Capitulo 2: Mientras no estabas la oportunidad pasó

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No sabía por qué aún no había regresado, no sabía por qué todo acerca de Deku lo ponía así, furioso, lleno de rabia, no sabía por qué había estado encerrado en el baño viendo su propio reflejo en el espejo, o mejor dicho, enfrentando su reflejo, ¿Quién se había creído Midoriya? Desde que mágicamente obtuvo su quirk que se pavoneaba de tener la mejor habilidad allí entre los alumnos del 1.A pero no era así, él era el mejor, lo había sido toda su vida, y ni Deku ni nadie le dirían lo contrario, entonces de la nada bajaba los hombros, ¿Realmente era así? No había nadie a su alrededor, no debía fingir y sin embargo lo hacía para sí mismo, desde muy chico lo habían puesto de aquel lado de la línea, él era el mejor, él era increíble, él lo tenía todo, y es cierto que había trabajado duro para llevar aquella carga con orgullo, pero esta vez se veía a sí mismo en problemas. Una sola vez había reunido el suficiente valor para admitir que no era del todo bueno quizás, que también debía esforzarse para mejorar, que esta vez tenía a alguien con quién competir por ese primer puesto que siempre anhelaba en cualquier cosa que se dispusiera a hacer, pero solo esa vez también había sentido las lagrimas resbalar por sus mejillas, y no le había gustado para nada, y encima frente a Midoriya, uno de los momentos mas desagradables de su vida, no debió ocurrir, y no ocurriría de nuevo, nada malo podría pasar si siempre estaba adelante de todos, nada malo. Apretó fuerte los ojos y suspiró, ya era tiempo de entrar en razón y dejar de mentirse, él era uno más, por eso mismo debía esforzarse, y la verdad era que muy profundamente lo que constituía a Midoriya en sí era aquello que él quería para sí mismo, pero jamás lograba alcanzar, después de todo ¿Como podía Deku haber avanzado tanto en tan poco tiempo? Si bien su quirk se había desarrollado a temprana edad y desde entonces que había manipulado aquella peculiaridad de manera perfecta, ¿Cómo había logrado Deku alcanzarlo? ¿Siquiera como había podido pensar en la posibilidad de que lo alcance? Eso no podía pasar y ya estaba pasando, si quería seguir siendo el número uno debía esforzarse más, aquellas estupideces que en un pasado le habían puesto una traba en el camino no serían más, no debía de caer otra vez en algo como eso, debía tratar de alejar un poco su furia incontrolable y su impulsiva personalidad, si podía controlar aquello, podría controlarlo todo, sobre todo la potencialidad de su quirk y sus efectos negativos en su cuerpo. Entre pensaba y pensaba no se había dado cuenta que alguien más había entrado al baño, su amigo el pelirrojo había estado hablando desde hacía rato creyendo que el rubio le ponía atención o al menos lo escuchaba, bastaron solo unas palabras para que su mente volviera al momento y dejara de divagar.

- ... Si bien creía que sería bueno ver todo su poder y luchar con ella, de compañera sería mucho mejor ¿No lo crees?

- No me interesa con quien quieras unirte para atacar a Ashido, me da igual -pronunció para caminar por al lado de Kirishima e ir directo a la puerta.

- Noo Bakugou, ella es mi compañera.

- Creí que lucharías contra ella, ¿Acaso no eres el héroe? ¿El villano? -comentó estacionado con las manos puestas en la cerradura de la puerta, el pelirrojo lo miró confundido.

- Bakugou ¿No escuchaste nada de lo que te dije?

Sus ojos se abrieron de forma irreconocible, si en algún momento su mente le había dicho que tenía que esforzarse más, que tenía que dejar de lado aquellas rabietas de niño que todavía tenía consigo, el pelirrojo lo había vuelto a su realidad, y rompió su promesa en escasos minutos, sus impulsos lo controlaron de nuevo. Caminaba por los pasillos hecho un aura roja de absurdo enojo, el humo que desprendía su cabeza lo decía todo, siguió su camino con pasos fuertes hasta dar con aquel idiota que antes había alegrado su día. Todoroki, ese estúpido frío caliente, la idea de tener que luchar contra él, ya sea tomando el papel de héroe o villano, había logrado sacar una sonrisa a medias de su boca, la destreza que Todoroki tenía en su quirk lo hacían un digno rival para él, y siendo que siquiera en el festival deportivo había podido sacarle jugo a su lucha con el idiota mitad y mitad, esta vez estaba dispuesto a atacarlo con todo lo que poseía para que al fin el chico frío caliente expusiera todo su poder contra él, mas en esta posición en la que se encontraba ahora, de la cual se había enterado hacía cinco minutos, daba vuelta completamente aquella emoción provocada por el nuevo desafío que Aizawa les había expuesto. Dando vuelta y llegando al campo de entrenamiento lo vio sentado en una banca observando como Midoriya y la carita redonda practicaban poses victoriosas, ya estaba todo más que dicho, Kirishima no se había equivocado, su simple presencia era tan fuerte que hizo que todos voltearan a verlo antes de siquiera exponerse, se paró frente al Todoroki y con una voz fuera de sí le habló.

De Frío a CalienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora