El Chico Del Otro Lado De La Cuadra || 𝒚𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 ||

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—Precioso~ ¿Sabes dónde está mi camisa?— YoonGi salió del baño, después de darse una ducha, mientras se secaba el cabello son una toalla pequeña y solo teniendo unos pantalones negros puestos.

Se encontraba en la casa de su querido novio, ya era muy común encontrar a YoonGi ahí y ésta vez no era la excepción.

—La metí a la secadora YoonGi, la lavé ya que estaba sucia de sabrá Dios que— Jimin salió de la cocina secando un vaso y al ver a su novio tan... provocativo, simple y sencillamente...se perdió.

Dejó caer el vaso, pero gracias a los dioses que el caso era de plástico sino se hubiera roto.

—Álejate de mí.— sentenció Park.

—¿Cómo dices que dijiste?— preguntó incrédulo el mayor.

—No te acerques, Min YoonGi.— repitió Jimin, haciendo frente con su brazo alargado y su palma abierta, interponiéndose entre la distancia que los separaba de él y YoonGi.

—Okey, me llamaste por mi nombre completo, ésto es grave...¿Es porque usé todo tu acondicionar la vez pasada? Ya te lo repuse ¡Fue el más caro que encontré! Lo juro

—No YoonGi no es por- espera ¿¡Hiciste que?!— Min tembló, ver a Jimin enojado significaba algo seguro: muerte, si es que antes Jimin no se calmaba.

Jimin suspiró, cansado, pero al posar la mirada nuevamente en su lindo novio, volvió a alterarse.

—Por favor vete YoonGi, me pones tan...solo aléjate.

—¿Bebé?— Min trató de acercarse pero Jimin se lo impidió.

—YoonGi en serio, si te acercas más no me resistiré— Jimin arrastró las palabras mientras recorría el pecho desnudo de su novio con una mirada que ni el mismo YoonGi podría interpretar.

El rubio se miró a si mismo e inmediatamente reconoció la situación.

—Oh...ya veo lo que sucede...— YoonGi miró a Jimin y éste asintió —Bebé, dale un abrazo a tu novio ¿Si?— el mayor puchereó y extendió los brazos abriendo y cerrando sus manos.

—Me estoy poniendo y tú actúas lindo ¿Qué?

—¿Te pongo dices? Mhm...— YoonGi se acercó peligrosamente al pelinegro tomándolo posesivamente de la cintura, rozando su nariz rechoncha contra el cuello del menor.

Jimin colocó ambas manos sobre el pecho aún húmedo de su novio y pudo sentir la suave piel contra sus dedos, totalmente a su disposición.

De un momento a otro, Jimin acorraló a YoonGi contra la barra de la cocina y dejó un casto beso sobre los labios ajenos.

—Si me vas a besar, hazlo bien— demandó el mayor. Jimin sonrió de lado, porque YoonGi a veces podía ser poco paciente y desesperado y sabía que no le gustaba jugar. No al menos cuando él era el juguete.

Jimin se acercó de nuevo a sus labios y cuando estuvo a punto de devorar su boca...el teléfono sonó.

YoonGi maldijo y Jimin por supuesto que también.

—Termina con mi sufrimiento, chico bonito— intentó seducir el mayor. Jimin rió y se alejó de él en busca del teléfono dejando a su novio...bueno, desvestido y alborotado.

Cuando Jimin tomó el teléfono, no pudo evitar sonreír al percatarse de  que era su madre quien llamaba. Presionó "aceptar" y contestó.

—Hola mamá ¿Cómo has estado?

—¡Jimin, hijo! Estoy bien querido ¿Tú cómo has estado?

—Bien mamá, me alegra oírte