Capitulo 25: Un buen día puede empezar mal.

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Se suponía que debía estar a su lado, que había aceptado la propuesta porque él necesitaba de su apoyo, que era el primer día de novios y ya estaba fallando, apoyó su espalda contra la pared cerca de la puerta de entrada, se llevó una mano al rostro y pareció barrerse la cara, ¿Por qué todo esto le daba tal pavor? Ahora mismo Katsuki seguramente debía estar pensando que él había roto su promesa, le había pedido tiernamente que estuviese sosteniendolo en un momento tan puntual como ese ¿Y él qué hacía? Se iba a tomar aire afuera porque no se sentía cómodo con la situación ¿Era enserio? No podía ser tan idiota, si realmente su relación con el rubio le interesaba tanto como al mismo Bakugou, que por cierto estaba dando un paso importante que él esperaba retrasar, tenía que tener en cuenta que esas dos personas, con las que se sintió tan acorralado e intimidado por sus miradas, serían ni mas ni menos que...

- Hola Shouto -esa voz lo desconsertó, al voltear a la puerta pudo encontrar a la madre de su novio, Mitsuki Bakugou, la mujer cerró la puerta detrás de ella y revoleó unas llaves que quedaron colgando de sus manos en un fino cordón - ¿Qué estás haciendo aquí solo?

- Señora Bakugou, lo siento, yo no... -titubeó intentando esquivarle la mirada, la mujer lo interrumpió.

- Está bien, tranquilo -se sonrió y se recostó sobre la pared como el bicolor -Me alegra que hayan confiado en nosotros para decir esto.

- Fue idea de Katsuki, en realidad no... No...

- ¿Tus padres lo saben?

- ¿Qué? -por primera vez el chico levantó la vista del suelo y vio a la mujer.

- Asumo que si esta relación viene desde hace mucho no somos los primeros en enterarnos, ¿O si? -la señora hablaba bastante relajada, como si todo ese tiempo hubiese sabido la verdad y estuviese entrando en confianza, Shouto volvió su mirada al frente y contestó.

- De hecho... Mi madre lo sabe, mi padre no.

- ¿Y que opina ella? -interrogó.

- Nada malo. Ella quiere conocer a Katsuki -ahora era él quien se había sonreido, el simple hecho de pensar en su madre lo ponía alegre.

- Ah, creí que ya lo conocía.

- No, ella no vive conmigo -respondió, y nuevamente se alejó de ella posando su vista a lo lejos, la mujer intentaba que este se sintiera un poco más cómodo, fue su hijo el que le había dicho tal cosa, antes de dejarlo con su esposo para que ambos entablaran aquella conversación, entonces soltó un suspiro y volvió a intentar acercarse a él.

- Sabes... Shouto -el recién nombrado la miró -Entonces si realmente eres el novio de mi Katsuki, quiere decir que yo soy tu suegra ¿No es así?

- Oh... -un pequeño rubor se asomó en las mejillas del chico, que ella estuviera hablandole de ese modo, con toda la libertad de asumir que ellos eran novios, lo ponía algo nervioso -Yo... Sí, supongo.

- Te admito que algo sospechaba -su sonrrojo se hizo más fuerte, ahí estaba esa libertad gráfica en la que pensó con anterioridad -Las veces que Kirishima se ha quedado a dormir, Katsuki jamás le ha puesto llave a la puerta -la mirada de Todoroki cayó al suelo avergonzado, la mujer lo vio sonriendo -Las madres sabemos todo. Tranquilo -su mano se poso sobre el hombro de este -Lo que intento decir es que tienen todo mi apoyo -viendola de ese modo, con su sonrisa a flor de piel y su aire comprensivo le recordó a su propia madre, su cuerpo que estaba tenso hasta el momento pudo liberar aquella opresión, la mujer volvió a hablar -Solo hazme un favor.

- ¿Si?

- Cuidalo -la sonrisa de Todoroki se pozó en sus labios con más fuerza -Él es... Muy impulsivo, y muy pocas veces escucha, yo ya no puedo cuidarlo, se alejó mucho de mí -esta vez era ella la que desvió su mirada al frente como soñadora, tanto que enternecía -Antes éramos más unidos. Por favor cuidalo por mí.

De Frío a CalienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora