Capitulo 26: Entre secretos y verdades.

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Aquel día hicieron exactamente lo planeado, se levantaron temprano, desayunaron juntos y partieron hacia la casa de Todoroki, pero a pesar de que aquello había sido lo planeado nunca contaron con lo bien que sabia la verdad.
Katsuki ingresó a la sala esa mañana, en donde su madre preparaba el desayuno, y le gritó a su chico frío y caliente para que bajara a desayunar, pudo haberlo llamado por su nombre, pudo recordarle alguno de sus apodos frecuentes, pudo simplemente decirle "hey" pero decidió utilizar esa bella manera que había intentado guardarse todo este tiempo, apoyado por su madre quien ahora parecía haber limado sus lados para que ambos pudieran encajar como madre e hijo una vez más.

- El desayuno ya está listo hijo -la mujer fue hasta la mesa con una bandeja llena de panesillos, el rubio, que estaba acomodando las tazas, la miró.

- Genial, llamaré a Shouto para que baje a desayunar -dijo y acto seguido elevó la voz -¡Shou...!

- Puedes llamarlo amor si gustas -sugirió su madre y se sonrió mientras se sentaba a la mesa, el chico se rió, hacía mucho Katsuki no le sonreía así, acercandose a las escaleras volvió a llamarlo.

- ¡Amor, el desayuno está listo! -gritó con una risa que se desarmó en los labios de su madre, ambos sabían cuanto le costaba a Todoroki el relajarse cuando se trataba de eso, por un lado solo estaba molestandolo con ayuda de su madre, por otro, un poco más intimo, sentía a su corazón latir por aquella leve emoción de poder expresarse sin miedos, el otro había bajado al instante, con un fino rubor cubriendole la cara, y esperando pagarle de la misma forma lo había abrazado, contrario a lo que pudo imaginarse, un Katsuki suelto y despreocupado, pudo sentir su calor corporal elevado en cuanto colocó sus brazos a su alrededor, la madre del mismo se rió, el padre renegó con una sonria en sus labios, aún con la vista puesta en su periodico, el bicolor saludó también a sus suegros de manera tierna y educada, y todo en aquella mañana pareció ser perfecto.

Aquel día el movimiento hizo que nuevas experiencias se aparecieran. Antes de partir de su casa a la escuela decidió anotar lo importante dentro de su cuaderno, para que los sentimientos y emociones se vieran reflejados en eso "Ayer le dijimos la verdad a los padres de Katsuki [...] Ellos nos apoyan [...] Hoy me llamó amor frente a sus padres" y así anotó día a día cada capítulo de su historia, cada pequeño detalle, de esa manera inmortalizaría su felicidad con ese chico que a este punto lo volvía loco y estaba iluminando su existencia. Sus vidas volvieron a tomar un rumbo definido, sus compañeros ya no estaban a la espectativa de aquella amistad que había surgido de la nada entre el chico explosivo y el mitad y mitad, todo se movía natural, como si nunca hubiese existido alguna enemistad entre ellos. Todo lo hacían juntos, desde que Kirishima había anunciado su relación con Mina públicamente los otros dos parecían el uno para el otro, pero incluso así siguieron compitiendo entre ellos por ver quien era el mejor héroe. Aquellas batallas que se desataban en las actividades en las que los dos estaban enfrentados seguían dando de qué hablar, incluso parecían épicas. Aizawa los admiraba, todo lo que habían aprendido en esos meses lo adjudicaba a su amistad, Todoroki lograba el balance entre los ataques desmedidos y sin cálculo alguno de Bakugou, su efusiva ira, sus ataques de locura no eran tan constantes, había aprendido a trabajar en equipo, a mantener un control sobre sí mismo, había desarrollado una técnica más aficaz, estaba creciendo, y el bicolor no se quedaba atrás. Bakugou lo hacía más rápido, su confianza en sí mismo lo aceleraba a crear estrategias más rápidas que le permitieran exprimir su poder al máximo, y su fuego lograba encantar a todos los que lo veían luchar.
Los meses pasaban, los ataques de la liga de los villanos volvieron a hacerse presentes, y aquello había desatado la urgencia de que cada estudiante tuviera el camino libre para actuar en cualquier caso, casi como un héroe real. En cualquier otro universo paralelo, ambos habrían fallado, sus inseguridades, su respectivo orgullo, esa tonta manía de intentar hacer todo por su cuenta y encaminarse solos contra el mundo, todo aquello sumado a varios otros eventos los hubieran puesto a prueba, y definitivamente no hubiesen salido tan airosos del combate, pero como todos lo habían notado, aquellas rocas en el camino se deshicieron el día que comenzaron a salir, el día que habían podido comprenderse y desarrollarse juntos como verdaderos héroes, y así habían logrado obtener su licencia provisional, pero a pesar de todo todavía eran estudiantes y las actividades estudiantiles aún presionaban duro sobre ellos, fue entonces que la nueva actividad de vigilancia peatonal se presentó.

De Frío a CalienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora