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Jimin comenzó a tocar, haciendo elegantes movimientos de aquí para allá  con sus pequeños y regordetes dedos, YoonGi solo lo miraba expectante sorprendido por la gran habilidad del menor de interpretar aquel instrumento.

—Vaya, sabía que eras bueno pero no creí que tanto— Jimin detuvo sus dedos y miró a YoonGi con una sonrisa.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí, hyung— habló el pelinegro.

—Eso es obvio, Park— Jimin regresó a su tarea de pasar sus dedos por la cuerdas.

—¿Sabes hyung? Estaba pensando que en ésta parte de la canción— Jimin tomó nuevamente la laptop buscando un  estribillo del demo en particular y lo reprodujo —podíamos poner un Fa con cejillo y alguna que otra variación— Jimin explicaba con movimientos lo que quería llegar a hacer.

—Aún no está terminada, en cualquier momento puedo agregar algo nuevo— habló el rubio.

—Lo sé hyung, y estoy preparando— respondió Jimin con la cabeza en alto.

—Ok, eso me sorprende— ésta vez fue NamJoon el que habló —eres muy valiente para "enfrentarte" así a YoonGi hyung— hizo énfasis de comillas con sus dedos. YoonGi rodó los ojos.

—Yo no muerdo— se defendió YoonGi.

—Aún— contraatacó Kim desviando la mirada porque sabía que el rubio lo miraría a muerte —cuando hyung se enoja da miedo

—Lo viví muy de cerca, lo sé— rió Jimin.

—¡Oh no! Esa vez fue ligero, Jimin-ssi, no lo has visto realmente enojado— Jimin tragó saliva, estaba empezando a preocuparse.

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Eran las 6 PM cuando Jimin anunció que ya tenía que retirarse, YoonGi se excusó diciendo que lo acompañaría porque él también se iba pero NamJoon no se creía ni una palabra de lo que su hyung decía.

—Váyanse con cuidado, está empezando a oscurecer— suplicó Kim despidiendo a sus amigos en la puerta —hyung, me avisas cuando llegues.

—Si si, mocoso— respondió YoonGi despidiéndose de espaldas empezando a caminar, Jimin hizo una pequeña reverencia a NamJoon y se despidió.

—Gracias hyung, nos vemos luego— dijo sonriendo y alejándose para tratar de alcanzar a YoonGi, ya era tarde y estar "solo" por la calle le aterraba.

Llegaron a la parada esperando a que el autobús que los dejaba a ambos en sus respectivos hogares llegara.

Nuevamente, un silencio incómodo se hizo presente, un fuerte ventarrón azotó levantando polvo y hojas secas del suelo, haciendo que Jimin cerrara los ojos y se quejara del dolor. El polvo había acabado dentro de sus ojos.

—¿Estás bien?— preguntó un preocupado YoonGi.

—Agh, no lo sé hyung, no puedo ver— dijo el pelinegro tratando de enfocar la vista, entonces Jimin sintió unas manos tocando sus hombros y girándole sobre sí.

—No te muevas Park, trata de abrir los ojos— nuevamente unas manos se posaron, ahora en su rostro. Jimin con dificultad logró abrir el ojo adolorido pero aún con la vista nublada.

Ahora un par de dedos abrían ligeramente su pequeño ojo y soplaba débilmente sobre éste tratando de no lastimarlo, un olor a menta inundó las fosas nasales del pelinegro.

Inmediatamente el dolor pasó y Jimin se talló el ojo para quitar esa pequeña picazón que aún se encontraba en su globo ocular. YoonGi se alejó esperando que, su pequeño gesto ayudara al menor.

—¡Oh!— exclamó Jimin parpadeando para enfocar su visión —funcionó hyung, g-gracias— YoonGi lo vió de reojo.

Cuando se acercó al chico para ayudarle, recorrió todo el contorno del rostro de éste rápidamente mientras mantenía cerrados los ojos, Min nunca creyó tener nuevamente al menor tan cerca, sintió su suave piel regordeta debajo de sus dedos largos y blancos. Cuando se alejó un leve calor inundó sus mejillas haciendo que desviara la mirada.

Así que cuando el menor estuvo bien y buscaba la mirada de su hyung para agradecer, éste la esquivaba, el rubio seguía rojizo de las mejillas.

—De nada, Jimin...— contestó YoonGi aún si poder mirarlo.

Pronto llegó el autobús y subieron pagando al inicio, los chicos se sentaron al final, siendo Jimin el de la ventana y YoonGi el del corredor.

No había más que decir, ya no había silencios incómodos, había menos nervios y las palabras ya no eran casi necesarias.

Jimin recargó su cabeza en el vidrial de la ventana perdido en sus pensamientos observando hacia el exterior, YoonGi lo miraba de reojo; ver el perfil del menor era como comer un algodón de azúcar, te daba esa sensación dulce y pegajosa en el paladar, las ganas de apretujarlo en tus manos esperando a que no se deshaga y tratar de averiguar ¿Cómo se les da color? O ¿Cómo se hacen? Si, Jimin era como el algodón de azúcar.

YoonGi no era fan de las cosas dulces, pero por Jimin, podía hacer una excepción.

El menor salió de su trance pidiendo la parada mientras se levantaba de su asiento. YoonGi no había notado que ya estaban cerca del edificio del pelinegro y éste tenía que bajar ya, hasta entonces, el rubio no se había percatado que vivían relativamente cerca, solamente al otro lado de la cuadra, si, YoonGi a veces podía ser muy despistado.

—Nos vemos hyung— se despidió Jimin empezando a bajar los escalones —Nos vemos el fin de semana

Oh cierto, también trabajaremos el fin de semana, lo olvidé. Pensó YoonGi dándose una palmada mental.

—Hasta pronto, Park, con suerte nos vemos mañana— contestó YoonGi.

Oh cierto, mañana tenemos clases. Pensó ésta vez Jimin.

Al parecer los dos chicos eran unos despistados, Jimin más que YoonGi pero como bien dicen »Cada ciego tiene su propio lazarillo«

Jimin bajó entrando a su edificio y YoonGi, que en ningún momento dejó de seguir al menor con la mirada, dobló a la vuelta de la esquina para bajarse en la siguiente parada.

Tal vez aún día deje al pelinegro frente a su departamento esperando a que entre para después irse caminando a su hogar.

O tal vez, algún día el menor lo invite a pasar.

O tal vez viceversa.

Pero uno nunca sabe, la vida se puede basar en muchos tal vez, o algún día, o incluso esos tan comunes ojalá. Pero la vida nunca es como uno la planea y eso lo sabían muy bien.

Lo sabían muy bien el pianista rubio Min YoonGi y el guitarrista bailarín pelinegro Jimin.



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Ay no chamas, como que me inspiré así bien chido ésta vez, bueno bye, los sarangeo 💛.

Publicado el 15 de Julio del 2018.

El Chico Del Otro Lado De La Cuadra || 𝒚𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora