La Heroína Es La Villana Lan

La llegada de la gran tía

"Joder..."

Un pequeño murmullo salió de sus labios mientras miraba fijamente la mancha roja sobre las sábanas.

Hai Yue Lan pensó que este día fue realmente malo. Se despertó con un terrible dolor en la parte inferior del abdomen, se sintió fría en todas partes y le costó mucho levantarse de la cama. Hacia tiempo que no sentía esta sensación en el estómago, fue como si alguien le hubiese dado un puñetazo y luego le arrojara un balde de agua helada.

La niña apretó los dientes y gritó con amargura, "¡Sistema, abre la tienda! ¡Quiero comprar algo!"

El sistema respondió rápidamente.

[Está abierta, ¿Qué quieres comprar?]

Viendo la pantalla holográfica que apareció frente a ella, Hai Yue Lan pensó que estaba viendo a su salvador. Presionó la opción de búsqueda y escribió dos palabras.

《Toallas sanitarias.》

La pantalla brillo un par de veces, pero no hubo ningún resultado.

[No se encontró el objeto solicitado.]

"¿Eh? ¡¿Por qué?!".

El sistema no respondió, fue como si estuviera ocupado encontrando las palabras adecuadas.

[Tos tos... anfitrión, la tienda del sistema solo ofrece lo necesario para su estabilidad en el juego...]

"Yo, tu madre, estoy agonizando ahora, ¡¿Crees que no lo necesito?!"

[...]

Hai Yue Lan se sentó en la cama y abrazó su estómago con una expresion distorsionada, "¿Sabes? Si alguna vez salgo de aquí me aseguraré de ponerle una mala crítica a tu empresa."

[... Mis disculpas.]

Hai Yue Lan no escuchó la disculpa del sistema, su hermoso rostro se volvió pálido como el papel cuando sintió una punzada en la zona baja del abdomen.

¡Mierda!

"¡Sistema! ¡Quiero comprar tela de algodón en la tienda!"

[En seguida.]

Esta vez la búsqueda fue un éxito. Aunque Hai Yue Lan tuvo que pagar una exuberante cantidad de 200 puntos para canjearlo, valió la pena. Gracias a las habilidades que aprendió durante el viaje con su padre, no fue muy difícil fabricar una copia barata de toallas sanitarias. El único problema fue que estas no se apegaban a la ropa interior. Con una vena palpitando en su frente, Hai Yue Lan ató dos cuerdas a la toalla y luego las sujetó firmemente en su ropa íntima.

Después de cambiarse, Hai Yue Lan caminó por la habitación y sonrió con orgullo.

"Soy omnipotente."

[...]

Sin embargo, su sonrisa no duró mucho ya que el dolor agudo en su estómago aún persistía.

En esta ocasión, Hai Yue Lan no buscó nada en la tienda del sistema, salió de la habitación y caminó hacia la cocina con la intención de prepararse té de jengibre para calentar su cuerpo.

Mientras caminaba por el pasillo, escuchó el sonido de cortar vegetales que provenía de la cocina. El rico aroma de la comina le hizo agua la boca, inconscientemente aceleró sus pasos.

Como era de esperarse, Mo Bingxin se encontraba preparando el desayuno. Hoy también vestía un delantal rosa mientras usaba una pequeña cuchara para probar el sabor de los alimentos en la olla. Su largo cabello fue trenzado por Hai Yue Lan la noche anterior, aunque estaba un poco desordenado después de levantarse, no oculto en absoluto la belleza deslumbrante del hombre vestido de blanco.