El Chico Del Otro Lado De La Cuadra || 𝒚𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 ||

7

YoonGi bufó y centró su mirada en su piano marrón, tomó asiento y comenzó a tocar.

Mientras tanto, del otro lado de la cuadra, en el departamento de Jimin, los tres amigos seguían luchando para saber quién mostraba la bandera blanca en muestra de rendición, HoSeok y Jimin estaban a punto de atacar a Jeon que se escondía a un lado del escritorio de su hyung, cuando de repente, Park se detuvo agudizando su oído al escuchar una tenue melodía a lo lejos, por su parte, HoSeok ya había atacado al menor de todos mientras carcajeaba.

Jimin miró hacia la ventana sabiendo que del otro lado encontraría una cabellera rubia interpretado, ya no se escuchaban las risas de sus amigos ni ningún otro movimiento, Jung y Jeon también miraron a la ventana pero por la distancia del piso a ésta, no alcanzaban a ver nada.

Park hizo una seña con su mano llamando a sus amigos para que observaran también, HoSeok y Jungkook se levantaron de golpe corriendo hacia su amigo, el pelinaranja se golpeó el codo con la orilla del pecho-paloma y emitió un sonido como cuando alguien se enchila.

—¡Shh! Hyung cállate y mira— indicó Jimin, HoSeok rodó los ojos mientras sobaba su codo y se concentró en la ventana.

Observaron aquella cabellera rubia ya familiar para Park mientras tocaba una canción que el bajito no reconocía.

—Hasta ahora no había escuchado que interpretara esa canción...— susurró el pelinegro.

—Interprete lo que interprete, lo hace muy bien— dijo Jungkook ladeando la cabeza.

—Es como si el enano tocara— susurró HoSeok, Jimin frunció el ceño mirando a su mejor amigo.

—No creo que tenga la misma actitud que Min— expresó Park.

—¿Quién es Min?— preguntó curioso el menor de todos.

—Nadie importante— dijo sin importancia Jimin —el caso es... Que no creo que sea igual que él

—Bueno...— comenzó Hoseok— eso no lo puedes saber, ni siquiera lo conoces

Jimin se encogió de hombros —un presentimiento—

🔸🔸🔸🔸🔸🔸

Era domingo alrededor de las 4 de la tarde cuando el timbre del departamento se Jimin anunció una visita, Park, extrañado, se dirigió a la puerta, solo sus amigos y su madre sabía dónde vivía, dejando los platos sucios a medio lavar, abrió la puerta encontrándose con la sorpresa de ver a su progenitora esperando con una sonrisa a que su hijo la invitara a pasar.

Jimin se hizo a un lado y la hermosa mujer entró con una sonrisa, misma que su hijo había heredado.

—Tienes todo muy lindo aquí, hijo— dijo mientras pasaba a la sala y miraba todo a su alrededor.

—Bueno ¿Qué puedo decir? Instinto de decoración heredado de ti— dijo el chico encogiéndose de hombros.

—Aún te falta mejorar...

—Lo sé mamá, es mi primera vez viviendo solo en mis 19 años de vida

—Lo sé hijo ¿Porqué no regresas conmigo— miró la mujer a Jimin con un puchero.

—Estás grande para hacer pucheros, omma...— dijo riendo.

—Solo regresa conmigo hijo, omma se siente sola...

—¿Qué hay de tus peces?

—Ellos no hablan...