Esta era una cálida tarde de otoño, el viento soplaba con tranquilidad, mientras movía a las innumerables hojas amarillas y anaranjadas en la copa de cada árbol. El sol estaba apunto de esconderse tras el horizonte, algunas estrellas ya habían comenzado a aparecer, dando inicio a la noche.
Se suponía que una tarde como esta tendría que ser apacible y reconfortante, pero en la mansión del primer ministro Hai, en las afueras de la ciudad, el caos no podía ser más destructivo...
"¡Mi señora! ¡Por favor ayúdeme!" Un joven apuesto de traje elegante tenía el rostro pálido como una sábana mientras corría por los pasillos.
"¡Regresa aquí y enfrentarme como un hombre!" Un hermoso hombre de cabello plateado tenía los ojos envueltos en llamas mientras blandía su espada y destrozaba sillas, mesas y otros muebles a su paso.
"¡Esto es un mal entendido! ¡Por favor absténgase de usar esa arma primer ministro!" Incluso en una situación como esta, Fai Dalai no se olvidó de mantener su actitud de erudito calificado.
"¡No me dé órdenes! ¡Te atreviste a tomarte libertades con mi hija!" El hermoso rostro de Hai Li Song estaba totalmente cubierto de líneas negras.
Viendo que el hombre no tenía la intención de detenerse, Fai Dalai no sabía si reír o llorar por la mala suerte que le habían dado los cielos. Pero en su mente aún continuaba quejándose con su pequeña jefa ¡Señora, por favor venga a ayudarme, su padre pretende matarme! ¿Dónde encontrará a un secretario mejor calificado que yo?
Mientras Fai Dalai batía un récord de velocidad, un rápido objeto pasó velozmente cerca de su cara, rozando una parte de su mejilla. El sorprendido Fai Dalai palideció de inmediato, solo para ver a una flecha firmemente clavada en la pared frente a él. Lentamente se dió vuelta, y vió a una siniestra figura acercándose cada vez más con un arco en la mano.
"No sé quién eres, pero antes de que pretendas perseguir a mi hermana menor, primero tienes que mostrarme tu fortaleza, no entregaré a Yue a ningún debilucho" Los ojos escarlata de Hai Baishi estaban totalmente oscurecidos.
Por un lado se acercaba el primer ministro con una larga espada de hierro; y por el otro estaba el joven con un arco y una puntería asesina. El pobre Fai Dalai, quien fue acorralado en una esquina del pasillo, estaba apunto de ponerse a llorar.
Estos dos demonios lo estaban condenando injustamente...
Pero fue en ese momento, cuando una pequeña figura se paró frente a él, enfrentando a los dos demonios, quienes después de ver a la pequeña figura, milagrosamente se calmaron.
"Yue... por favor, sal del camino, el hermano mayor tiene que 'hablar' un poco con este amigo tuyo" Una cálida sonrisa, llena de mimos y dulzura, apareció en el semblante mayormente frío de Hai Baishi. Esa hermosa cara sonriente, era algo que enamoraría a todas las mujeres del mundo.
"El mocoso tiene razón, mi pequeña Yue Lan, papá también quiere 'hablar' con tu querido amigo" De igual manera, una sonrisa embriagadora apareció en el rostro de Hai Li Song, sus bellos ojos carmesí se estrecharon también en una sonrisa. Si la cara sonriente de Hai Baishi ya era considerada irresistible, entonces la cara sonriente del primer ministro sería considerada ilegal.
Desde un costado, Fai Dalai no pudo evitar quedarse sin palabras. Sus ojos estaban fijos en esos dos hombres de cara gruesa, sabía que mientras Hai Baishi sonreí, ya había puesto una flecha en su arco, y mientras el primer ministro sonreía, ya había desenvainado su espada.
Pero Fai Dalai no era el único que se había quedado sin palabras, Hai Yue Lan tampoco sabía que decir al ver la actitud de estas dos personas...
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La Heroína Es La Villana Lan
Romance¡Una mujer de la era moderna ingresa al mundo dentro de un juego otome! A sus 34 años, Hai Lan se vio obligada a asumir el papel de la villana en el juego, misma que muere trágicamente en manos de los protagonistas. Pero... ¡Esto no puede suceder! ...