro de su juego favorito, muchas cosas extrañas ocurrieron una tras otra.
Hablando de cosas extrañas....
¡¿En donde está el bello durmiente?!
"¡X-Xiao Ye! ¿Donde estás?" Hai Yue Lan lo llamó por su nombre.
Hubo un momento de silencio hasta que una blanca y esbelta mano de jade se asomó por debajo de la cama.
"Estoy aquí... ¿Ya pasó el peligro?" Preguntó Xiao Ye mientras salía de debajo de la cama y se sacudía el polvo de la túnica.
"Lo siento mucho... Te hice esconderte debajo de la cama..." Hai Yue Lan se disculpó mientras ocultaba la vergüenza de su rostro.
"No te preocupes, ¿Te encuentras bien?" Después de hacer esa pregunta, Xiao Ye se agachó un poco para acariciarle la cabeza a la hermosa niña de ojos azules.
Pero justo cuando Hai Yue Lan estaba por abrir la boca, una gentil voz muy familiar se escuchó en el pasillo.
"Yue Lan, parece que el primer ministro volvió a hacer de las suyas, ¿Eh?"
La amable voz de Zhao Feng Lin se escuchó cerca de lo que antes fue la puerta de la habitación.
"Yue Lan traje bocadillos hechos de miel de duraznos ¿Quieres comerlos...? ¿Eh?...." Las palabras murieron en la garganta de Zhao Feng Lin.
Zhao Feng Lin estaba muy feliz por compartir tiempo con su querida... *tos, tos, tos* alumna... Pero justo cuando estaba por entrar en la habitación a la cual le faltaba una puerta, sus pasos se detuvieron en seco.
Un hombre...
¡Un hombre está tocando a su Yue Lan!
¡Y en frente de sus narices!
(N/T: Otro Hai Li Song...)
Tanto Hai Yue Lan como Zhao Feng Lin tenían caras estupefactas, el único que parecía fuera de todo el entorno era Xiao Ye quien todavía sonreía como si nada hubiera pasado.
"¡¿Quién demonios eres tú?!" Rugió Zhao Feng Lin mientras apuntaba con el dedo a Xiao Ye.
"Oh... ¿Eres amigo de Yue'er? ¡Entonces también eres mi amigo!" Una deslumbrante sonrisa se formó en los pálidos labios de Xiao Ye. Totalmente ajeno a la intimidante aura asesina en el cuerpo de Zhao Feng Lin.
"¿Quién demonios es tu amigo?... ¡¿Por qué la estás llamando Yue'er?! ¡Aléjate de ella, Satanás!" La sonrisa en la cara de Xiao Ye le puso los nervios de punta a Zhao Feng Lin cuyos ojos estaban rojos por la ira.
"Yue'er es Yue'er y es mi amiga, ella me cuido toda la noche, ella es mi pequeño y hermoso ángel" Una dulzura desgarradora brilló en los hermosos ojos de Xiao Ye.
"Toda la noche.... Toda la noche... Toda la noche..." Al oír las palabras de Xiao Ye, Zhao Feng Lin casi pierde el equilibrio y cae al suelo. Su hermoso rostro perdió todo rastro de sangre.
Hai Yue Lan quería tratar de interrumpir su 'discusión' si se podía decir de esa manera... Pero las aterrados auras de muerte que rodeaban a estos deslumbrantes hombres es simplemente aterradora.
Uno de ellos tiene la sonrisa pura y amable de un ángel, mientras que el otro tiene los ojos inyectados en sangre junto con una intimidante mirada asesina.
Los relámpagos chocaban junto con sus miradas...
Esta parecía una batalla de miradas entre un ángel y un demonio...
"Sistema... ¿Crees que deba detenerlos?"
[Dudo que funcione]
"Ahora recuerdo que olvide que hoy tengo clases con Zhao Feng Lin..."
[Lo hecho, hecho esta, no hay nada que se pueda hacer... Siempre y cuando tu padre no se entere, estos dos podrán seguir con vida]
"Sistema... Eres aterrador..."
[Soy realista]
"..."
Hai Yue Lan volvió a dirigir su mirada en la batalla del erudito y el bello durmiente... Zhao Feng Lin parece estar a punto de comerse a Xiao Ye.
"Oigan... ¿Ya terminaron?"
"Yue'er tu amigo me está mirando de una forma extraña~ él es aterrador..." Xiao Ye puso una expresión lastimosa mientras miraba a Hai Yue Lan como una esposa resentida.
"¡Hump!... Hipócrita..." Murmuró Zhao Feng Lin mientras apretaba los dientes.
"Yue'er tu amigo me está intimidado" Xiao Ye puso una cara aun más lastimosamente mientras caminaba y se acurrucaba dulcemente en la pequeña espalda de Hai Yue Lan.
"¡TU...! ¡Maldito, aléjate de ella!" El rugido de Zhao Feng Lin fue más aterrador que el de una bestia mientras se acercaba a grandes sancadas a Xiao Ye.
"Esto..." Hai Yue Lan se quedó sin palabras mientras que los dos Playboy forcejeaban entre ellos.
Pero tal vez no sea tan malo....
"Zhao Feng Lin necesito pedirte un favor...." Hai Yue Lan dirigió su mirada a uno de los dos hermosos hombres.
"Yue Lan... ¡Sabía que me preferirías a mí!" Los ojos de Zhao Feng Lin se iluminaron como dos brillantes estrellas.
"Yue'er...." Pero a diferencia de Zhao Feng Lin, lágrimas enormes y cristalinas se firmaron en los bellos ojos de Xiao Ye mientras miraba herido a Hai Yue Lan.
Hai Yue Lan suspiro en su corazón mientras observaba la actitud de estos dos 'perritos'
"¡Yue Lan, dime lo que quieras y te ayudaré!" Zhao Feng Lin se sintió condenadamente bien al notar la lamentable mirada de Xiao Ye. Cuando se dirigió hacia Hai Yue Lan sus ojos eran brillantes y solo le faltaba una colita para parecer un perro.
Que lastima que las siguientes palabras de Hai Yue Lan rompieron todas sus ilusiones...
"Necesito que me ayudes a encubrir a Xiao Ye y sacarlo de la mansión sin que padre se dé cuenta" el tono de Hai Yue Lan era inexpresibo y serio.
"¡¿Eh?!" Zhao Feng Lin casi se desmaya al escuchar esas palabras.
¡Le estaban pidiendo que ayude a su enemigo!
¡Y la que lo pidió fue su querida Yue Lan!
"Pero..." El tono de Zhao Feng Lin era extremadamente triste.
"Por favor" al igual que Zhao Feng Lin, Hai Yue Lan también mostró una triste mirada.
Ya no hay elección...
Llorando lágrimas de sangre y a regañadientes, Zhao Feng Lin tuvo que aceptar la petición...
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La Heroína Es La Villana Lan
Romance¡Una mujer de la era moderna ingresa al mundo dentro de un juego otome! A sus 34 años, Hai Lan se vio obligada a asumir el papel de la villana en el juego, misma que muere trágicamente en manos de los protagonistas. Pero... ¡Esto no puede suceder! ...