¿Crees que es extraño enamorarte de alguien que no conoces pero que a lo lejos lo ves a traves de la ventana? Tal vez Jimin tiene un ligero crush con su vecino no tan vecino, pero pronto aprende a olvidarse de él para prestarle atención a alguien má...
Dos sonidos distintos acabando una melodía al unísono, el piano mostrando el final de la pieza con unos delgados dedos blancos presionando y dando fin a la partitura con dos tonos; las cuerdas de una guitarra siendo rasgadas una vez para dar por terminada la canción.
(La última estrofa es lo que quise tratar de decir en lo de arriba, así acaban comúnmente las canciones de piano)
Sin duda, una estupenda combinación de melodías, además de los grandes músicos que interpretaban los instrumentos.
—Está terminada— dijo YoonGi exhausto mientras masajeaba sus manos.
—Lo está, hyung— respondió Jimin mientras acariciaba su "vieja confiable".
No lo podía evitar, era una de sus cosas más preciadas que tenía y la trataba con suma delicadeza.
—¿Quieres salir a comer?— preguntó el rubio al menor.
—Si hyung, si quiero— respondió NamJoon. YoonGi rodó los ojos.
—Le preguntaba a Jimin
—Oh perdón, NUNCA ESPECIFICASTE— contestó el moreno entre dientes.
—En fin ¿QUIEREN salir a comer?— YoonGi ya daba énfasis a su pregunta.
—Si NamJoon hyung quiere, entonces que así sea— habló Jimin.
—Amén— el rubio y el pelinegro rieron por la ocurrencia de su amigo.
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YoonGi acompañaba al menor a casa, después de terminar de comer y agradecer a NamJoon.
Todo iba bien pero había algo que inquietaba al mayor.
Si ya habían terminado la canción ¿Eso quería decir que ya no podrá pasar las tardes junto al menor?
YoonGi iba a extrañar eso, logró percatarse de ciertas cosas del pelinegro en todo el tiempo que estuvieron trabajando.
Cómo por ejemplo: Jimin tenía una risa algo aguda, pero muy hermosa. Cierto día, una tarde que NamJoon no paraba de romper accidentalmente cuánta cosa se cruzara en su camino, Jimin exclamó "¡Tenemos que parar de reír! ¡No puedo ver cuándo río!". Fue la cosa más tierna que puedo haber visto y escuchado el mayor en sus 22 años de vida, su corazón se derretía.
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También notó que, cuando Jimin se disgusta, su cara se torna seria y arruga la nariz. Demonios, ese gesto se había vuelto una perdición para el rubio, además de recordar nunca hacer enojar al menor, asusta.
