Anahi: - no sabía dónde meter su cabeza, ni como quitarse el sonrojo – mira Dulce, lo que pasó anoche, pues fue de anoche y ahora estamos de día y ya, y tu tranquilízate si?
Dulce: o sea que tengo que esperar hasta la noche para repetir?
Anahi: que!!!...no no, esté digo….a lo que me refería es que no volverá a suceder, los tragos la situación y bueno todo, pues….nada no volverá a suceder vale?....y por favor te pediría que guardaras discreción acerca de ese tema si?
Dulce: ok guardaré discreción…si tu prometes arreglar mi coche – lo dijo en tono de broma pero Anahi, nunca evidenció ese tono y respondió con molestia –
Anahi: o sea chantajista?....la culpa fue tuya por andar volando por las calles en vez de manejar – el tono de enojo ahora era evidente y a la defensiva se dejaba escuchar –
Dulce: mira princesa…tu te pasaste una luz roja, yo sólo cruzaba la avenida y tu te aventaste a mi coche así que tu tienes la culpa, pero igual no importa, no me voy a pelear contigo de culpas porque me duele la cabeza, además yo jamás te chantajearía con eso guapa, porque la verdad que lo de anoche no fue tan espectacular para usarlo cómo chantaje….
Anahi: - su cara se llenaban de distintos colores que se intercalaban para convertirse en una gran rojo masivo que inundaba sus mejillas y orejas que dejaba entrever su enojo – eso no decías anoche cuando me pedías más y más
Dulce: más y más me pedías tu cariño, si parecía que era la primera vez que gozabas en la cama, que con las simplezas que hacía tu ya volabas
Anahi: por favor, yo volar?....estaba fingiendo…
Dulce: vaya entonces que buena actriz eres mujer porque juraría que tu cuerpo me decía otra cosa – le lanzó una sonrisa a quemarropa y Anahi quedo muda e indefensa –
Anahi: no sabes de lo que hablas, anoche fue nada….fue un desfogue y nada más…
Dulce: vaya me habían dicho muchas cosas en la cama, pero jamás me habían llamado un desfogue….pero bueno siempre hay una primera vez, y bueno guapa si quieres desfogarte otra vez, pues no dudes en buscarme que yo te hago el favor… - su sonrisa era coqueta y soberbia y su mirada acompañaba sus palabras –
Anahi: - apartó su mirada porque se sentía débil y sin voluntad – pensé que no era la gran cosa
Dulce: por eso lo digo nena, estoy haciendo sólo un trabajo altruista por tu bien….jajaja – su mirada no se despegaba de la de Anahi que tímidamente trataba de salir de ese hechizo pero poco podía – a poco no tienes ganas de besarme? – Anahi volvió a erizarse y sonrojarse, y es que un beso era lo que había querido darle desde que la vio –