Siempre me haces enojar...

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Dos días después de la aparición del príncipe heredero de Zhang, Tu Cu Xi, el emperador invitó al primer ministro de Tang Lin y a toda su familia a una gran cena de celebración, para festejar el fin de los tigres negros y la recuperación del primer ministro, después de haber padecido días completos de 'enfermedad'

Claro que con lo de enfermedad, se refería a la escusa que Hai Yue Lan había inventado para salvaguardar la noticia sobre la partida de su padre. Parecía que el emperador se preocupó mucho por este asunto, ya que envió una gran cantidad de regalos un día después.

Durante ese tiempo, Hai Yue Lan pasaba los días conversando con sistema para matar el tiempo, de vez en cuando visitaba su hermano mayor y se pasaban casi todo el día leyendo libros juntos. Por alguna razón que cierta niña tonta y linda no había podido comprender, todos los miembros del batallón Colmillo Blanco se retiraron después de su breve visita. Hai Yue Lan trató de pedir más autógrafos, pero fue detenida por Hai Baishi, quien con un rostro oscuro le dijo: "Querida, si te gustan mucho las firmas de los miembros de mi batallón, deberías pedírmelas a mí, ya que yo soy el capitán y merezco más atención"

Después de eso, Hai Baishi le dijo a Hai Yue Lan que los jóvenes soldados de su equipo pasarían unos cuantos meses de entrenamiento intensivo. Y lo único que se pudo escuchar después fue el llanto miserable de Du Son Cang.

El tiempo pasó muy rápidamente y por fin llegó el momento de asistir a la cena con el emperador. Inicialmente Hai Yue Lan pensaba que una visita a palacio sería muy entretenida e interesante, pero lamentablemente la realidad le dió una bofetada.

"¡Ahhh~! Que niña tan linda, ¿es la hija del primer ministro de Tang Lin? ¡Es tan hermosa!"

"Adorable, ¡pensé que era una muñeca!"

"¡Quiero pellizcarle las mejillas!"

"¡Yo también!"

....

....

....

"S.. Sistema, ayuda...me"

[... No sabes cuanto me gustaría, pero no puedo]

"Máquina cruel...."

[Mis condolencias]

Actualmente, cierta niña tonta y linda se encontraba ocupando el lugar de un maniquí en medio del numeroso grupo de concubinas imperiales, quienes no paraban de probarle un vestido tras otro, le tocaban la cara y estiraban sus mejillas.

Si Hai Yue Lan no tuviera una poderosa fuerza mental y una psicología de acero, ya estaría llorando lágrimas de sangre.

En su mundo anterior era una mujer muy dedicada al trabajo, hasta el punto de desconocer el significado del maquillaje y las últimas tendencias de la moda. Para ella siempre y cuando se pueda considerar ropa, entonces se lo pondría. Nunca había usado cremas ni nada parecido para conservar su cara, ella era una persona bastante sencilla y perezosa para hacer eso.

Así que los vestidos elegante y costosos que la estaban obligando a usar ahora, junto a los perfumes y colorete para los labios... ¡Eran una completa tortura!

¡Ella quería ir a la cena, no quería convertirse en una Barbie!

Hace media hora, Hai Yue Lan llegó al palacio imperial en compañía de su padre y hermano mayor. Pero alguien mandó a decir que el emperador quería tener una charla privada con el primer pensamiento antes de comenzar la cena, así que sólo quedaron ella y su hermano mayor. Pero de alguna manera inexplicable, se separó de su hermano mayor y vagó por los pasillos del palacio durante un largo tiempo, hasta que le comenzaron a doler las piernas y decidió descansar.

Pero quién diría que cuando se detuvo, una hermosa concubina del harén imperial la vió y exclamó: "¡Lindura!"

Como polillas siendo atraídas por la luz, al instante llegaron más y más bellezas, rodeando a Hai Yue Lan e impidiendo que esta escapara.

Al final, término entrando al harem imperial y ahora está siendo consentida por todas las concubinas.

Se decía que las personas de Zhang eran fanáticas de las cosas bellas y adorables... Ahora tenía sentido.

Mientras pensaba, una hermosa concubina le cogió una de las manos, "Oh, linda joven señorita, ¿no le gustaría ser la esposa de mi hijo?"

Señorita, yo soy mucho mayor que usted. Pensó Hai Yue Lan para sí misma.

"Mi hijo también es muy prometedor" Se jactó orgullosamente otra concubina.

"¡Humph! ¡El mío también es adorable, ambos harán una linda pareja!" Reclamó otra.

"¡Mi hijo es el mejor!"

"¡No es cierto, el mío es mejor!"

Mientras todas las bellezas se agrupaban en una discusión, una pequeña figura se arrastró por el suelo hasta salir sigilosamente de la habitación.

Siendo liberada de las garras de todas esas mujeres, Hai Yue Lan se sentía tan aliviada como para llorar lágrimas de alegría. Pero su felicidad no duró mucho, cuando de repente, su cara chocó contra el cuerpo de otra persona.

"¡Auch!" Hai Yue Lan soltó un grito cuando cayó al piso.

"¡Ten cuidado! ¿Estas bien?" El hombre se agachó mientras preguntaba.

Hai Yue Lan estaba lista para mandar al diablo al sujeto que llevaba una armadura tan dura en el cuerpo, pero cuando sus ojos se fijaron en el apuesto rostro de Mu Jun Lou, se congeló por una fracción de segundos.

"¿Eres tu?" Mu Jun Lou levantó un poco las cejas.

Hai Yue Lan no dijo nada, sólo lo observó en silencio, honestamente no sabía que decir.

"¿Te quedarás sentada en el suelo todo el día? Levántate..." Mu Jun Lou extendió la mano.

Hai Yue Lan vaciló un momento antes de aceptar su ayuda.

Mu Jun Lou se sorprendió un poco al darse cuenta de que la mano de la niña era tan pequeña como la mitad de su propia mano.

"¿Cómo es que estas aquí?" Preguntó Hai Yue Lan mientras lo observaba inexpresivamente.

Mu Jun Lou vió su cara sería y se rió entre dientes, "El emperador le envió una invitación a padre y a mí para venir a la cena"

"Oh" Hai Yue Lan asintió.

"..."

"..."

"..."

[¿Por qué estas en silencio?]

"... No tengo nada que decir..."

[Y al parecer él tampoco]

El silencio perduro un largo tiempo, hasta que fue roto por la voz de Mu Jun Lou.

"... Oye, ¿es cierto que el príncipe de Zhang te pidió matrimonio?" Preguntó Mu Jun Lou mientras observaba a la niña que ni siquiera le llegaba al cofre.

Hai Yue Lan levantó la cabeza y aunque su rostro era inexpresivo, en su interior su cara tenía otra expresión (0_0).

Aunque no entendía muy bien las intenciones de Mu Jun Lou, aún así asintió obedientemente.

La mano de Mu Jun Lou apretó un poco la de Hai Yue Lan, causando que esta soltara un pequeño gemido.

Hai Yue Lan abrió los ojos con sorpresa, trató de liberarse del agarre de Mu Jun Lou, pero el condenado hombre era muy fuerte.

Mu Jun Lou se agachó un poco hasta estar a la altura de la niña, y con una voz sombría abrió la boca, "No causes más problemas de los que ya hiciste, siempre me haces enojar"

La Heroína Es La Villana LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora