¿Debería llamarte maestro Zhao?

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Frente a una lastimosa protagonista, Hai Yue Lan no supo que hacer, su cerebro aún no había procesado toda la información antes de que Hua Ming Lua lanzará otro de los agravios que sufrió, entre sollozos y lágrimas.

"Señorita Hai, no sé lo que le hice, pero por favor no insulte a mi madre... Wuu~ yo solo quería llevarme bien con usted... ¿Por qué dijo esas cosas?"

"¿Es eso cierto, señorita Hai?" Uno de los estudiantes que protegían a Hua Ming Lua preguntó con una mirada hostil.

Hasta este punto, la mente de Hai Yue Lan ya se había aclarado, sus hermosos ojos azules se volvieron fríos como un témpano de hielo mientras observaba en silencio a la protagonista.

Al ver la enorme frialdad dentro de esas pupilas color zafiro, el cuerpo de Hua Ming Lua se tensó inconscientemente, pero se forzó a sí misma a calmarse y a seguir con su drama.

"Señorita Hai... ¿Por qué no lo admite de una vez?"

Extrañamente, la comisura de los labios de Hai Yue Lan se levantaron en una mueca burlona, observó tranquilamente a todas las personas que la miraban con rostros llenos de desden antes de suspirar, "No se lo que tengo que admitir, sus palabras me confunden señorita Hua"

El delgado cuerpo de Hua Ming Lua tembló, sus hermoso ojos grises volvieron a humedecerse, "¡Admita que insultó a mi madre!"

Con un rostro compuesto, Hai Yue Lan respondió con naturalidad, "No conozco a su honorable madre, ¿Cómo se supone que la insulté?"

Al ver que sus quejas parecían no tener efecto, Hua Ming Lua se giró y observó con ojos lastimosos a los jóvenes estudiantes.

Uno de ellos se sintió mal al ver la lamentable apariencia de la niña, sus ojos se fijaron en la tranquila cara de Hai Yue Lan mientras gruñía, "¿No tienes vergüenza? ¡Deberías pedir disculpas ahora mismo!"

Otro estudiante también alzó la voz, "¡No te creas mucho solo por ser la hija del primer ministro!"

"¡Es verdad! ¡Eres de lo peor!"

Las voces se duplicaron rápidamente, en tan solo unos minutos, casi todos los estudiantes en el salón se encontraban apuntando a la misma persona.

Incluso en esta situación, la cara de Hai Yue Lan se mantuvo igual que siempre.

Después de unos minutos, cuando casi todos se habían calmado, Hai Yue Lan tomó un gran bocado de aire antes de mover sus labios y hablar, sus palabras eran frías como el hielo y agudas como el filo de una navaja.

"Joven maestro de la casa del conde Su" La mirada gélida de Hai Yue Lan hizo que el joven se sacudiera, "Dice que yo fui la causante de los agravios, ¿Tiene alguna prueba?"

El joven se puso un poco nervioso, pero después de ver la fragil figura de la mujer, su valor creció, "¡No necesito pruebas, nadie más que tú hizo llorar a la pequeña hermana Hua!"

"Oh, ¿Es así?" Hai Yue Lan se burló con frialdad.

Después de un momento, se dirigió a otro joven, "Tercer joven maestro de la casa del capitán Dong, ¿Usted opina lo mismo?"

El joven no vaciló y contestó rápidamente, "¡Claro que sí! ¡Sienpre fuiste presumida solo por ser la hija del primer ministro! ¡Está claro que intimidante a la hermana menor!"

Del mismo modo, el resto de los estudiantes también estuvo de acuerdo.

"¡Definitivamente fuiste tú, no soportas que Hua Ming Lua sea más bonita que tú!"

"¡Es verdad! ¡Eres muy viciosa señorita Hai!"

