El Chico Del Otro Lado De La Cuadra || 𝒚𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 ||

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Jimin solo parpadeó 2 veces y ya habían pasado casi 6 meses desde que conoció a Yoongi ¿En qué momento el tiempo había pasado tan rápido?

De un momento a otro, Jungkook seguía a Yoongi a todos lados, con la excusa de que "es su ejemplo a seguir" ¿Qué había pasado? Ni idea, pero Jimin sospecha que HoSeok tuvo algo que ver en eso, además de que el niño debió darse cuenta que no podía haber otra cosa que amistad-hermandad con Jimin.

Son cosas que aunque son duras de ver, lo notas específicamente.

Lo notas cuando Jimin y Yoongi se miran y sonríen, cuando se dan esos piquitos que aunque son cortos, muestran ternura y afecto, te das cuenta porque Yoongi siempre toma de la mano a Jimin y la besa, o cuando lo abraza y lo aprieta tanto a su cuerpo que Jimin ríe y pide respirar.

Es amor.

Y Jungkook lo entendió, porque aunque no era un adulto tal vez en ese tiempo maduró un poco y reflexionó sus acciones. No era buena idea poner triste a su hyung Jimin y ¿Porqué calentarse la cabeza? Tal vez podía aprovechar algo de lo que Yoongi hyung ofrecía.

Era eso, las palabras de NamJoon hyung y un chico que lo ponía loquito de vez en cuando.

Las cosas habían marchado bien, el estrés del instituto era algo común pero que se liberaba en la sala de práctica con "JiSeKook".

Yoongi era muy tierno y lo amaba sin límites.

Jin y NamJoon tenían problemas para adaptarse, más que nada por el modo diva en qué se ponía Jin, pero nada que se pudiera controlar.

Todos se habían vuelto buenos amigos.

Yoongi seguía irritandose con el comportamiento de HoSeok pero con el tiempo fue tomándole cariño, al igual que Jimin y Taehyung, esos chicos se habían vuelto mejores amigos.

Salían todos juntos de vez en cuando en la semana pero sinceramente, Jimin adoraba más salir con su amargadito novio.

Uh, otro tema que tratar.

A pesar de que Yoongi era muy caliente, Jimin también lo era, pero la constante preocupación de Yoongi respecto a ese tema lo ponía de mal humor.

No era que no valorara la preocupación de su novio, pero Jimin sentía que no quería dar el siguiente paso.

Porque fuera de fajes y toqueteos, Jimin quería algo más.

Y lo había intentado, muchas veces, el persuadir a su novio.

Pero Yoongi era un tanto miedoso, por fuera vez a un chico frío e intolerable pero por dentro Yoongi respetaba mucho a Jimin, sumándole el cariño y amor que le tenía.

Un viernes, Jimin decidió intentarlo una vez más. Ya saben lo que dicen, la treintava vez es la vencida.

Decidieron que ver Netflix y comer comida chatarra a morir era una buena excusa para estar en casa, sin embargo Jimin tenía otros planes.

Un ligero roce de manos en la entrepierna de Yoongi hizo al propietario suspirar, Yoongi ya sabía lo que quería su novio, lo pedía a gritos.

Pero tal vez no era el momento.

Yoongi sonrió y tomó esa mano traviesa para dirigirla a sus labios y dejar un tierno beso para después entralarla con la suya.

Lo quería, joder que lo quería, pero no quería arruinar las cosas con su niño bonito.

O tal vez reforzarlas, quién sabe.

De un momento a otro, Jimin empezó a buscarlo más y como pudo se subió a su regazo para besarlo sin piedad.

Tal vez Yoongi no estaba en sus 5 sentidos, pero la calentura le ganó y levantó a Jimin en brazos para llevarlo a la habitación.

Un terreno peligroso, sin duda.

Yoongi nunca había estado en la habitación de Jimin, todo lo que había sucedido fue hecho en el sofá.

Bendito sofá.

Pensar en la cama de su chico, en ver su espacio personal, tocar las suaves telas que todas las noches lo acarician y seguramente con olor a flores lo hizo estremecer.

¿Y si lo hacía mal? Demonios, ni siquiera traía condones ¿Qué tal si a su bolita de lindura le dolía? No no no no, muchas paranoias, y fueron lo suficientes como para aterrizarlo y dejar su mano unos centímetros del picaporte.

Ni siquiera llegó a abrir la puerta.

—¿Amor?— Jimin preguntó —¿Qué pasa?— Yoongi tragó duro, no estaba listo.

Con cuidado, bajo a su novio, dejando sus manos grandes en esa cintura estrecha que tanto ansiaba tocar pero que de algún modo, le daba miedo y pena.

—Minie, no puedo.

—¿Porqué no?— el leve susurro de las palabras de su novio denotaba...¿Decepción?

Los segundos de silencio se hicieron eternos y fue cuando Jimin creyó que era momento de hablar.

—Tranquilo cielo, no te preocupes— Jimin besó a Yoongi lentamente, acariciando sus mejillas y cuando finalizó, lo abrazó con esa calidad y cariño que siempre transmitía.

Yoongi no estaba listo y no era algo por él cuál enfadarse, no. Simplemente lo comprendió y se dió cuenta que su novio no era tan seguro como mostraba ser pero que a pesar de todo, lo amaba sin importar que.

Regresaron al sofá, retomaron la película donde la habían dejado y se abrazaron, comiendo calorías a morir y disfrutando de su momento juntos, como novios.

No era algo del que preocuparse, el sexo solo era un plus de eso bonito que tenían y algo como eso no iba a causar nada malo en ellos.

Disfrutaron el día como si fuera el único, rieron, jugaron, comieron, hablaron de sus cosas y se dieron consejos, hicieron planes para otro día y se pusieron una que otra mascarilla facial, solo porque Jimin quería y nadie le podía decir que no a esa linda persona.

Tocaron un poco, grabaron uno que otro vídeo y se tomaron muchas fotos, porque el recuerdo podía irse pero las fotos siempre iban a quedar guardadas, y entre juego y juego Yoongi cayó rendido, dormido en el pecho de su novio, con su respiración suave y tranquila que relajaba a Jimin.

Park lo contempló, vió sus bonitas facciones y el entrecejo fruncido de su novio, tocó su naricita y contó sus lunares casi invisibles, acarició sus cejas y peinó sus cabellos rubios alborotados.

Min Yoongi, era todo lo que necesitaba para ser feliz.

Pero tal vez había personas o en éste caso, una persona, que no los quería ver siempre felices.

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Oigan les debo una explicación...
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Pero ahorita no joven.

#QuédateEnCasa #StayHome #AtHome

Publicado el 13 de Abril del 2020.