El sol penetraba por la ventana del dormitorio y Anahi, se despertaba acurrucada al pecho de Dulce, y mientras abría los ojos no le cabía en el pecho la sensación que amanecer abrazada a ella le traía, la paz, la tranquilidad, la sensación de pertenencia, y separándose delicadamente de ella, se zafó de su abrazo y quedándose apoyada un rato la observo mientras dormía y entendía como era estar al lado de quien verdaderamente amas, y todo volvió, los desayunos descalzas en el taller, las miradas de horas después de hacer el amor, las cosquillas, el calentar los pies en la cama, las caricias en la espalda para despertar, las albas que las sorprendía abrazadas, y todo volvió y sintió como que todo era igual que antes cuando de pronto vio la hora en su reloj – car.ajo – se grito a sus adentros era tarde y debía irse a cambiar a su casa para ir a trabajar, aunque ese día estaba más emocionada que nunca porque iria a trabajar al lado de ella de esa mujer que ahora observaba dormir y que había cambiado físicamente en cuerpo haciéndose más hermosa pero que en esencia era su Dulce, la mujer de su vida….se paró despacio del colchón y recogiendo sus cosas y buscando un papel de su portafolio, le dejó una nota a Dulce en la almohada, y en total silencio salió del piso con una gran sonrisa en la cara.
Con la mano trataba de buscar ese cuerpo cálido que la noche anterior se había enternecido en sus brazos y que había vuelto a ser la mujer que tanto amaba, pero contrario a lo que esperaba no encontró a su lado a nadie, sólo el espacio vacío de la sábana arrugada y el frío de la mañana se hizo sentir en su brazo haciéndola abrir sus ojos casi por inercia, miró casi con ganas de equivocarse en su sentir, pero vio lo que temía su costado vacío y se volteó en el colchón para no ver más que su lado estaba vacío, pero al tratar de recordar aquella noche cogió la almohada de su costado y la abrazó sintiendo un pequeño papel pegado en ella, y con total curiosidad separó la almohada y vio un post-it amarillo pegado en la tela, y ahora con una sonrisa del tamaño del mundo leyó lo que la nota decía “soy tu aire”, y después de aquella pequeña frase, tiró la almohada por los aires y con una gran carcajada se tapó con la sábana hasta la cabeza y sin dejar de reir y de sentirse plena, la emoción y la alegría no le cabía en el cuerpo y es que esa pequeña frase no era una frase del azar, tenía mucho significado para ella, y casi sin querer debajo de esa sábana recordó su primer aniversario con Anahi y el testigo inmutable de esa frase.
FlashBack
Era sábado y a Dulce le tocó trabajar hasta tarde en un proyecto particular a las afueras del DF, Dulce se había ido a regañadientes porque ese día cumplían un año de relación con Anahi, por lo que deseaba más que nada en el mundo pasar ese día pegada y super melosa con su mujer, pero el dinero que ese proyecto significaba no le venía nada mal y después de haberlo conversado con Anahi, ese día partió muy temprano a trabajar, llegando ya entrando la noche a casa….Dulce estaba deseosa de llegar al hogar y celebrar su día con una noche de amor que deseaba con el alma pero al llegar a la casa sólo encontró una casa a oscuras, y todos sus habitantes bien resguardados en sus respectivos lugares, Dulce sintió algo de decepción pues pensó que Anahi haría algo especial por la fecha pero no fue así todo el lugar a oscuras, ninguna cena romántica ni nada, nada absolutamente nada, y eso la impresiono y la acongojó después que ella el día anterior había preparado un día especial por su día, pero ni modo se dijo en su mente, se metió en la cocina tomo un poco de jugo y con lo cansada que iba subió a su habitación a descansar, encontrándola esta con seguro, lo que la sorprendió mucho más porque eso no era lo común en Anahi así que dio un par de golpes y Anahi le gritaba de su interior que esperara, eso molesto a Dulce, y la hizo sentir insegura de que quizás Anahi estaría escondiendo algo, y se preocupo, por lo que insistió con la tocadera de la puerta hasta que Anahi le pidió casi en un suplico que cerrara los ojos, Dulce muy obediente lo hizo y entró a la habitación a tantas siendo sorprendida por un beso apasionado y un “feliz aniversario mi amor, abre tus ojitos”…Dulce apresurada abrió los ojos encontrando toda su habitación llena de post-it pegados por todas las paredes, la cama, el ordenador, todo sitio y Anahi con una gran sonrisa le decía – léelos y sabrás lo que soy para ti – y volteando a Dulce para que empezara a leer los post-it camino por toda la habitación recogiéndolos y leyendo los papelitos que repetían la frase “te amo” pero al llegar a la cama estos formaron una frase que se leía: “no me digas que se puede vivir sin mi…porque yo se que sin ti no puedo y no quiero irme de ti porque siento que…”, Dulce con desesperación buscaba el último papelito que daba final a la frase, pero no lo hallaba y con total decepción miró a Anahi y le dijo – he fallado, creo que lo he hecho mal me falta un papelito – y Anahi con una sonrisa franca le dijo – no has fallado mi amor el último papelito esta donde debe de estar….en mi corazón – y dejando descubrir su pecho Anahi le dejó ver el último post-it pegado en su costado izquierdo en el lugar de su corazón que decía “soy tu aire” y Dulce tomando el último papelito, le dijo muy segura a su mujer – si mi amor eres mi aire, mi agua, mi vida y mi propia carne, porque si no fuera así entonces como sería yo – y después de eso le siguió un abrazo y un beso que se convirtió en la entrega de amor de las dos amantes, que sólo se amaron para dejarse saber que en esa cama ya no había dos cuerpos si no uno solo.