Day XXVIII: Trigo. [FRUS]

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Trigo, ese era lo primero que pensaba él al buscarlo en su mente. Y, después, estaban los gestos que él hacía con ese maldito trigo.
Era joven, lo sabía, no era estúpido. Tenía un cabello similar a ese cereal, pareciéndole imposible sacárselo de la cabeza, igual que su figura, igual que su personalidad tan infantil y a la vez provocadora que le ponía los nervios de punta. Oh, cómo sabía hacerlo estremecer ese estúpido niño con cosas tan fáciles.
Travieso, eso era lo que le parecía el condenado mocoso, haciéndose el difícil como para después rogarle sin estar haciendo nada que lo tocara. Y quería hacerlo, quería que sus manos perdieran el maldito camino por su piel, por su cuerpo entero en sí. Quería disfrutarlo, quería sentirlo y su niño del trigo se negaba.

Estaba cansado de que las cosas fueran así, dios, ¿que no se daba cuenta lo que él causaba? Y aunque fuese el número uno con las chicas y los chicos, iba a querer a ese estúpido granjero mal hablado y torpe junto a él, dándole lo que quisiera sobre una cama de heno o lo que sea. Si el muy idiota se dejara... Y no sólo eso estaba en su contra, oh, no, tenía un par de ojos que, junto con su cabello, eran un hermoso plano de unas plantaciones, deseando tomarle tantas fotos, no sólo para admirarlo, sino que también para otras cosas. Quería... Quería... Tanto de él.
Todos los días se ponía la meta de que iba a seducirlo, que iba a ser suyo e ignorar a los demás, sin embargo él le daba un buen batazo de béisbol como no tenía idea. Estúpido Alfred. Lo ponía tan caliente que podría quemar todas las grasas de su cuerpo con sólo tocarlo.
Nadie podía mencionar esa palabra, eso era pecado para sus amigos. Preguntar por el mocoso, o incluso decir "trigo" en su santo nombre lo molestaría mucho. Puesto que, normalmente, hasta sus amigos se burlaban de él como para estar arrastrándose por un chico joven que a penas podía decir una oración sin escupir o hablar sin un acento de Texas. Maldita sea, ¿por qué no lo cabalgaba a él en vez de a esos sucios caballos? se preguntaba todos los malditos días de su existencia.
Trigo. Trigo. Alfred. Trigo.
¿Algún día podría parar de asociarlo con él?
Sí, el día que sea suyo.

30 Days Challenge.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora