—Hoy seré un hombre generoso, así que te daré a escojer— Jimin sostuvo dos sartenes, uno en cada mano —¿Kimchi o ramen?
YoonGi, que se encontraba en el sofá ocupado en su teléfono, miró al pelinegro mientras sus ojos viajaban de un sartén a otro.
¿No puedes ser tú la comida? Olvídalo, prefiero que seas el postre.
—Kimchi— decidió, sin dejar de ver al bailarín, entrecerró sus ojos gatunos y preguntó —¿Estás feliz porque hoy es sábado?
—Yo siempre estoy feliz
—No es cierto— se apresuró a corregir el mayor.
—Es primavera~— canturreó el menor —es necesario estar feliz
—Yo se que es por otra cosa— concluyó YoonGi cruzando los brazos sobre el respaldo del sofá, encarando a Jimin.
Jimin dejó caer un sartén y el rubio rió por la acción. El menor estaba nervioso.
—¿Qué cosas dices hyung? No no no no, no hay nada más, es primavera— Jimin rió nerviosamente —el mundo es más bonito, sobre todo aquí en Corea— volvió a reír —¿Has visto los árboles de cerezo? Son tan bonitos— rió nuevamente —¡Oh ya sé! Vayamos al parque y tomemos algunas fotos, o si quieres solo podemos disfrutar de la vista
Jimin aventó el sartén a la estufa mientras corría hacia el perchero cerca de la puerta y se ponía su chaqueta.
Se dirigió al mueble cerca de la televisión y tomó sus llaves y celular, estaba tan distraído y ansioso que no notó que YoonGi lo esperaba en la puerta, con los brazos cruzados y una mirada seria.
El pelinegro paró en seco al ver al mayor como estatua y tragó duro, YoonGi era atemorizante en esa posición.
—Hy-hyung... vámonos antes de que anocheza— dijo acercando su mano lentamente a la perilla de la puerta.
Pero YoonGi fue más rápido y tomó a Jimin de la muñeca, la acercó a su boca, soplando su cálido aliento olor a menta sobre ella para después depositarla sobre su pecho.
—Park ¿Estás bien?— el mencionado tragó saliva y asintió.
—No quiero ir al parque— sentenció YoonGi —quiero estar aquí— jaló al Jimin del antebrazo, acercándolo solo un poco a él y en un susurro dijo —quiero que me hagas de comer
El pelinegro, que había estado manteniendo la respiración, exhaló enfadado frunciendo el ceño y los labios. Se safó del agarre de YoonGi bruscamente mientras caminaba con pasos duros al mueble donde había agarrado la llaves y las arrojó con fuerza.
Luego se dirigió al perchero mientras intentaba quitarse la chaqueta y la colgaba.
Gruñó 5 veces seguidas porque en todas esas veces, no pudo colocar bien la chaqueta y se caía al suelo.
YoonGi se había cruzado de brazos, y miraba la escena de berrinche del menor con gracia, se reía porque no podía haber algo más chistoso y lindo que lo que Jimin hacía.
—Bien— exclamó el menor, alzando sus brazos en el aire —te prepararé tu estúpida comida— YoonGi abrió los ojos, sorprendido.
Se acercó al bailarín, mientras ruidos de ollas y sartenes se escuchaban caer por toda la casa. Lo encontró en la cocina, y se recargó sobre el desayunador, contemplando las acciones de Jimin.
—¿Estás bien? Dijiste una palabrota
—¡Oh! No me digas— contestó irónicamente, mientras iba al refrigerador y sacaba lo necesario para preparar el Kimchi.
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El Chico Del Otro Lado De La Cuadra || 𝒚𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 ||
Fanfiction¿Crees que es extraño enamorarte de alguien que no conoces pero que a lo lejos lo ves a traves de la ventana? Tal vez Jimin tiene un ligero crush con su vecino no tan vecino, pero pronto aprende a olvidarse de él para prestarle atención a alguien má...