Al ver que todos lanzaban maldiciones, Hua Ming Lua, quien se encontraba escondida detrás de la espalda de uno de los estudiantes se rió entre dientes, ya no había ni el menor rastro de las lágrimas que antes bañaron su rostro. Pero después de un momento, su risa se congeló. Frente a ella, la joven de cabello negro la estaba mirando fijamente, sus ojos claros estaban llenos de ridículo.

Hai Yue Lan observó a la protagonista y preguntó, "¿Usted afirma que yo dije todo eso?"

Esta vez, Hua Ming Lua vaciló un momento, pero ya que habían llegado hasta este punto, no tenía marcha atrás, "¡Si, usted insultó a mi madre y me intimidó!"

Finalmente, una sonrisa ligera y despreocupada apareció en el rostro esculpido de Hai Yue Lan, cerró los ojos y habló con fluidez, "Maestro, ¿Qué piensa usted? Desde hace un buen rato que la clase comenzó, ¿No debería estar enseñando a sus alumnos?"

Al siguiente segundo, una risa fresca y agradable resonó en el ahora silencioso salón.

"Ja, ja, ja... querida estudiante, has sufrido mucho, deja que este maestro hable por tí"

Cuando escucharon esa voz, el rostro de los estudiantes palideció de repente.

Un hombre alto y guapo, vestido con una larga túnica azul marino se apoyó en el marco de la puerta. Sus ojos claros como el agua observaron divertidos la situación dentro del salón de clase.

"¡P-profesor Zhao!"

No se sabía quién había gritado, pero todos compartían el mismo rostro sorprendido.

Zhao Feng Lin solo se limitó a sonreír, observó tranquilamente a todos dentro del salón y habló con calma, "Vaya, este es el primer día de clases y ya hay disturbios como este, tsk, tsk..."

Después de unos segundos agregó otra frase, esta vez sus ojos su enfriaron y su voz sonaba molesta, "A los jóvenes estudiantes de este salón, ¿No les da vergüenza atacar a una dama de esa manera tan despreciable? Este maestro estuvo presente cuando la señorita Hai y la señorita Hua se encontraban aquí, a mi parecer la señorita de la casa del primer ministro no dijo nada inadecuado ni fuera de lugar, así que no lo entiendo..." En ese momento, los ojos de Zhao Feng Lin se fijaron el pálido rostro de Hua Ming Lua, "¿No debería explicar las cosas?"

Al escuchar eso, el cuerpo de Hua Ming Lua se sacudió y las lágrimas comenzaron a brotar. Ella podía sentir muy claramente cómo era observada por todos los demás estudiantes, ahora mismo se sentía tremendamente agraviada. Lanzó una mirada penetrante a Hai Yue Lan, antes de cubrirse la cara y salir corriendo del salón.

Todos se sorprendieron al mismo tiempo, solo Hai Yue Lan y Zhao Feng Lin aún permanecían tranquilos como siempre.

Zhao Feng Lin se acercó un poco a la hermosa joven y preguntó preocupado, "¿Estás bien?"

Hai Yue Lan no respondió pero asintió con la cabeza, sus ojos aún seguían fijos en el lugar por el que Hua Ming Lua había salido.

Al verla de esa manera, Zhao Feng Lin decidió no decir nada más, aunque aún se sentía un poco molesto, el director le advirtió que no se metiera en los problemas de los estudiantes, así que sin más remedio se dirigió a los alumnos, "Muy bien, todos tomen asiento"

En ese momento, todos los estudiantes tenían caras avergonzadas y de vez en cuando mandaban una que otra mirada fugitiva al rostro de Hai Yue Lan, pero esta parecía no darse cuenta y permaneció callada.

Al ver que todos estaban casi listos, Zhao Feng Lin se acercó a la mesa de Hai Yue Lan mientras sonreía, "¿No te sorprende verme aquí?"

Esta vez, inesperadamente recibió un asentimiento de la otra parte, Hai Yue Lan sonrió levemente y preguntó, "¿De ahora en adelante debería llamarte profesor Zhao?"

La Heroína Es La Villana LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora