Anahi: disculpe?....disculpe…- le decía al hombre mientras se acercaba – es usted dueño de la casa?...disculpe?
Poncho: - Poncho volteó al sentir una voz tan familiar, que casi lo hace saltar del susto cuando al voltear reconoció que esa voz era de quien el sospechaba que era – Anahi ya no me reconoces?
Anahi: - Anahi al reconocerlo, se abalanzó sobre su amigo y lo abrazó fuertemente y le dio un beso sentido – Dios Poncho cuanto tiempo, pero que haces tu con barba, no te reconocí, y mira que has ganado kilitos, y tu niña es tu hija?
Poncho: si es mi hijita, ya tiene 3 añitos, y no hables mal de mi barba que a mi mujer le encanta y en los kilitos, en eso estamos trabajando, pero tu mujer mírate – le estiro el brazo para darle una vuelta sobre el sitio – estas mucho más hermosa de cómo recordaba, definitivamente a ti los años te han hecho mucho más hermosa, estas preciosa y con esa ropa toda fina, eres toda una dama mujer, pero que hace una mujer tan distinguida por estos lugares? – a Anahi la cogió de sorpresa la pregunta, así que evito responderla –
Anahi: gracias por lo de bonita, bueno tu sabes que he sido hermosa, es sólo que últimamente me he dedicado más a mi apariencia tu sabes, en mi mundo de negocios la apariencia es muy importante
Poncho: pero vaya si que estas mucho más bella, pero no me has respondido que estas haciendo por estos lugares?
Anahi: ahh es que estaba buscando una casa que iba a ser subastada y bueno creo que me perdí y terminé aquí y tu que haces por aquí?
Poncho: siempre vengo a esta casa, cuando me acuerdo de Dulce y la extraño, vengo hasta aquí y recuerdo todas las travesuras que hicimos en su casa, y lo bien que la pasábamos, sabes me sorprende que siga vacía, supe que la compraron hace años pero nadie la viene a habitar, me parece muy extraño, pero también lo encuentro mejor, porque así puedo venir cuando quiera y recordarla sin que piensen que soy un raro o algo….Dulce!!!!....mi amor no te muevas….Dulce regresa!!! – al escuchar el nombre, todo el cuerpo se le erizo a Anahi, no podía creerlo, la pequeña se llamaba Dulce igual que ella, igual que su Dulce, pensaba Anahi –
Anahi: se…se s..se llama Dulce…..como…
Poncho: como su madrina
Anahi: Dulce es la madrina? Vaya y…
Poncho: y viene a verla cada vez que puede aunque hace más de un año que no la ve, pero siempre hablamos por internet y mira a su ahijada y la pequeña Dulce la conoce bien a su madrina hasta reconoce su voz, cuando habla por teléfono, la quiere mucho
Anahi: vaya que gusto, que bueno…que bueno que este bien
Poncho: si esta bien, aunque a veces la extraño pero esta mejor allá